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Los republicanos sabotean la política ambiental de Obama

El republicano James Inhofe y la demócrata Barbara Boxer, senadores. | Brendan Hoffman/ Afp
  El republicano James Inhofe y la demócrata Barbara Boxer, senadores. | Brendan Hoffman/ Afp

  • "Nunca he visto nada que se parezca remotamente a esto"
  • Los republicanos quieren impulsar la Ley de Prevención de Tasas de la Energía
  • En última instancia, sus iniciativas se enfrentarán al veto de Obama
Se trata de la mayor ofensiva 'anti-verde' de las tres últimas décadas. Todos a una, congresistas, senadores y gobernadores republicanos han decidido sabotear no sólo la política ambiental del presidente Obama, sino todos los avances en la lucha contra la contaminación, prevención del cambio climático y protección de especies.
Con la excusa de los "recortes presupuestarios", espoleados por ola anti-Gobierno del Tea Party y por los "intereses especiales" (con mención de honor a los multimillonarios hermanos David y Charles Koch), los convervadores han torpedeado el Capitolio desde todos los flancos posibles.
"Nunca he visto nada que se parezca remotamente a esto", admite Sean Hecht, director ejecutivo del Centro para las Leyes Ambientales de la Universidad de UCLA. "El alcance de todas estas medidas es abrumador".

Contra la Agencia de Protección Ambiental

El principal objetivo de los republicanos es sin duda la Agencia de Protección Ambiental (EPA), cuyo presupuesto aspiran a recortar en un 30%. Esta misma semana, la mayoría republicana ha votado a favor de impedir que la EPA pueda regular las emisiones de CO2 de las centrales eléctricas y de las fábricas, una de las contadísimas medidas de prevención contra el cambio climático anunciadas por el presidente Obama. Los republicanos pretenden limitar también los poderes de la EPA para velar por la calidad de las agua o regular los niveles de mercurio en las emisiones tóxicas.
A falta de una ley del clima –saboteada hace meses en el Senado- los republicanos quieren aprovechar ahora su nueva mayoría en la Cámara de Representantes para impulsar la así llamada Ley de Prevención de Tasas de la Energía.
"Vamos a impedir de una vez por todas que se pueda poner en marcha un mercado de bonos de carbono", ha declarado esta misma semana el senador James Inhofe, alineado con los 'negacionistas' del clima. "Vamos a acabar con el régimen regulatorio de la EPA, que está poniendo un peso extraordinario sobre las empresas y pasando factura al consumidor americano... Dejemos que sea la gente la que decida cuál la política del clima que realmente nos conviene".

Una ofensiva de largo recorrido

La Casa Blanca ha sufrido ya de antemano los efectos de la ofensiva 'anti-verde'. A finales de enero presentó su dimisión como asesora de cambio climático y energía Carol Browner, la última 'empotrada' de Al Gore en la Administración Obama. Su puesto ha desaparecido de la noche a la mañana, como ocurrió con el de 'zar' de 'empleos verdes' tras la dimisión de Van Jones (víctima prematura de la campaña conservadora).
Otra de las voces más sonadas de la 'contrarrevolución' republicana es la del congresista californiano Devin Nunes, que se ha atrevido a comparar los "ecologistas radicales" con el radicalismo islámico. "En el nombre de Gaia o de la Madre Tierra, estos grupos actúan como auténticos cultos, extorsionando si hace falta a nuestras comunidades", ha declarado Nunes, metido hasta el cuello en la 'guerra del agua' del río San Joaquín y en la disputada protección del salmón (otro programa que quieren liquidar los republicanos).

La congresista california Barbara Boxer ha sido precisamente quien más ha levantado la voz estos días contra los recortes presupuestarios de los republicanos: "Están atacando por la puerta de atrás todas y cada una de las leyes ambientales que han marcado un hito a nivel nacional".
Muchas de las iniciativas propuestas por los republicanos han de pasar por el 'filtro' de la mayoría demócrata en el Senado y se enfrentan en última instancia al veto del presidente Obama, que ha advertido que los recortes presupuestarios no pueden dejar desprotegido el medio ambiente. Aun así, la estrategia republicana es muy clara: bombardear al mismo tiempo por todos los frentes para poder sacar adelante el mayor número posible de iniciativas.

