¡Que vienen los makers!


            Fotos: Isaac Hernández

El enigmático Mr. Jalopy huye de todas las etiquetas. Aunque si tuviera que definirse a sí mismo en pocas palabras lo haría tal que así: "Soldador experimental, trabajador de la madera, mecánico de bicicletas, tratante de neumáticos, reparador electrónico, bordador, diseñador industrial, vendedor de garaje, constructor, blogero y activista". En resumidas cuentas, un perfecto "maker"...
    
Estamos ni más ni menos que ante el pionero del movimiento que ha revolucionado Norteamérica. Este fin de semana, en San Mateo, en el corazón del Silicon Valley, más de 100.000 entusiastas del Do it Yourself (Hazlo tú mismo) se darán cita en el Makers Faire, con ramificaciones en Austin, Nueva York y Detroit.
    
A finales de junio, en Barcelona, tendremos la Minimakers Faire, aunque el gran salto europeo será el 3 de octubre en Roma, en el primer gran cónclave de los "hacedores" del viejo continente, impulsados por la fiebre tecnológica, el "boom" de las impresoras en 3-D, la producción en código abierto y ese renovado afán por reusar, reparar y compartir experimentos.
     
Y todo empezó aquí, en el taller de bicicletas de Riverside, donde el visionario Mr. Jalopy recibió un buen día la visita de Dale  Dougherty -hasta entonces dedicado a la publicación de libros técnicos- y Mark Frauenfelder, deseoso de darle un giro a su carrera tras haber vivido de primera mano el "pinchazo" de la burbuja tecnológica. 

   
Frauenfelder recuerda la visita al taller de Mister Jalopy donde ahora estamos como una experiencia iniciática... "Su garaje era la expresión personal de su filosofía. En su mundo particular, todos los objetos aparentemente inservibles adquieren un nuevo significado. Toda su vida gira en torno a reparar cosas o a inventar cosas nuevas a partir de lo que va comprando o recogiendo en otros garajes".
    
Aunque el propio Mr. Jalopy (que antes se llamaba Peter) intenta restarle méritos a su contribución a los Makers:  "Puede que la última chispa haya brotado aquí, pero la verdad es que la cultura del DiY (Do it Yourself) existe desde tiempos inmemoriales . La gente ha inventado siempre en sus garajes, en todos los vecindarios conocíamos al "manitas" capaz de arreglar cualquier cosa".
    
"Lo que ha cambiado ha sido la conciencia de grupo", reconoce Mr. Jalopy, en su mundo particularísimo (y sorprendentemente pulcro) de radios, pedales y llantas. "Somos muchos y, gracias a la tecnología, nos estamos multiplicando. Internet está cambiando el mundo más rápido de lo que pensamos: ya no nos limitamos a crear redes, ahora nos vemos las caras, compartimos conocimientos y fabricamos objetos tridimensionales". 

  
En la tribu de los "makers" convergen los inventores de toda la vida, los "nerds" de la tecnología, los genios de las electrónica, los programadores precoces, los mecánicos lunáticos, los artistas del bricolaje, los soñadores y creadores de todos los pelajes... Todos ellos se dan la mano en Mr. Jalopy, que cuenta entre sus inventos con el iPod más grande del mundo y con el triciclo videoproyector para sesiones de cine al aire libre.
    
"A los makers nos une un espíritu "punk", de "amauterismo" total", palabra de Mr. Jalopy. "No hay mejor manera de avanzar que aprendiendo de tus mismos errores, y en eso estamos. No competimos entre nosotros porque no se trata de patentar ningún invento, sino de compartir nuestros proyectos. Casi todos somos autodidactas y a casi todos nos mueve el mismo impulso de hermanar lo físico y lo digital".
     
Desde su taller en Los Angeles, Mr. Jalopy reivindica todas las erres posibles (reusar, reciclar, reconstruir) mientras da nueva vida a las bicicletas moribundas que caen en sus manos: "La mejor bici para el medio ambiente es la que ya existe, no la que está hecha con materiales nuevos... Hay un valor añadido en trabajar con lo que otras manos han moldeado, como si los objetos tuvieran alma y les diéramos nueva vida".
     
"Cuando tomamos la iniciativa recuperamos nuestra capacidad de aprendizaje, pensamos críticamente, asumimos riesgos"... El último reto del profeta de los "makers" es llevar esa mentalidad del DIY a los grandes fabricantes y revolucionar la manera en que producimos y consumimos: "Las compañías deben de empezar a ver a los clientes como "colaboradores", y sacar todo el beneficio posible a esa relación. La innovación no acaba en la cadena de montaje. ¡La innovación tiene que ser compartida!".
    
Aunque cuesta mucho sacarle de su taller, Mr. Jalopy se dejará caer probablemente estos días por San Mateo, para proclamar a micrófono abierto su Declaración de Derechos de los Makers, o para invitar al común de los mortales a sumarse con la llave inglesa al subversivo Manifiesto de los Auto-reparadores: "Reparar es mejor que reciclar. Reparar es salvar el planeta. Reparar es compartir y conectar"...

Carlos Fresneda
Publicado en el blg EcoHéroes de El Mundo.es

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