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¿Salvamos el Ártico? ...¡Vamos, por amor a Gaia!



Comienzo el día con la lectura del comunicado de prensa de Greenpeace sobre su informe sobre el Artico y las consecuencias para estos lares y para el mundo entero. Lo anima una campaña de sensibilización donde se moja gente conocida y ciudadanía global. En Barcelona, los compas de Tanquem Les Nuclears han estado recordando los dos años del desastre nuclear de Fukushima. Hablo con Ignacio y lo escucho salir con sigilo de una charla de presentación de Som Energia en El Escorial, y va Raquel y coloca en el muro de FBook una foto retocada sobre una acción de ese momento, pego un bote y me pongo a localizarla para que me cuente qué hay que hacer para sentirse parte util en defender esas zonas donde hace frío, un frío tan necesario y vital. 

Ya me he sumao a la cadena, lo cierto es que es emocionante ser un eslabon más de ella, vamos que, con el subidón, he mandao sms por mi madre (ella se apunta a todo lo que le digo) y otro por un zagal que anda lejos pero está tan cerca, o sea que somos tres más. Vincularse con las venas de Gaia me hace sentir más humano, más amante de una maravillosa Tierra que tengo el privilegio de habitar por un tiempo, sabiendo que antes hubo otros en ella y después los habrá. Te recomiendo abrigarte y hacer un viaje épico a un lugar que necesitamos y que nos necesita.

Manolo Vílchez
Publicado en el blog En Ruta Solar de El Correo del Sol


GREENPEACE PRESENTA LA CAMPAÑA "SALVAR EL ÁRTICO ES SALVAR MUCHO MÁS", QUE MUESTRA LOS EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN ESPAÑA

- La subida del nivel del mar, la pérdida de biodiversidad, el aumento de temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos serán algunos de los efectos del cambio climático en península e islas.

- Una treintena de personalidades se han comprometido con la campaña. Diez de ellos (Alejandro Sanz, Wyoming, Juan Ramón Lucas, Coque Malla...) han grabado un vídeo "desde el Ártico" para animar a unirse a la cadena por su protección. Hoy se han lanzado en www.salvaelartico.es

Greenpeace ha lanzado hoy la campaña "Salvar el Ártico es salvar mucho más", en la que se muestran los efectos que tendría su desaparición, a pesar de que nos separen más de 5.000 kilómetros de distancia. La organización ha presentado el informe El Ártico y los efectos del cambio climático en España, donde se destacan algunas de las posibles consecuencias de la desaparición del hielo marino y continental del Ártico en el mundo y sus potenciales efectos. El informe evidencia la retroalimentación entre el cambio climático y el deshielo en el Polo norte. Si las temperaturas mundiales aumentan más de 2ºC, no solo el Ártico desaparecerá, sino que la Península Ibérica y sus dos archipiélagos se enfrentarán a pérdidas de especies, aumentos de plagas y en general, posibles impactos en importantes sectores económicos.

Por todo ello, Greenpeace lanza a través de www.salvaelartico.es el proyecto de formar una gran cadena humana para pedir que en la Asamblea General de Naciones Unidas se declaren las aguas internacionales del Ártico como espacio protegido con prohibición de actividades de explotación petrolífera y pesca industrial. Los que quieran unirse pueden mandar un sms con "Ayuda Ártico" y recibir una geolocalización para meterla en la web y visualizar el lugar "simbólico" del Ártico que protegen. Los primeros en unirse a esta cadena y "viajar" al Ártico han sido Alejandro Sanz, Juan Ramón Lucas, Wyoming, Thais Villas, Gonzo, Dani Mateo, Coque Malla, Rebeca Jiménez, Sergio Peris-Mencheta y Nicolás Coronado.

Según el informe, el Ártico podría quedar libre de hielo marino durante el verano dentro de 10 ó 20 años. Los efectos paralelos a la desaparición del Ártico que Greenpeace ha analizado en base a pronósticos son:

- Efectos en flora y fauna. Los modelos bioclimáticos predicen que, a lo largo del siglo XXI, el 50% de especies forestales como el abeto o la encina evolucionan hacia una situación crítica, incluso con riesgo de desaparición pasada la mitad de siglo. Por ejemplo, el alcornoque y la dehesa extremeña es una especie con un futuro crítico en casi toda su área de distribución, desapareciendo a mediados de siglo de Cataluña. Por otro lado, Greenpeace señala la desaparición del hábitat potencial del oso pardo en Asturias, León, Cantabria o Pirineos entre 2041 y 2070.  Además, especies exóticas o invasoras como las medusas o el mejillón cebra, que ya causan estragos en el levante o el delta del Ebro, podrán tener unas temperaturas muy favorables para su expansión.

