En Boulder (Colorado), a los pies de las Montañas Rocosas, lleva
gestándose desde hace cuatro décadas una revolución
inodora y silenciosa. Corría el año 1976 cuando los
vecinos de este bastión de la América verde decidieron pasar a la
acción contra el "derroche de los recursos". Así nació
uno de los programas pioneros de reciclaje en Estados Unidos:
Eco-Cycle.
Eric Lombardi,
"visionario" de los desechos, tomó el mando de este
innovador centro en el que trabajan 60 personas, capaces de procesar
hasta 40.000 toneladas de residuos al año en un incesante ir y venir
de furgonetas. "Lo que usted no quiera, para nosotros
es", viene a ser el lema de Eco-Cycle, aliado
insustituible del ayuntamiento en la gestión de los residuos
urbanos.
Todo lo que remotamente se puede reaprovechar acaba siendo
"digerido" en estas inabarcables instalaciones de las
afueras de Boulder, que cobra a los vecinos una pequeña entrada a
cambio de la impagable labor... El último apéndice es el
departamento de materiales "difíciles de reciclar"
(de zapatillas deportivas a viejos aparatos de vídeo y faxes), con
el objetivo de ir ampliando cada vez más el espectro. Aunque la
auténtica meta de Lombardi es la de "residuos cero":
reaprovechamiento total.
"Llegar a residuos cero no es una utopía, sino un
imperativo en la era del cambio climático", sostiene
Lombardi. "Los vertederos urbanos producen grandes cantidades de
metano, que es un gas invernadero 72 veces más potente que el CO2.
No podemos seguir enterrando cantidades ingentes de basura bajo la
alfombra y pensar que nunca tendremos que pagar la factura".
Para Lombardi, "residuos cero" es algo más de una
simple meta material, más bien una filosofía de vida... "Hay
que replantearse el sistema de producción de principio a fin, de
modo que todo o casi todo se pueda reaprovechar. Así es como
funciona la naturaleza y así es como deberían funcionar las
comunidades humanas. Por eso trabajamos mano a mano con las empresas
y con la escuelas, y dedicamos muchos esfuerzos a concienciar la
población: no basta con reciclar, hay que llegar mucho más
allá".
San Francisco ha sido la primera gran ciudad en fijarse la meta de
"residuos cero" para el año 2020. La idea se ha propagado
por Europa; en San Sebasti'an se celebra precisamente el encuentro
de grupos de "residuos cero" el pr'oximo 11 de mayo.
"El objetivo es mucho más asequible para ciudades pequeñas
como Boulder", asegura el director de Ecocycle. "Movemos
cantidades más manejables de residuos, los desplazamientos son
menores, no hace falta tanta infraestructura".
Lombardi ha diseñado su Parque de Residuos Cero
con capacidad para reciclar o reaprovechar todos los desechos
generados en una ciudad de 300.000 habitantes, incluida una planta de
compostaje para los residuos orgánicos, un centro para el "reuso",
otro para la "recuperación" de "nutrientes
tecnológicos", otro para reciclables "difíciles" y
una última instalación para procesar los residuos finales.
"Se trata de una alternativa sensata a las icineradoras y a
los vertederos", asegura Lombardi. "No podemos seguir
llamando basura a lo que no lo es. Tenemos la capacidad para
convertir un grave problema ambiental en una fuente inagotable
de recursos. Todas las tecnologías que propongo en mi
parque de "residuos cero" son simples, de bajo impacto y
están suficientemente probadas. Y lo que es mejor, es una opción
tan ecológica como rentable: el mayor filón de la economía verde".
Publicado en el blog Ecohéroes de El Mundo.es