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Homenaje de un amigo a Japón

Lo más cerca que he estado de Japón fue gracias a Guillem. Hace ya años encontró en Japón sentido a su destino personal y respuestas a su búsqueda de un mundo mejor. No tardó en brindar a todos sus colegas su casa y en ella la presencia de un abuelo sabio que trabajó para reforestar este mundo con su revolución de una brizna de paja. De aquellos días, aquí un viaje en el tiempo.

Masanobu Fukuoka ha sido maestro de Guillem y lo fue de todos los que pudimos conocer Japón desde su vida y su compromiso. Aunque el maestro japonés revolucionó el mundo con su nengodango, unas bolas de arcilla donde colocaba una mezcla de semillas para esparcir por el mundo deforestado e intentar el retorno al paraíso vegetal, a la producción de comida, a la mejor relación con el cuidado del agua y la tierra.

Acabo de recibir su homenaje a ese país, mientras el Libia las mayorías, el pueblo y no los tiranos,  agradecen la ayuda por llegar pronto y desde Fukushima, con nivel 5 en la escala de desastres atómicos, no lejos de donde Fukuoka puso en marcha su revolución, entre otros, unos abuelos se sacrifican a la desesperada por frenar el infierno nuclear sobre la desagracia natural que ha tocado a ese pueblo y esas tierras. Por mi parte me he atrevido a poner Paz con mayúscula.

Manolo Vílchez


UNA ORACION PARA UN PUEBLO QUE AMO


Madre Tierra Padre Cielo, haz que la Paz absoluta reine en todo el mundo.
Que las guerras terminen muy pronto.
Que las comunidades de la Tierra se unan con amor puro.
Que todos alcancemos la Paz y la prosperidad,
esta Paz eterna que supera toda comprension.
Que todos podamos trabajar juntos con armonía y espíritu de sacrificio para la Paz del mundo.
Que podamos desarrollar el amor y la fraternidad universal.
Que podamos contemplar a Dios en todos los rostros.

Madre tierra Padre Cielo, cóncedenos un corazón comprensivo
amplia tolerancia y adaptabilidad.
Cóncedenos el ojo interior de la sabiduría
que nos permita contemplar la unidad del Ser en todas partes.

Que la Paz esté en el este! que la Paz esté en el oeste !
Que la Paz esté en el norte ! que la Paz esté en el sur !
Que la Paz esté arriba! que la Paz este abajo !

Que la Paz esté en todas las criaturas del universo !

Que la Paz, el amor y la confianza estén en Japón !
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UNA ORACIÓ PER UN POBLE QUE ESTIMO

Mare Terra Pare Cel, fes que la Pau absoluta regni a tot el món.
Que les guerres acabin molt aviat.
Que les comunitats de la Terra s'uneixin amb amor pur.
Que tots aconseguim la Pau i la prosperitat,
aquesta Pau eterna que supera tota comprensió.
Que tots puguem treballar junts amb harmonia i esperit de sacrifici per la Pau del món.
Que puguem desenvolupar l'amor i la fraternitat universal.
Que puguem contemplar Déu en tots els rostres.

MareTerra PareCel, feu un cor comprensiu
àmplia tolerància i adaptabilitat.
Concediu-nos l'ull interior de la saviesa
que ens permeti contemplar la unitat de l'Ésser a tot arreu.

Que la Pau estigui a l'est! que la Pau estigui a l'oest!
Que la Pau estigui en el nord! que la Pau estigui al sud!
Que la Pau estigui a dalt! que la Pau estigui abaix!

Que la Pau estigui a totes les criatures de l'univers!

Que la Pau, l'amor i la confiança estiguin al Japó!