- Impactos en sectores económicos. Los impactos en la agricultura se sienten con especial intensidad en la región Mediterránea. La combinación de temperaturas cada vez más altas y los cambios en el ciclo hidrológico presentan ya un grave problema. Por ejemplo, los procesos de maduración de la uva para el vino se verán afectados y con ella la calidad de los vinos. Otro de los sectores económicos que se vería afectado sería la industria del turismo. Para el turismo de interior, en un escenario entre 2070 y 2100 podría verse reducido la idoneidad climática para turistas en primavera y verano a tan solo la mitad norte de la península. Y para el turismo de nieve, Greenpeace destaca la pérdida de las estaciones de esquí por debajo de los 2.000 metros de altitud entre 2020 y 2050. Siendo para estas fechas sólo posible la práctica de este deporte en algunas estaciones del Pirineo.

- Escenarios de alto riesgo. Algunos de los posibles efectos pronosticados para este siglo tendrán consecuencias directas en los planos social, económico y sanitario. Son, por ejemplo, el aumento de la mortalidad asociada a las olas de calor y frío (que se estiman cada vez más duraderas), los impactos directos derivados de fenómenos meteorológicos extremos (inundaciones, grandes incendios forestales,..), el deterioro de la salud vinculada al aumento de la contaminación atmosférica o las enfermedades alimentarias o infecciosas transmitidas por vectores que antes no sobrevivían. Además, los grandes incendios forestales de más de 500 hectáreas quemadas son más frecuentes  y aumentarían su ratio para el horizonte 2071-2100. Por último, enfermedades infecciosas podrían acelerar el tiempo de incubación del mosquito tigre  y su capacidad vectorial de infección y se crearían las condiciones favorables para que el mosquito de la malaria reapareciese en zonas como las del delta del Ebro.

El deshielo del Ártico provocado por el cambio climático agrava a su vez las consecuencias del cambio climático en todo el mundo y en España, ya que:

- El hielo ártico es reflectante de la luz del sol, de forma que, al desaparecer, más calor solar es absorbido por el océano y distribuido por el planeta.

- El Ártico regula la corriente oceánica o termohalina que distribuye la temperatura del mar de los océanos.

- La alteración del Ártico produce alteraciones en los patrones climáticos, a través de la corriente de chorro, que producen bloqueos en eventos meteorológicos extremos como tormentas o sequías.

- El deshielo libera gases de efecto invernadero como el metano.

En 2011 ya se había perdido el 75% del hielo marino del ártico en temporada estival, en comparación con los niveles máximos existentes desde que se tienen datos por satélite (1979).

Aunque la recomendación científica es de mantener el calentamiento global por debajo de un aumento de los 2ºC o incluso por debajo de 1,5ºC, está la realidad de que el aumento de la temperatura media global es ya de 0,7ºC, alcanzando en Europa los 0,9ºC y en España 1,5ºC. Con ese aumento de temperaturas el Ártico helado desaparecerá en verano. Y, a su vez, nuestro país se enfrentará a un importante aumento de la temperatura media estacional, siendo este máximo en verano (de hasta 6ºC), y mínimo en invierno (entre 2 y 3ºC).

"Tenemos que ser conscientes que, al salvar el Ártico, salvaremos mucho más. Es la batalla medioambiental más importante del momento porque está en juego uno de los pocos lugares del planeta donde aún existe un equilibrio medioambiental y porque lo que suceda en el Ártico nos afecta a todos", ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña del Ártico. "Si logramos frenar el deshielo del Ártico y proteger sus aguas internacionales, frenaremos algunas de las consecuencias que la actividad humana está causando en todas los rincones del planeta".

La 'bestia' del clima


Foto: Isaac Hernández

"Soy la bestia del clima y estoy hambrienta"... La "bicha" en cuestión en una serpiente ornamental y vengativa, colgada a la entrada del despacho de Wallace Broecker -"Wally" para los amigos- el científico que en 1975 acuñó el término de "calentamiento global" en un famoso artículo en la revista "Science".
     