En Idaho, Montana y Wyoming, entre tanto, el lobo gris está a punto de perder su condición de "especie protegida". En Virginia del Oeste, se suspenderán las medidas que puso en vigor la EPA para evitar que la minería del carbón pueda destruir montañas enteras. En Pensilvania se limitarán las restricciones para la busca de gas natural en los parques nacionales. Y en Wisconsin, en plena 'guerra' con los sindicatos, el gobernador Scott Walker ha suspendido la financiación de los programas de reciclaje del papel y del vidrio.

Carlos Fresneda. Nueva York

OBAMA DA MARCHA ATRÁS EN LA LUCHA CONTRA LAS EMISIONES CONTAMINANTES

 Barack Obama. | AFP
  • La EPA aplaza la entrada en vigor de las nuevas regulaciones contra el esmog
  • Podría cancelar sus planes para regular el CO2
La Administración Obama ha decidido dar marcha atrás en la lucha contra las emisiones cotaminantes ante la creciente presión de los republicanos. La Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) acaba de anunciar un retraso de al menos seis meses en la entrada en vigor de las nuevas regulaciones contra el esmog y el mercurio.
La EPA podría dejar también en el alero sus planes para empezar a regular las emisiones de CO2 en las centrales térmicas y en las plantas industriales a partir del 2 de enero, el único y tímido avance logrado hasta la fecha por Obama en la lucha contra el cambio climático.
La noticia ha provocado la reacción airada de los grupos ecologistas, en contraste con los elogios de la industria, encabezada po el Instituto de Petróleo Americano y la Asociación Nacional de Fabricantes, que han ensalzado la decisión de Obama de apostar "por el crecimiento económico frente al proceso regulatorio".
"La EPA está asustada ante la nueva mayoría republicana en la Cámara de Representantes", ha denunciado Frank O’Donnell, presidente del Observatorio del Aire Limpio (Clena Air Watch). "Y Obama ha dado ya entender que no le importa enfrentarse con su base, con tal de llegar a compromisos con sus adversarios para poder ser reelegido".
"No vamos a permitir que la EPA regule lo que han sido incapaces de legislar", ha advertido por su parte el congresista republicano Fred Upton, que ejercerá como presidente del Comité de Energía a partir de enero. Upton promete declararle la guerra personal a la directora de la EPA, Lisa Jackson, cuya permanencia en el puesto se ve seriamente comprometida por las presiones de los republicanos.
Desde el 2009, Jackson ha imprimido un giro drástico a la EPA, que bajó notablemente el listón de la protección del medio ambiente durante la era Bush. En vísperas de la cumbre del cambio climático, Jackson calificó por primera vez el CO2 y los gases invernadero como "una amenaza para la salud humana".

Boicot de los republicanos

Sus intentos de regular las emisiones han sido boicoteados sistemáticamente por los republicanos, que están forzando la máquina para evitar que las nuevas medidas entren en vigor el 2 de enero. Si los conservadores logran su objetivo, Obama no será capaz de cumplir siquiera los vagos compromisos de Copenhague y mucho menos impulsar la ley del cambio climático, varada en el Senado desde hace año y medio.
De momento, las presiones de los republicanos han servido para aplazar al menos seis meses la entrada en vigor de las nuevas leyes contra las emisiones contaminantes en las ciudades. La normativa contra el esmog aspiraba a rebajar el máximo nivel de ozono troposférico recomendable de 75 a 70 partes por mil millones.
El ozono, que protege la Tierra contra las radiaciones ultravioleta en las capas altas de la atmósfera, es sin embargo tóxico en las capas bajas y está considerado como uno de los principales causantes del esmog fotoquímico. Decenas de ciudades como Houston o Los Angeles se habrían visto obligadas a endurecer sus medidas anticontaminantes desde enero con la nueva normativa (cuyo coste estimado por la industria habría sido de 90.000 millones de dólares).
La segunda ley aplazada es la que pretendía fijar nuevos límites a las emisiones de mercurio en 200.000 calderas industriales y en decenas de plantas icineradoras. La EPA alega que harán falta nuevos estudios científicos de aquí a julio del 2011 (en el caso del normativa antismog) y hasta abril del 2012 (en el caso del mercurio) para determinar la puesta en marcha de la nueva normativa.

