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ANITA SANCHA, ECOHEROINA, AL OTRO LADO

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Puedes apreciar que estamos dedicando un espacio en yo cambio a las personas que estimulan ideas y acciones para el cambio colectivo, con sus vidas, sus convicciones, sus haceres y labores.
Carlos en EE.UU y un servidor aquí, tenemos trabajo para toda nuestra vida, ya que cada ser humano brilla con más o menos intensidad desde ese potencial innato del homo sapiens, la creatividad. Creatividad para sobrevivir, creatividad para compartir, creatividad para avanzar, depende donde estés, una u otra te toca.

Lo nuestro esta siendo seleccionar de los que tenemos a mano, los que nos inspiran a nosotros y pensamos que puede ser de utilidad para los demás. A principios de año presentaremos el Ecoheroes Proyect en su formato más ágil. De momento, en la columna de la izquierda puedes conocer a los primeros que hemos colocado en  la revista Integral, donde está una parte del proyecto. Son enlaces a posts de este blog, donde complementamos en algunos casos con lo que no coge en el papel.

Si todo ser un humano es para nosotros un ecoheroe en potencia, en nuestra selección abarcable tenemos los que están al lado y podemos pillar y retratar, y los que están al otro lado y sólo desde las redes sociales nos permitimos detectar y brindarles elogio. Mira tú que te animamos a que te hagas con tus ecoheroes locales, veras que son muchos más de los que igual piensas.


Aquí el primero de al otro lado,  una ecoheroina que me acaba de presentar un colega agitador de red social al mostrarme el arte de Anita Sancha, que me sonaba a vecina por el nombre pero que es y hace vida en Reino Unido. Desde un pequeño taller en casa, y con materiales básicos cumple con sus labores de ecoanimadora, se presenta asi: Bienvenidos, me he concentrado en temas medio ambiente, el planeta Tierra, el calentamiento global y sus efectos sobre el cambio climático, el pico del petróleo, y otros temas como la alimentación, la energía y el transporte. Espero que les gusten estas animaciones, que son inusuales, gracias a una combinación de stop motion y gráficos por ordenador. Son para niños y adultos por igual. Por favor, siéntese y disfrute ... 

El arte creativo es vital para evolucionar nuestra conciencia critica de especie, Anita siente en verde, crea en verde y lo entrega a todos. En su web están disponibles en alta definición sus obras, para que las utilices en su nombre en tus labores, con pequeños y grandes. 
Desde aquí gracias Anita, muchas.

Embebo desde su espacio en Vimeo los que me he disfrutao hace un rato:

Little Pumpkin Feeds The World. Una calabaza pequeña que alimenta el mundo. Una historia a favor de los mercados locales y cercanos, para olvidarnos de los lejanos y dudosos.



Pasando el pico del petróleo con un animado viaje de transición
Anita presenta la Curva de Hubbert, (wiki) que describe el cenit del petróleo, y el momento en que comienza este a no ser barato, porque cada vez hay menos y se gasta más rapido. Anita lo hace con una tabla donde se visualiza la evolución del transporte, imagina la transición y con una animación positiva nos lleva de viaje a un futuro sin combustibles fósiles donde podremos volver a escuchar el canto de las aves. 


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LA CIUDAD ·POST-CARBONO"

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Cuando vuelva de Copenhague, y en vez de regresar a Washington, el presidente debería enfilar hacia el noroeste y darse una vuelta por la lejana Portland (Oregón). Seguramente recuerda Obama aquel mítin histórico, en la encrucijada de las primarias, cuando miles de ciclistas acudieron a su reclamo y anunciaron la llegada de “la economía de la nueva energía”.


Otras veces nos hemos referido a Portland como “la ciudad posible”. Ahora la rebautizamos como la ciudad “post-carbono”, siguiendo la estela marcada por el urbanista Daniel Lerch...


“El cambio climático y el “pico del petróleo” (peak oil) van a alterar drásticamente el modo en que vivimos en las ciudades. Aquí, en Portland, llevamos tiempo mentalizándonos... El mundo va a ser un lugar muy diferente, y hay que estar preparados para cambiar radicalmente las pautas de la energía, del transporte y de la alimentación”.


En Portland existe ya una “fuerza de choque” que trabaja para la adaptación de la ciudad a lo que se viene encima. “No basta ya con reverdecer el entorno urbano o con lograr un aire más respirable”, sostiene Lerch. “Hay que dar un paso más allá y adaptar las ciudades a los grandes retos del siglo XXI”.


Ciudades “post-carbono”, ciudades en transición, ciudades “resilientes” ... Cualquiera de estos tres nombres nos valen para definir el futuro apremiante de nuestras ciudades, que tarde o temprano se mirarán al espejo de Portland.


Portland inició su periplo visionario en los años setenta. Cuando las ciudades norteamericanas estrangulaban sus centros urbanos con autopistas y emprendían la expansión salvaje de los suburbios, aquí empezó a fraguarse la resistencia del “smart growth”: el crecimiento inteligente.


La ciudad trazó un límite muy claro a la marabunta urbana y preservó sus bosques y su tierra agrícola. En vez de construir anillos radiales, se invirtió en el ferrocarril ligero y se levantaron barreras a los coches. Se recuperaron los espacios públicos, con esa Plaza de los Pioneros que marcó un antes y un después.


Los “reparadores” de la ciudad tomaron el testigo y “okuparon” las intersecciones, convertidas ahora en coloristas puntos de encuentro. Los jardines se han reconvertido en granjas urbanas y los carriles-bici han ido creciendo hasta superar el millar de kilómetros en el área metropolitana.


“Portland no ha tenido miedo a la hora de apostar por un futuro distinto”, admite Daniel Lerch. “Ha habido sin duda un impulso político, pero se ha creado ante todo una cultura y una economía local que está facilitando el cambio de un modo muy rápido. Tenemos el mayor número de edificios “verdes” en Estados Unidos, y para una ciudad de medio millón de habitantes es un gran logro”.



Portland, ciudad “post-cabono”, marcando incluso el paso a sus hermanas mayores, Seattle y Vancouver... En Seattle, por cierto, el visionario Alex Steffen –fundador de Worldchanging- ha llevado el reto hasta Copenhague y ha fijado una fecha en el horizonte -2030- para todas las ciudades que aspiren al título de “carbon neutral” (con un balance neutro de emisiones).


No hay vuelta de hoja: la auténtica carrera contra el cambio climático se está librando ya en las ciudades, y Portland marcha ya con gran ventaja, enfilando a todo pedal hacia la línea de meta.


Carlos Fresneda. Portland

Publicado en el blog On the Green Road/En la Ruta Verde, de El Mundo América