1000 trabajadoras a mi servicio

El día después del 29M, el día que hubo que parar por justicia laboral en este país patas arriba, ese día me he convertido, de nuevo, en participe de la gestión de mis residuos orgánicos alimentarios. Un servicio para mí, pero también 1000 lombrices iniciales al servicio del mejor mundo. Un colega me llamó para indicarme que pasara a coger un vermicompostero que le había dejado no se cuantos años atrás. Sin esperarlo, un vermi ha entrao de nuevo en mi vida. En la mítica Biohábitat de Villareal todavía recuerdo las importanciones desde Alemania de los Can-o-Worms, que venían de Australia y eran de plástico reciclado, si, no reciclable como lo es todo sino reciclado ya por aquel entonces. Un sistema de cubos de plástico donde las lombrices convierten en caviar para las macetas los restos de la fracción orgánica de la cocina.

Lo cierto es que me han empezao a caer los recuerdos encima, nada más hacerme con la caja del equipo y hasta con una de aquellas pastillas de fibra de coco. Recuerdos de una compañera entrañable que realizó mucho cosas y entre ellas la traducción del manual de uso y vivió como yo, la pasión por acercar ese producto a todos los interesados,. Recuerdos de un coche lleno de lombrices compradas en el formato litera de 1 m2 a Humus Fertil, en La Roda, Albacete, para cultivarlas en el terrao e ir sacando lotes para abastecer las ventas de aquellos equipos que sorprendían por aquel tiempo a muchos. Después en Fundación Terra continuamos, hasta que llego una empresa y se puso con ello de forma exclusiva. Y con plástico reciclado de esquís, una caja conformada sirve todavía en la Fundación para convertir en un tesoro lo que de momento vale para poco. El kit compostador es un regalo a disposición para comenzar volao a vivir el ciclo de la vida en el balcón, cocina o hasta debajo de la cama.

En todo este periplo y hasta el otro día, Jose Temprado de Humus Fertil, sigue siendo fiel distribuidor del lote de trabajadoras de la fertilidad de la tierra, en una caja de plástico ventilada te pone en casa de un día pa otro el lote por vía mensajería.

























He procesado la pastilla de coco inmersa en el cubo de agua, que con el paso de los años se ha secao de lo lindo, al final, un acolchado húmedo colocado sobre el cartón del embalaje a modo de base y todo en la primara bandeja encima de la colectora (la que recoge los lixiviados), y encima, volcado del lote de lombris y al poco la piel de dos manzanas y listo, mi particular fábrica de humus de lombriz no sólo va a producir rico fertilizante sino satisfacciones fruto del compromiso, los equipos y las ganas de ser parte de la solución a los problemas. Cáscaras de huevos, pelos, restos de tisanas, mondaduras de todas las frutas (menos las ácidas) y restos de la limpieza de verduras, todo para ellas. Aquí enlace a más información sobre el suministro de alimentos ideales y cuales no.


Con un vermicompostero comercial o autoconstruido (en breve presento la unidad que estará en el taller de alSol) en tu vida, puede que cambie o se fortalezca mucho más el aprecio a todo lo que hace que podamos ser una especie con anhelos de vivir bien en un planeta finito, y lleno de otras especies.
Y con mi edad liao con estos temas, ... que le vamos a hacer. Este domingo, con un sobrinillo que visita el pisico por primera, está asegurado otro de los servicios dentro de la amortización de la fabrica viva de humus. Y cuando las mil sean varias miles, si todo va bien en un año se quintuplica la colonia, ya veré que hago si cerca hay vermicompostadores ciudadanos...


Un tesoro para indagar en el tema es el Perspectiva Ambiental de Fundación Terra, aqui la presentación e índice y aquí el pdf en castellano

Manolo Vílchez, ecologista en Bullas

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