Carlos Fresneda, Nueva York

MAS DE 700 CIENTIFICOS NORTEAMERICANOS DESAFIAN A LOS "ESCEPTICOS" DEL CAMBIO CLIMATICO


.La Unión Geofísica Americana lanza una campaña de concienciación
.El ingeniero John Abraham crea una “equipo de respuesta rápida” del clima
.El 50% de los nuevos congresista republicanos no creen en el calentamiento global

La Unión Geofísica Americana (AGU), considerada como la mayor asociación mundial de expertos del clima, ha anunciado hoy el lanzamiento de una campaña de concienciación pública en la que participarán más de 700 científicos, para contrarrestar la ofensiva de los “escépticos” del calentamiento global.

Se calcula que el 50% de los republicanos elegidos en el nuevo Congreso de EEUU están alineados con los “negacionistas” del clima y se disponen a torpedear las iniciativas emprendidas en los dos últimos años por la Administación Obama, incluida la facultad de la Agencia de Protección de Medio Ambiente (EPA) para regular las emisiones de CO2.

Una segunda iniciativa, impulsada por el ingeniero John Abraham de la Universidad de Santo Tomás en Minnesota, pretende crear “equipos de respuesta rápida” para intervenir en los medios y contrarrestar la presencia de los “escépticos” en cadenas como la ultraconservadora Fox. De momento, 39 científicos –de Michael Oppenheimer a Richard Feely- han decidido sumarse a la iniciativa.

“El 97% de los científicos del clima cree que existe un problema”, escribe Abraham, en una carta 
abierta publicada hoy por The Guardian. “El público tiene derecho a saber que los pocos científicos que están en desacuerdo no han sido capaces de invalidar la opinión mayoritaria ni han propuesto una alternativa a la contribución de la actividad humana al calentamiento del planeta”.

“La ciencia y la política no se pueden divorciar”, declara por su parte a Los Angeles Times el físico Scott Mandia, de la Universidad de Suffolk County en Nueva York.
“Necesitamos tomar medidas audaces no sólo para comunicar la ciencia, sino para responder agresivamente a los negacionistas y a los políticos que intentar suprimir la ciencia”.

La campaña emprendida por los 700 científicos de la Unión Geofísica Americana (AGU) se produce también como respuesta a los últimos sondeos que demuestran el escepticismo creciente de los norteamericanos hacia el cambio climático: el 40% no lo considera como una “amenaza seria” y tan sólo el 55% cree que la actividad humana pueda contribuir a un aumento global de las temperaturas.

“Ha habido mucha desinformación sobre el clima, y eso explica la decisión de muchos científicos de afrontar el tema de cara a la opinión pública”, declara Jeffrey Taylor, investigador del Centro 
Nacional para la Investigación Atmosférica de Colorado.
Cuatro congresistas republicanos, todos ellos “escépticos” (Fred Upton, John Skimkus, Joe Barton y Cliff Stearns), se disponen entre tanto a relevar el Comité de Energía al demócrata Henry Waxman, artífice de la Ley del Clima que fue aprobada por la Cámara de Representantes y que se estrelló contra el muro insalvable del Senado.

Carlos Fresneda, Nueva York
Publicado en El Mundo

EL PETRÓLEO VERTIDO EN EL GOLFO DE MÉXICO SE HA DEPOSITADO EN EL FONDO MARINO

Un grupo de científicos analizan las costas en Lousiana. | Afp
  • Hallan grandes cantidades de crudo en un cañón submarino
  • 'Los dispersantes han hecho que el petróleo se deposite en aguas profundas'
  • BP confía en acabar esta semana los dos pozos de 'alivio'

Grandes cantidades de petróleo del vertido el Golfo de México se han depositado en el fondo marino y a gran distancia del pozo accidentado de BP, según un estudio de la Universidad del Sur de Florida (USF) que será hecho público hoy.

