TERESA BLASCO, ARQUITECTA DECATHLETA SOLAR

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Ha participado con el equipo de su universidad en la competición de viviendas sostenibles Solar Decathlon

Eran las nueve en punto de la mañana del último día de la competición de casas energéticamente autosuficientes Solar Decathlon Europe (SDE), que ha llenado un trozo de la madrileña ribera del Manzanares con una aldea de 17 proyectos reales: casas generadoras de electricidad limpia, confort térmico y sensacionales vivencias para participantes y visitantes, todo sin emisiones y alta eficiencia energética.
En la puerta de su casa nos recibe Teresa Blasco, ingeniera de Diseño Industrial y arquitecta en ciernes, ya que está trabajando en el proyecto fin de carrera. Tiene 24 años y es valenciana. La CEU Cardenal Herrera es su universidad y la SMLHouse, la ecovivienda que comparte con más de 30 compañeros de estudio. Sus siglas tienen que ver con la virtud de la modularidad y con la nomenclatura de las tallas textiles: Small, la más pequeña, la Media y la Large, la grande. Su proyecto de vivienda real es una casa que crece. 

Con sonrisa atenta que denota satisfactorio cansancio, Teresa, junto a sus compañeros, ha presentado el proyecto de vivienda solar que le ha ocupado más de un año y medio, y luego los diez días sin parar que culminan del Solar Decathlon Europe. A ellos hay que añadir los diez días de la construcción previa. Es decir, del tráiler al suelo, y de éste, hacia el cielo, encarando bien la orientación de los diversos paneles y captadores solares. Ella ha sido la responsable de la viabilidad de mercado del proyecto, además de participar en el diseño y, por supuesto –con casco, guantes y chaleco–, en ponerla a punto para la competición y el disfrute del abundante público visitante.

Sentada sobre la esquina de la jardinera, con un pajarillo en las cercanías repartiendo sinfonías de lo vivo, ella representa el espíritu de los decathletas, héroes y heroínas solares, ciudadanos veinteañeros de muchos países del mundo: los chinos del bambú y las formas, los maderables topten filandeses, los finos y resolutivos alemanes, lo curtidos americanos –el equipo de la Universidad de Virginia fue el ganador–, los prácticos franceses, los enérgicos españoles, con catalanes atrevidos... En realidad, todos los participantes aunaron esos valores, porque derrocharon alegría, energía humana y trabajo en equipo, llenaron de cordura constructiva ese espacio de cómo vivir bien y cómodos utilizando la energía del sol. Y con tecnologías extrapolables a las viviendas y pisos ya construidos con poco o ningún criterio de sostenibilidad: como el aislamiento de las paredes, los principios de la bioclimática, asilvestramiento de patios y terrazas, diseñando formas simples y creativas y creando práctica belleza para el cobijo humano.

La casa de Teresa, diseñada para crecer, modulable y viable, fue la ganadora del Premio de Industrialización y Viabilidad de Mercado, para alegría personal, y que fue motivo de efusivos halagos. En las entregas diarias de premios, la atmósfera que invadía el certamen era la de un encuentro social único, un momento de reconocimiento para los activistas de la nueva y necesaria forma de hacer viviendas, un momento de la verdad esperado por todos los participantes. La SMLHouse quedó también la tercera en el Premio de Arquitectura y la cuarta en Ingeniería y Construcción. Fueron diez premios, uno para cada prueba, y de ahí lo de competición decathleta. 

Mientras Teresa me comenta los criterios empleados en la selección de materiales (los más altos en sostenibilidad) y los valores implícitos del proyecto sobre la prefabricación: portabilidad, adición y ensamblaje, las características del patio y la envolvente de la casa como un contenedor de todos los sistemas, sin olvidar lo más importante, el habitar con calidad.
Llegamos a la cocina, y uno, que tiene debilidad por los temas culinarios, pregunta curioso cómo lo han resuelto. Algún día todos cocinaremos con el sol, vía eléctrica. Y, en estas casas, así es, pero Teresa sorprende cuando comenta lo del horno solar que han empleado y que no está a la vista. Y como tengo pasión patológica por todo lo que el Sol puede hacer por procesar alimentos, convierto el momento en puro estallido de emociones energéticas. Al poco, Teresa abre la trampilla donde está el sistema de impulsión del aceite, que, calentado con un sistema bloque de concentradores, está oculto en la cubierta de la casa: baja el calor del Sol a un depósito desde donde se impulsa y hace que la energía calorífica solar llegue a la envolvente de la caja del horno en la estilizada cocina interior.

