Mostrando entradas con la etiqueta biohabitat. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta biohabitat. Mostrar todas las entradas

Fin de semana empapado de sosteniblidad, en Rivas

Me estoy degustado las delicias del vecino mientras escribo estas lineas recién llegao al alojo después de la tarde de montaje y atención a minipunto de alSol, a la que tengo el privilegio de representar en el Espacio R de la 2ª Semana de la Sostenibilidad que se celebra este fin de semana en Rivas Vaciamadrid.

Claro, no he podió llegar a Madrid sin el planteamiento de echar los menos humos posibles y a las 7:20 de la mañana después de una noche con roncador vecino de campeonato, el nocturno BCN Madrid me dejó en Chamartín con un despunte de día anticiclónico de bandera.

Ya entrada la tarde llegar al gran carpón donde se celebra la muestra me ha sentido a roquero al pasar por el auditorio Miguel Rios, dedicado a conciertos, ya en las afueras del municipio, cerca de la futura expansión de esta población con 75 mil ciudadanos viviendo en ella y posiblemente uno de los municipios que más destaca en Spain por su apuesta hacia el mejor futuro desde ya, además de destacar por sus políticas sociales. Venir a Rivas es como ir a lo que podrían ser los demás municipios, lugares donde mola vivir con intensidad el viaje hacia nuestro futuro.


Pero vamos, na más llegar, a desembalar bártulos y puesta a punto de la flamante cocina alSol 1.2 serie Gehrlicher ya puesta en espacio central, le acompaña un secador AF70 (que para los más interesaos tiene premio de cata de peras deshidratadas el año pasao), por cierto con la cocina lo previsto es café para todos (los vecinos de stand) y un revoltijo de proteína vegetal que ya esta causando expectación (veremos el sol como se porta) aunque esta vez la acción principal es a la sombra (interior carpa).

 

A si como lo más destacao que he visto en un rato, el vecino proveedor de nutrientes Menudavida, que gracias a su sopa de miso y sus rollitos vietnamitas de seitán y mango me han proporcionao una cena que no esperaba, por placentera y rica. 


En el stand de Biohabitat, Sandra, que sabe de mis debilidabes por toda tecnología que no use electricidad o combustibles para funcionar, me ha enseñao la novedad de la casa, una cafetera express a manubrio, ...ya estoy mirando los ahorros pa pillarme una y ya hemos quedao pa echarle un vinculo con la cocina sin emisiones, pal agua caliente. 


Y al lao los 5 libros clave que hay que llevarse a una isla, a un retiro, o la mesita de noche , Ingenios Solares del Súper, Energía renovable práctica del Iñaki Urkia, Simplicidad Radical de Jim Merkel, Autonomía Energética de Hermann Scheer (descanse en paz solar y gracias por toda su entrega al progreso de la economía solar) y La hora 11, dvd con guia de acción, que 5 veces he visto y cada vez me emociona más para pasar a la acción. 

En fin, no lejos una pancarta con el prehotelillo Algarrobico allá en la costa de todos, muestra las ganas de Greenpeace de que los 500 metros de costa no nos los robe nadie. 


Sus voluntarios me ponen al día de toito, y son vecinos del stand de RETORNA (vídeo), el sistema de deposito, devolución y retorno de envases que toda sociedad inteligente tendría que utilizar mañana mismo y por el que se está luchando al más alto nivel para su aprobación. Sortean una bici plegable de Monty al final de la feria, me parece que voy a echar mano de más de tres Bionade, y si toca, ya veré.




Juan Abia, al que conozco de hace tiempo, rodeado de materiales para la bioconstrucción, entre bambúes (hablamos de Rosato y su premio) y bloques me enseña la novedad de Colorea, ecopinturas con sello Spain que acaban de sacar palante.

 

La música de Beethoven pone nota al acto inaugural, ya caída la penumbra, sigue impactándome la extraordinaria estructura de la carpa. Cierro chiringo y con Lucia, mi compañera contorsionista enfilo al alojo, pasando por un esperado objetivo, la plaza de Ecópolis, donde me disfruto a la luz de la noche (farolas con regulación de presencia) un paseo rápido de esa plaza que identifica a la perfección que siente el ayuntamiento, sus gestores y los ciudadanos de esta ciudad que inspira a las candidatas a mejores ciudades.


Si estás por Madrid y quieres, entre mucho más, saber como funciona la cocina que desconecta de los circuitos energéticos por primera vez en 400 mil años, a tu disposición hasta mañana a medio día. Si vienes me cuentas como va lo de Libia, si se ha anunciado que España renuncia a ser uno de los principales vendedores de armas del mundo y por cierto, que bien lo de los 110 km/h, nó?

Manolo Vílchez, corresponsal de alSol en Rivas VaciaMadrid

la crisis es planetaria y la solución es nuestra

Todos sentimos que las cosas están cambiando mucho. Intuimos futuros diversos y, sin dudarlo, complejos, aunque no dudo que emocionantes. Visto desde la reivindicación activista, no es ningún desastre que se fabriquen menos cacharros, se consuman menos cosas innecesarias y se limiten apetitos nada saludables. Tampoco lo es que se deje de ocupar tanto suelo, que las renovables suban porque el precioso petróleo barato se acaba y que los viajes de placer se reconviertan en placeres cercanos. Vamos a cambiar efectos por afectos, que de ellos no vamos sobrados. Debemos adaptarnos al futuro único, el sostenible.
Luis Parejo

Este porvenir tendrá tantos matices como visiones, pero aun sin saber mucho cómo hacerlo, a todo le doy la bienvenida porque los más beneficiados por los cambios venideros son la dolida agua, la intoxicada tierra, el cargado aire, el cambiante clima y todo lo vivo no especulador que habita un planeta saturado de muchas cosas mal hechas. En definitiva, los cambios que llegan deberían ser los cambios que deseamos para que la belleza de este mundo y lo glorioso de la obra humana que queda no se diluya más.