"Los dispersantes han hecho que el petróleo se deposite en aguas profundas, donde puede afectar al fitoplancton y a la vida marina", advierte el microbiólogo John Paul, de la USF, en declaraciones a la CNN y en anticipo de la investigación que ha encontrado restos de crudo en el fondo de una cañón submarino en Florida y a más de sesenta kilómetros de distancia del área supuestamente afectada por el vertido.

Las manchas de petróleo halladas a lo largo del Cañón de Soto han sido analizadas y concuerdan con las características del crudo vertido frente a las costas de Luisiana. "El plancton y otros organismos en la zona han reaccionado de una manera fuertemente tóxica al petróleo", añadió el científico de la USF.

El hallazgo ha sembrado la inquietud entres los pescadores locales, ansiosos de volver a la faena precisamente en aguas cercanas al Cañón de Soto, un valle submarino que se extiende a lo largo de más de 100 kilómetros y en forma de "ese" frente a la costa este del Golfo de México.

"El petróleo no está concentrado, sino diseminado en múltiples y pequeñas gotas de muchos tamaños", atestigua el oceanógrafo y químico David Hollander, que no duda del papel jugado por los dispersantes. "Es como una constelación de pequeñas manchas".

Se calcula que la compañía BP ha usado cerca de ocho millones de litros de dispersante. La propia BP ha admitido que los dispersantes hacen que el petróleo se "rompa" en gotas pequeñas que pueden ser "digeridas" por los microbios. La Agencia de Protección de Medio Ambiente (EPA) reclamó a la compañía que dejara de usar dispersantes en la boca del pozo, ante el temor de que el petróleo pudiera depositarse en el fondo o en capas submarinas.

El informe de la USF se hace público cuando faltan apenas tres días para que se cumplan los cuatro meses desde el vertido. La compañía BP confía en completar esta semana los dos pozos de "alivio" que servirán para capturar el crudo que aún queda en el pozo accidentado, después de derramar más de 800 millones de litros de petróleo.

Carlos Fresneda (E. Especial) | Nueva Orleans
Publicado en El Mundo.es América
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2.000 CIENTIFICOS Y ECONOMISTAS PIDEN ACCION CONTRA EL CAMBIO CLIMATICO EN EEUU


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.El 48% de los norteamericanos cree que la amenaza del calentamiento global se ha “exagerado”

.Al Gore urge a los ecologistas a hacer causa común frente a “la coalición de los negacionistas”


Dos mil científicos y economistas norteamericanos han dirigido una carta al Senado pidiendo una acción urgente para reducir las emisiones de gases invernadero. La petición ha coindicido con el último sondeo de Gallup que refleja un creciente escepticismo en la opinión pública: el 48% de los estadounidenses considera que la amenaza del cambio climático ha sido “exagerada”.

El 53% de la población considera que el calentamiento global esa “real” (la proporción más baja en la última década) y tan sólo el 32% cree que sufrirá las consecuencias directas del calentamiento de la atmósfera.

Alertados por el cambio de percepción en la opinión pública, los dos mil científicos –entre ellos, ocho premios Nobel- ha dirigido la misiva al Senado urgiendo la aprobación de la ley de clima, que lleva ocho meses en el dique seco.

“Urgimos a los líderes de nuestra nación a que pongan en marcha las políticas para la reducción de las emisiones”, escriben los científicos. “La evidencia de la ciencia del clima nos obliga a alertar a la población sobre las irreversibles consecuencias si las temperaturas siguen subiendo”.

La carta se produce también como reacción en respuesta la reciente decisión por parte de la ONU de crear un panel independiente que revisará el último y cuestionado informe del Comité Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)
. Los científicos expresan finalmente su preocupación por la decisión de varios estados –como Texas, Virginia y Alabama- de ceder a las presiones de los “lobbys” del carbón y del petróleo y desafiar en los tribunales la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para regular las emisiones de CO2.