"Wally" posa con el látigo para simbolizar, ni más ni menos, lo que estamos haciendo los humanos con las emisiones de CO2, y ya pueden pensar lo que quieran los "escépticos" del clima...
El prestigioso geoquímico de 81 años, miembro de la Academia Nacional de las Ciencias, galardonado con el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, admite que la credibilidad de los científicos ha sufrido un duro revés en estos últimos años, pero vaticina que la cruda realidad acabará llevándose por delante a todos lo que aún dudan si el planeta se está calentando.
        
Desde su observatorio acristalado en el campus de Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, "Wally" Broecker pudo comprobar y padecer los efectos devastadores del Sandy a su paso por Nueva York. El científico en el que converge la "tormenta perfecta" del conocimiento del planeta -geoquímico, oceanógrafo, paleoclimatólogo- confía en que sus compatriotas abran los ojos y que los políticos pase finalmente a la acción ahora que uede volver a hablarse del "calentamiento global"".
      
"Es cierto que usé ese concepto en el título de una investigación publicada en "Science", allá por 1975, pero no sé si fui realmente el primero", recuerda Broecker. "La teoría llevaba rodando desde el siglo XIX. El científico sueco Svante Arrhenius fue de los primeros en formularla de una manera muy elemental: quemando combustibles fósiles se calienta el planeta."
    
¿Cambio climático o calentamiento global? "Cambio climático es un concepto muy nuboso y difuso. Yo sigo defendiendo y creyendo en "calentamiento global" porque obedece a un principio de física: si seguimos aumentando los niveles de CO2 en la atmósfera, el planeta se va a calentar, nos guste o no nos guste, más tarde o más temprano".
     
Los "escépticos" sostienen sin embargo que después de 1998, cuando se registró la temperatura récord, entramos en una fase de "enfriamiento global"... "Estamos en todo caso en una fase estacionaria", precisa el científico del clima. "El calentamiento no se produce de una manera gradual, sino que pasa por muchas fases abruptas. Pero es muy posible que dejemos pronto atrás este ciclo y entremos en una fase de calentamiento natural que, mezclado con los niveles crecientes de CO2 en la atmósfera, pueda llevarnos a un aumento realmente alarmante de las temperaturas".
     
"Aunque si miramos hacia atrás, si vemos lo que ha sucedido desde 1976 y ponemos en contexto la evolución global de las temperaturas, no hay vuelta de hoja", advierte Broecker. "El hielo del Artico se está derritiendo y los insectos en nuestro jardín nos están confirmando la sospecha. Es evidente que el planeta se está calentando y que se va a calentar cada vez más".
     
Tanto como el calentamiento, a Broecker le preocupa "la respuesta del planeta para compensar lo que está sucediendo". A eso se refiere precisamente cuando habla de la "bestia" del clima... "Estamos ante un animal, capaz de actuar de un modo imprevisible y violento, sobre todo si los humanos la azuzamos con un palo, que es lo que estamos haciendo... Los sistemas terrestres tienden a responder de una manera amplificada. Los pequeños impactos pueden dar pie a grandes respuestas "naturales" como las que estamos viendo estos últimos años".
    
Los humanos, advierte "Wally", estamos empujando el clima hacia un territorio en el que no ha estado durante un largo tiempo..."Estamos avanzando hacia un planeta sin hielo. Somos como un hombre ciego que camina por una llanura, a sabiendas de que hay un acantilado. Pero no tenemos una idea clara de dónde está y por eso no sabemos hasta qué punto preocuparnos".
      
En su despacho, como si fuera una encrucijada, Broecker tiene una señal de direcciones múltiples, marcando lo que nos espera con distintos niveles de CO2... "Hay gente que dice que el límite seguridad está en las 450 partículas por millón (ppm) y que podemos parar en ese punto, pero yo lo veo muy difícil al ritmo que van las cosas. Nos estamos aproximando ya, y avanzamos de un modo preocupante. Yo creo que va a ser muy difícil pararse en los 600 si no hacemos urgentemente algo y seguimos funcionando con la inercia de estos últimos treinta años".
     
Ahí entra en serias discrepancias Broecker con su colega en Columbia, el climatólogo de la NASA James Hansen (a quien le reservamos este mismo espacio en una semana). Hansen sostiene que el límite de seguridad para evitar un aumento peligroso de las temperaturas es 350 partículas por millón y hace tiempo que ya lo dejamos atrás. Hansen declara la guerra abierta al carbón, mientras que Broecker propone capturar el CO2 para "mitigar el problema todo lo que podamos".
     
