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El pura sangre de los “bonus”

“Ver perder a mis caballos es como echarte una vomitona encima en una entrevista de trabajo”


1964. Nace en Nebraska (EEUU). Se traslada con su familia a Massachuessets. 1985. Master en Finanzas por la Creighton University. 1990. Trabaja en el Banco de Boston y el Banco de Nueva Inglaterra. 1994 Ficha por el Barclays y asume el cargo de jefe operativo de Inversiones Globales. 2002. Se casa con Sussanah, su esposa inglesa. 2008. Se convierte en la mano derecha de Bob Diamond, ex director ejecutivo del Barclays, en la adquisición de Lehman Brothers. 2010. Gana 44 millones de libras entre salario y bonos. Adquiere hasta 11 caballos de carreras en Irlanda, entre ellos Fiebre de Champagne y Gato Gordo con Sombrero. 2012 Asciende a director ejecutivo del área corporativa y de inversion del Barclays. 2013 Recibe un bono de 18 millones de libras el mismo día en que el secretario del Tesoro George Osborne presenta un Nuevo presupuesto de la austeridad.


LONDRES.- Llamarse Rich Ricci es algo que sin duda marca. Estaba claro que este norteamericano con sangre italiana iba a ser rico tarde o temprano, sin importarle mucho el modo y el lugar. Desde hace casi dos décadas vive Inglaterra, aunque viaja casi todas las semanas a Irlanda en su avión privado para ver correr a alguno de sus once caballos, cuyos nombres hacen honor al estrambótico dueño: Gato Gordo con Sombrero, Fiebre de Champán, El Día de tu Vida…
     
Rich Ricci no se ha escapado del Gran Gatsby; es más bien un hijo de la codicia del siglo XXI. Ahí donde le ven, vestido como un perfecto “gentleman” o como un capo mafioso (su atuendo se presta a todo tipo de interpretaciones) se dejó caer recientemente por las carreras de Cheltenham, dando rienda suelta a su pasión equina.
     
Entre semana, eso sí, Rich Ricci ejerce como respetable director ejecutivo del área corporativa y de inversiones del Barclays. Anteayer, cuando el secretario del Tesoro George Osborne anunciaba otro año de austeridad para el común de los británicos, este señor con sombrero se embolsaba un “bono” en acciones de 17,6 millones de libras (20,6 milones de euros). O lo que es lo mismo, 656 veces más que el salario medio de los británicos.
       
Razones tiene Rich Ricci para reírse de la crisis a mandíbula batiente. En el 2010 batió todos los récord con un total 44 millones de libras de ingresos entre sueldo y bonos (unos 51 millones de euros), por encima de su entonces jefe, el defenestrado Bob Diamond.
      
Diamond dimitió como consecuencia del escándalo del Libor, la manipulación del tipo de interés interbancario. Barclays fue multado el año pasado con 290 millones de libras por su papel en el oscuro episodio. El banco ha anunciado este año que recortará 3.700 puestos de trabajo (1.800 en su rama de inversión) como parte de una revisión estratégica. Y sin embargo Rich Ricci y compañía siguen viendo la galopada de la crisis desde la tribuna de honor.
     
Aunque lo cierto es que el banquero vive en una casa relativamente modesta de poco más de un millón de libras y seis dormitorios en Kent. La comparte con su esposa inglesa, Sussanah, con quien comparte su pasión equina. Cualquiera diría que todo el dinero se les va en caballos: entre los dos sumán treinta ejemplares, cuidados con mimo por los legendarios Willie y Jackie Mullins en las afueras de Dublín.
       
“A menudo me llaman los preparadores ingleses preguntándome que por qué no les entreno aquí”, confesa Rich Ricci al Racing Post hace apenas dos meses. “Lo cierto es que me encantan las carreras en Irlanda. La gente es fantástica, la atmósfera es muy Buena y los premios son muy atractivos”.
        
Así que las carreras, para Rich Ricci, son un modo de apostar por el caballo ganador, que no siempre es el suyo. “Ver perder a uno de mis caballos es como echarse una vomitona encima en una entrevista de trabajo”, confesaba en la insólita entrevista, una de sus contadísimas apariciones en la prensa.
     
“Lo único que sabemos de él es que es calvo y que hace el trabajo sucio”, confiaba al diario The Independent una fuente interna del banco. Hasta el 2008, cuando participó mano a mano con Bob Diamond en la adquisición de Lehman Brothers, su perfil había pasado casi inadvertido: un título menor en Finanzas la Creighton University, dos trabajos anteriores en el Banco de Boston y el Banco de Nueva Inglaterra y poco más, hasta su llegada y ascenso fulgurante en las filas del Barclays en plenas vacas gordas, 1994.
       
Muchos pensaron que la caída de Diamond iba a arrastrar consigo a todos los Rich Ricci que siguen ocupando sus flamantes despachos en la City y en Canary Wharf, pero está claro que ese día aún no ha llegado. Mientras la Unión Europea planea poner un tope a los bonos bancarios, David Cameron y el alcalde Boris Johnson protegen a esta elite bancaria que sigue planeando con su parapente de oro sobre la crisis.
       