“La “coalición de los negacionistas” ha logrado alterar la percepción de la gente”, admite por su parte Al Gore, entrevistado hoy en las páginas de “El Mundo”. “Tan sólo en el último año se han gastado 500 millones de dólares en anuncios de televisión... Están usando la misma estrategia que la industria del tabaco cuando intentaban convencernos de que los cigarrillos no eran nocivos para la salud.

Gore reconoce el daño causado al movimiento del cambio climático por el fiasco de la cumbre de Compenhague, por el escándalo de los emails pirateados de la Universidad de East Anglia y por las incorrecciones detectadas en el informe del IPCC del 2007 sobre la desaparición de los glaciares del Himalaya.


El autor de “Una verdad incómoda” y “Nuestra Elección” hace sin embargo un llamamiento a la unidad y a la persistencia del movimiento ecologista: “Tenemos que hacer frente a la operación masiva de los negacionistas, pero estoy seguro de que al final tendremos éxito”. El propio Gore se ha aplicado el cuento y ha decidido fundir el trabajo de Alianza por la Protección del Clima, con sede en Washington, y The Climate Project, con ramificaciones en ocho países (entre ellos España).


Carlos Fresneda, Nueva York

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¡ SALVEMOS LOS APALACHES !

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Estudio 'Consecuencias de la Extirpación de Montañas'
  • Se ha arrasado montañas enteras de más de 480 millones de años
  • Virginia del Oeste y Kentucky, los dos estados más afectados
Un equipo de científicos, capitaneados por las biólogas Margaret Palmer y Emily Bernhardt, ha sacado a la luz el brutal impacto ecológico de las minas de carbón a cielo abierto en el este de Estados Unidos y acaba de lanzar un S.O.S. desde las prestigiosas páginas de Science: “¡Salvemos los Apalaches!”.

El estudio concluye con una petición a la Agencia de Medio Ambiente (EPA) y al Cuerpo de Ingenieros del Ejército para que no autoricen nuevos proyectos de “extirpación de montañas” (“mountaintop removal”) hasta que se revisen a fondo los controvertidos métodos de extracción y se valore el impacto en la salud ambiental y humana.


Desde 1960, cuando se concedieron los primeros permisos, se calcula que unas 500 montañas han sido “extirpadas” para facilitar el acceso al carbón en superficie (un método menos costoso y más seguro que el de las tradicionales minas subterráneas). Virginia del Oeste y Kentucky son los dos estados más afectados, aunque la práctica se ha extendido por todo el espinazo de los Apalaches y ha arrasado montañas enteras de más de 480 millones de años.


"La evidencia científica del severo impacto en el medio ambiente y en la salud humana es fuerte e irrefutable”, concluye Margaret Palmer, de la Universidad de Maryland. “Los efectos de esta práctica minera son irreparables y duraderos, y ninguna técnica de mitigación puede reparar los daños”.


“Los productos químicos que se liberan a los cauces constienen una variedad de iones y metales que son tóxicos para muchos organismos”, apunta pot su parte Emily Bernhardt, de la Universidad de Duke. “Así se explica la reducción de la biodiversidad en los valles”.


El estudio, titulado “Consecuencias de la Extirpación de Montañas”, concluye que la polémica práctica minera conduce a la reforestación irreversible, altera gravemente los ecosistemas, entierra y contamina los acuíferos y emite al aire sustancias contaminante susceptibles de causar graves enfermedades pulmonares en las poblaciones cercanas.


El informe ha dado alas a campañas como Plundering Appalachia, I Love Mountains o Coal River Mountain Watch. Con el apoyo de Robert Kennedy y del Sierra Club, decenas de asociaciones han pedido al presidente Obama que prohíba la “extirpación” de montañas y no ceda a las presiones del lobby del carbón, que genera aún el 50% de la energía en EEUU (y es responsable del 30% de las emisiones de CO2).


Jeff Biggers, autor de “Estados Unidos de los Apalaches”, ha puesto el contrapunto político y poético a la petición: “La extirpación de montañas es un crimen contra la naturaleza y contra la ciudadanía y merece ser abolida, y no regulada”.


Carlos Fresneda, Nueva York

Publicado en Ciencia de El Mundo

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