Desde que me enteré de que dos alianzas/anillos de oro dejan en algún lugar del mundo un agujero de tres metros de largo por casi dos de ancho y dos de profundo más un montón de desechos tóxicos bajó mi aprecio por un objeto así. No te digo nada de las aproximadas 25 toneladas que se han movido en decenas de geografías para convertirse en la tonelada y pico que pesa el coche con el que he quemado miles de litros de combustible. O de cómo un mineral de mi móvil, el coltán, genera explotación y guerras en África para que yo pueda consumir comunicación sin hilos, del mismo modo que me visto con ropa tóxica, respiro aire sucio, como pesticidas y genes raros y preparo las vacaciones en el paraíso demasiado lejano y pagado a plazos.

Me toca practicar mi fe en hacer bien mis cosas y animar a mis cercanos. No voy a consumir nada de lo malo y voy a apoyar sólo la economía justa y verde. Permítanme unas recomendaciones. Como lecturas: 'La doctrina del shock'; 'Consumir menos para vivir mejor'; 'Simplicidad radical'.



Para saber más de consumo inteligente: 'La rebelión de los productos'; 'Biohabitat'. Y algún documental: 'La hora 11'; '¡No comprar, pecadores; 'Utopia'. Y acabo recomendando alguna sesión de risoterapia, para reírse de uno mismo y deseando un sostenible y animoso 2009, un buen año para el cambio.

QUIÉN: Manolo Vílchez es colaborador de la Fundación Tierra y facilitador ecológico. Trabaja en equipo diseñando y fabricando aparatos solar-domésticos, es decir, cocinas solares, desde www.alsol.es. Consejos: En este artículo defiende que la llamada crisis económica puede conducirnos a una forma más racional de entender el consumo.

Publicado en el suplemento Natura, nº 31, de El Mundo

UNA DULCE PLANTA DE ESTEVIA EN MI BALCON

 
 Ilustración de Luis Parejo

Publicado en Natura 25 de El Mundo · 05/2008

Cuidar plantas de interior o exterior, en la sala o el balconcillo, puede ser no poca cosa para personas modernas, activas y veloces en este mundo patas arriba. Y más cuando podemos sembrar plantas como la estevia, famosa por su poder edulcorante.

Llegaron los primeros días de esta primavera, virtuosa como todas en la distancia que nos separa del sol y que da para generarnos placeres térmicos, alquimias energéticas y gozos externos. El año pasado un activista payés, Josep Pàmies de Balaguer (blog), me pasó unas plántulas de la planta dulce ('Stevia rebaudiana') y me comentó que sus compuestos eran 30 veces más dulces que el azúcar (lo comprobé al masticar una de sus hojas). Me dijo que era un regalo para los diabéticos, además de virtuosa en servicios como planta medicinal. La estevia es todo un símbolo del movimiento internacional Slowfood por una alimentación en manos de la gente y no en las de la industria del aceite de girasol envenenado, el arroz especulado, la carne inflada y la pesca esquilmada.

En Japón el 40% de los edulcorantes son de base estevia y no del sospechoso aspartamo. La dulce planta procede de las tierras cálidas de Paraguay y Brasil. Y yo, al igual que cada vez más ciudadanos mosqueados con lo que pasa en la ruleta de los alimentos, a pesar de no estar del todo tolerada en la Europa de los 25 -no está aceptado su uso alimentario- , me planté las tres estevias en mi balconcillo. Precisa de todas las horas de sol posibles, quizás añorando sus orígenes. Se lleva bien con el agua y regala placeres dulces gracias a sus hojas, masticadas o en tisana, con un ligero sabor de regaliz. Está fresca desde la primavera hasta cuando nos alejamos más del sol. Después parece que muere, pero en realidad mantiene en el interior de la tierra la fuerza contenida para brotar de nuevo la siguiente primavera.

Ver resurgir el verde después de cinco meses me ha dado para nombrar mi balcón como el de la dulce independencia, entre lechugas diversas, tomates y habas colgantes. La red de conocidos anda ya enterada de mi oferta de seguir expandiendo los hijuelos de la entrega que me hizo Pàmies, y estoy dándole a la técnica de los esquejes, para multiplicarla.

Me han proporcionado desde un proveedor alemán un kilo de planta seca para experiencias tisaneras, una cajita de capsulillas tipo sacarina y un tubo de pasta de dientes, con la estevia como ingrediente. Está disponible en Biohabitat. Tiene la dulce planta hasta una campaña para ser conocida, Estevia por la Tierra puesta en marcha por buscadores de ecotendencias necesitadas de cultura y activismo. Si después de este breve viaje dulzón no te resistes a cultivar por lo menos una estevia, puedes acudir a Pàmies Horticoles que además produce ecológico: o preguntar a tu vecino, no vaya a estar ya puesto en ello.
---------------------

Enlace al espacio web del Natura de El Mundo, desde aqui al pdf completo y desde aqui al pdf del artículo

EL ECOLOGISTA EN CASA
QUIÉN: Manolo Vílchez es facilitador ecológico. Pretende reducir el impacto ambiental en la vida cotidiana. Consejos: En este artículo describe sus experiencia cultivando estevia, una planta cuyas hojas contienen un potente edulcorante natural que no está aprobado por la UE como alimento