Aquí,el diseño ha dado un paso casi único en el mundo, y la unión entre universidad y empresa está muy cerca de presentarle al mercado un sistema para cocinar con energía limpia. Para esto, además, sirve el SDE, para atreverse a probar en el presente lo que pueden ser soluciones de bajo impacto en el futuro próximo.
El SDE, más allá de la competición, bien vale atenciones: quienes lo han hecho mejor, y también quienes lo han intentado en cada punto del proceso, camino de la excelencia de las estructuras, no sólo son admirables, sino también un obsequio para los buscadores que hayan sentido en su interior la belleza y lo posible de un mundo de bajo impacto. 

Noticia fresca y que anticipa la anfitriona es que las casas de la Villa Solar han producido casi el triple de energía de la que han consumido en los diez días del concurso, y la suya está en esa posición. O sea, que han regalado a los vecinos del barrio una parte de la energía eléctrica que consumen, ejemplo claro de lo que podemos llegar a hacer: producir electricidad limpia incluso para regalarla mientras enfriamos el planeta sustituyendo calor electrofósil y nuclear.

En las cenas, dos noches para ocho comensales, Teresa estuvo junto a su compañero Antonio en labores de cocineros. En su mesa se ha sentado incluso el fundador de Solar Decathlon. Preparar una cena también puntuaba y los anfitriones invitaban a dos decathletas de las casas vecinas más próximas.
Cuenta Teresa que todas las casas son generadoras eléctricas limpias y renovables, cómodas y bonitas, prácticas y económicas (en su fase de futura industrialización a escala), experimentales para la realidad posible, y que todas cumplen con los propósitos de concienciar al público general sobre las energías limpias, la eficiencia energética y las tecnologías disponibles para ayudarles a reducir su consumo. Sirven para fomentar que las tecnologías solares se extiendan en el mercado, aprovechando el interés de los estudiantes por desarrollar tecnologías de eficiencia energética. Ayudan a sensibilizar a los estudiantes que participan sobre las múltiples ventajas y posibilidades del uso de energías renovables y de construcciones eficientes energeticamente. Permiten demostrar de forma palpable que se puede construir casas, perfectamente habitables y económicas, sin que la eficiencia energética afecte a las prestaciones ni al confort. 

En la SMLhouse, han recibido consejos de los profesionales que la han visitado. Y, como las demás, ha mostrado lo que la nueva generación de ecoprofesionales está haciendo ya por un futuro más limpio. No es poco que estudiando lleves todo tu potencial creativo a una realidad palpable. Por lo visto y sentido, cuánto podrían aprender de ello los que no construyen con criterios lógicos e inteligentes en cuestión de habitabilidad y eficiencia energética. 

De aquí a dos años, en otro Solar Decathlon Europe que aprovechará el mismo sol que llegue a Madrid, cientos de héroes y heroínas solares volverán a llenar de entusiasmo y luz con sus creaciones este certamen. Como son años de cambios en un país que se equivocó con el ladrillo, pero que puede ser el rey del mambo solar, si le damos a la inteligencia y a las grandes decisiones, el buen sabor de esta edición, el alto nivel de los equipos y las ganas de cambiar este mundo de arriba abajo harán de la cita quizás un momento de gloria sostenibilista. 
 
Es posible que Teresa ya ande proyectando viviendas. Seguro que tendrá avances en sus investigaciones de industrialización y prefabricación, y según se extrae por la pasión con la que nos acoge durante la entrevista, serán iguales o mejores en relación con el medio donde se ubiquen, mejores para las personas y mejores para el planeta. 

Manolo Vílchez
Publicado en Integral 368 , agosto 2010
Acceso a pdf publicado

Integral práctica
Contacto con Teresa Blasco por email
Enlaces recomendados:
Solar Decathlon Europe, con información completa de la esencia de la competición, las normas y todo lo relacionado con los equipos competidores y sus casas, en esta primera edición fuera de Estados Unidos, de donde es originaria y donde el próximo año volverá a tener su edición.
• Web del equipo CEU UCH Team Valencia, con todos los datos del proceso y las características de la SMLHouse
• Enlace a espacio de TVE Informe Semanal con el reportaje en video de Madrid, de Sol a Sol, donde se puede conocer con detalle que es el SDE y como funcionó el montaje , recoriendo algunas de las casas competidoras y entre los diversos comunicadores aparece Teresa explicando los detalles de la SMLHouse.
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1 comentario:

varada dijo...

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