"Wally" ha entrado también en confrontación directa con Greenpeace y otros grupos ecologistas, a los que acusa de no ser "realistas"... "China, por más que avancen las energías renovables, va a seguir abriendo centrales térmicas de carbón a un ritmo trepidante. Y lo mismo va a pasar en India y en otros países en desarrollo. Hay que afrontar esa realidad, precisamente diseñando métodos para capturar el CO2".
     
Broecker defiende pues la captura como la práctica más "natural" de mitigación... "En Europa, y en el este de Estados Unidos, hay muchas formaciones geológicas muy aptas para el almacenamiento de CO2. En países volcánicos y con una gran actividad sísmica como Japón, se puede bombear hacia las profundidades de los océanos. Al fin y al cabo, los océanos han sido sido hasta ahora los grandes sumideros del CO2, aunque el proceso es muy lento y las capas superficiales están ya en capacidad máxima de absorción".
     
"Wally" es partidario se soluciones que bordean ya la "geoingeniería" blanda, como el "depurador" diseñado parcialmente por él mismo y consistente en una tolva cónica y rellena con una fibra de plástico. "El aire entra por un lado con 400 ppm de CO2 y sale con 280 partículas por millón, la proporción que había en la era preindustrial", explica el científico. "Con miles de dispositivos como éste, a gran escala, seríamos pues capaces de retener hasta el 30% del CO2.
      
¿Y no sería más razonable volcar todos los esfuerzos en acelerar el tránsito hacia las energías renovables? "Creo que la gente tiene una medida poco realista de la capacidad de las renovables a corto plazo. Haría falta una movilización como la que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial para suplantar el actual entramado energético por otro totalmente distinto. El futuro es de la energía solar, no me cabe duda, pero tardaremos posiblemente cien años en garantizar todo nuestro suministro con el sol".

Carlos Fresneda

El Cryosat-2 detecta grandes variaciones en el espesor del hielo en el Ártico


  • El satélite de la ESA ha hecho el primer mapa de la densidad del hielo polar
  • ENLACE A VIDEO
El satélite Cryosat-2, lanzado hace dos años por la Agencia Espacial Europea (ESA) con la misión de elaborar el primer mapa fiable de la densidad del hielo en los casquetes polares, ha confirmado la existencia de grandes variaciones en el espesor de la capa helada del océano Ártico.
Las mediciones se efectuaron entre octubre del 2010 y marzo del 2011 y sirven de complemento a los datos sobre el deshielo acelerado en superficie detectado en el último medio siglo, y particularmente en la última década.
"No estamos aún en condiciones de poder asegurar si las oscilaciones son estacionales o si se pueden relacionar con el cambio climático", advirtió sin embargo Volker Liebig, director del Programa de Observación Terrestre de la ESA, durante la presentación del primer mapa del espesor del hielo del Ártico en la Royal Society de Londres.

Su misión: determinar el efecto del cambio climático

"Necesitamos los datos durante dos o tres años para averiguar si existe realmente una tendencia", agregó Liebig. "La misión fundamental del satélite va a ser precisamente ésa: derterminar de qué manera el banco de hielo del Ártico responde al cambio climático".
"Lo que está claro es que el Cryosat-2 se va a convertir en una herramienta imprescindible para conocer mejor esta región tremendamente sensible", concluyó Liebig. "En esta zona se encuentran entre el 15% y el 20% de las resevas mundiales de petróleo y gas, y las presiones geopolíticas van a ser muy grandes en los próximos años".
El Cryosat-2, similar al aparato perdido durante su lanzamiento en el 2005, orbita a 700 kilómetros sobre la superficie de la Tierra y está dotado de un altímetro que permite efectuar mediciones muy precisas del grosor de la capa flotante de hielo en el Ártico y sobre las superficies de Groenladia y la Antártida.
"El hielo en el Ártico está disminuyendo y ése es un hecho ya probado", declaró por su parte Duncan Wingham, director ejecutivo del National Environment Research. "La misión Cryosat nos va a permitir registrar con mayor precisión la pérdida del volumen y conocer mejor la dinámica. Las mediciones en tierra y en avionetas a escasa altura no nos permitían la visión completa que ahora empezamos a tener gracias a este satélite, que podemos considerar como el 'guardián' del hielo".
Carlos Fresneda (Corresponsal) | Londres