El clamor contra el banquero más “bonificado” no se ha hecho esperar. “Estamos ante un caso de extraordinaria codicia, si tenemos en cuenta toda la gente que ha sufrido por la crisis bancaria”, ha declarado el diputado laborista John Mann. “El bono de Rich Ricci es un insulto dirigido a todos los británicos”.

Carlos Fresneda, corresponsal en Londres
Publicado en la versión papel de El Mundo 22.3.2013

'Mueve tu dinero'

Pancarta de protesta ante la sede de Barclays en Londres.

   Pancarta de protesta ante la sede de Barclays en Londres.
  • Pretende usar el poder ciudadano para generar un cambio en el sistema
  • 'Los grandes bancos siguen actuando como si nada'
Michael Shepard quiso ser el primero en la cola del banco. A las nueve de la mañana, a la misma hora en que el Barclays anunciaba unos beneficios de 5.900 millones de libras (unos 7.000 millones de euros), Shepard daba por cancelada su cuenta corriente de poco más de mil libras en señal de protesta.

"No quiero ser parte de esta cultura, quiero que me devuelvan hasta el último penique", se lamentaba el profesor de 35 años. "No me gusta en que mi banco invierta mi dinero en armamentos o en asuntos sucios. Pero ahora me han dado la excusa definitiva: no quiero que mis ahorros vayan a engordar los 'bonus' millonarios que se reparten los banqueros".

Shepard no estaba solo en la cola. Tras él, unos cuarenta clientes del Barclays acudieron a la sucursal del Southhampton Row con la misma cantinela: "Queremos cerrar nuestras cuentas". "El servicio al cliente del banco es atroz, a ver cómo se portan", se lamentaba en la cola Leomi Potter, 25 años, también profesora. "La verdad es que llevaba tiempo queriendo dejar el Barclays, voy a experimentar una tremenda sensación de alivio".

Práctica nueva en Reino Unido

Sumándose a la cola -aunque sin intereses en el banco- Jessica Sinclair Taylor desplegó la pancarta de 'Move Your Money', la campaña que incita a "mover tu dinero" de los grandes bancos y desviar los ahorros a la banca ética, a las mutuas o a las cajas de ahorro. La singular iniciativa acaba de despegar en el Reino Unido, aunque lleva ya más de dos años circulando en Estados Unidos, donde se calcula que más de 10 millones de clientes han cancelado sus cuentas en los grandes bancos.
"¿Qué puede hacer el ciudadano medio para cambiar el sistema financiero?", fue la pregunta que lanzó ingenuamente la periodista Arianna Huffington (antes de la fusión con AOL) a un grupo de influyentes amigos a finales del 2009. La respuesta se la dio Rob Johnson, del Roosevelt Institute: "La gente puede mover su dinero".

"Sacar el dinero de un banco es algo más que una acción simbólica", sostiene Jessica Sinclair Taylor, recogiendo el testigo europeo del movimiento. "Nuestra idea es usar el poder colectivo que tenemos como ciudadanos para generar un cambio en el sistema. De alguna manera estamos 'votando' con nuestro dinero para que el sector bancario, que fue el que nos arrastró a la crisis y luego recibió miles de millones de dinero público, cambie de una vez por todas".

[foto de la noticia]
Robert Deakin y Porta Roelofs. | C.F.



                                          
Robert Deakin y Porta Roelofs. | C.F.

La 'paga antiausteridad'
Michael Shepard, el profesor 'mileurista', ayudaba entre tanto a completar el cartel informativo a la entrada del banco, con especial hincapié en el reparto de las jugosas primas entre los directivos y empleados: 1.500 millones de libras. La última casilla, la que corresponde al pedazo de la tarta que se lleva el director ejecutivo del Barclays Bob Diamond, se quedó finalmente en blanco.

"Estoy aquí para anunciar los resultados, y no para hablar de los bonus", dijo Diamond en la presentación del ejercicio del 2011. Se calcula que su prima podría superar los 3 millones de libras, de modo que sus ingresos anuales estarán por encima de los 11 millones de libras (12 millones de euros). A eso le llaman "paga antiausteridad".

"Los grandes bancos siguen actuando como si nada, mientras somos los ciudadanos quienes pagamos el precio de la crisis", se lamenta Porta Roelofs, estudiante universitaria, que la semana pasada retiró sus ahorros del Banco de Santander. "Lo cierto es que el banco me estaba exprimiendo, mientras que cada vez me cuesta más costearme los estudios. He metido mi dinero en el Cooperative Bank, porque me tratan mejor y al menos sé que tienen un compromiso ético".

Como tantos otros, y pese a no ser clienta del Barclays, Porta entregó en la ventanilla la petición de 'Move Your Money', expresando su "preocupación" y su "frustración" por el funcionamiento del sitema bancario y anunciando que animará a sus familiares y amigos para que "muevan" su dinero a otro banco.

El variopinto cortejo monetario convocó no sólo la atención mediática a la puerta del Barclays, también la de decenas de londinenses, entre la curiosidad y el despiste... "Yo tengo una cuenta en ese banco, ¿es que se van a quedar con mi dinero?", preguntó con un inquietud un paseante. "Tranquilo, te lo están quitando poco a poco", respondió otro, "y se lo están repartiendo como beneficios".

Carlos Fresneda (Corresponsal) | Londres