Guillem Ferrer

CIUDADANO FEDERICO MAYOR ZARAGOZA

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Regresando de encuentro con un colega activista energético que conoce del tema lo suficiente para saber que es económica, social y técnicamente viable tener no mas allá del 2030, osea de aquí a 20 años, este país donde estamos pasando un costipao del virus del sistema económico global y salvaje con sus males locales por gestión alegre, no mas allá del 2030 podríamos estar metidos de lleno en una economía solar 100% renovables, (sin nuclear porque hay que cerralas todas por más arriesgado no puede ser un mineral, y sin carbón porque más sucio no puede ser un combustible) que serviría de terapia para ver con otros ojos (muchos) y no como ahora (muy pocos) como construir el mejor futuro para (todos) y no para (muy pocos). Xavier, me comentó sobre algunas carencias importantes para que el sentido común colectivo se refuerce en defensas ante los costipaos actuales y los por llegar, si no nos organizamos en la botica de la salud ciudadana, sino organizamos mejor nuestras formas de reclamar y activarnos en justicia ambiental y social con nuestros actos personales que sumados son enormes actos colectivos, sino no nos activamos, otros (pocos pero poderosos) se mueven con más tranquilidad.

Me cojo El País del 11 de febrero y me encuentro con un admirado, mayor y gran hombre, Federico Mayor Zaragoza, que me hace viajar con sus reflexiones lúcidas y de llamada directa al combate social, de súbdito a ciudadano en una transición cultural que me ha emocionao, en estos tiempos de desemperanza donde a las fuerzas del mal les va mejor que nunca, ....¡Ahora es el momento de la sociedad civil! De la fuerza a la palabra, al encuentro, a la conciliación. No puedo más que pegarlo más abajo a continuación, y por si no lo has ojeado, déjame que te lo recomiende, aquí enlace al original y unos enlaces para conocer mejor al que fué director de Unesco y ahora presidente de la Fundación Cultura de Paz.

Su blog http://federicomayor.blogspot.com/
en la wiki http://es.wikipedia.org/wiki/Federico_Mayor_Zaragoza
y una entrevista en Tesis, de titulo La palabra contra la fuerza:



DE SÚBDITOS A CIUDADANOS, LA GRAN TRANSICIÓN

"Escribo sobre un naufragio /
... sobre lo que hemos destruido /
ante todo en nosotros... Pero escribo también desde la vida... /
de un tiempo venidero".
José Ángel Valente en Sobre el tiempo presente

La solución a los gravísimos desafíos que enfrentamos es más democracia, mejor democracia. Y ello exige participación activa y conocimiento profundo de la realidad, que se dan especialmente en los "educados", es decir, los que actúan en virtud de sus propias reflexiones y nunca al dictado de nadie. Educación -no me canso de repetir esta inmejorable definición de Francisco Giner de los Ríos- es "dirigir con sentido la propia vida". Tener las alas sin lastres, adherencias, adicciones, para volar a contraviento, para plantar cada día, aun en tiempo desapacible, semillas de futuro, para avizorar, vigías del mañana, el porvenir, para procurarlo menos sombrío.

El artículo primero de la Constitución de la UNESCO establece que el resultado del proceso educativo deben ser personas "libres y responsables". Educación para todos a lo largo de toda la vida. Para todos, no para unos cuantos. Y todos es muy peligroso, porque los educados no permanecerán impasibles, resignados, sometidos. No serán espectadores, sino actores. No receptores adormecidos, distraídos, atemorizados, sino emisores. No permanecerán silenciosos ni silenciados. Expresarán, con firmeza y perseverancia pero pacíficamente, sus puntos de vista.

Con ciudadanos educados ya no habrá dogmatismo, extremismo, fanatismo, ya nada será "indiscutible" ni se obedecerá de forma inexorable. La educación vence la apatía, induce a la acción.

Sí, la educación es la solución. No hay democracia genuina si no se participa, si los gobernantes y parlamentarios no son, de verdad, la "voz del pueblo". Educación, pues, para la ciudadanía mundial, teniendo siempre presente el artículo 21/3 de la Declaración Universal: "La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público".

Hoy se premia a quien mayor esplendor mediático aporta; se promueve a deportistas, escuderías, etcétera, con desmesuradas cantidades y deificantes actos de presentación por el más desmesurado todavía retorno audiovisual; se patrocinan acontecimientos según aconsejan los cálculos de las compensaciones previsibles..., y los ciudadanos, sin tiempo para pensar y promover sus verdaderas opciones, siguen como espectadores indulgentes los espectáculos que se les presentan.

Tan acomodados llegan a sentirse como espectadores y receptores, tan obcecados, que pueden conocer sin inmutarse noticias sobre corrupción, sobre asimetrías intolerables, sobre hambre o niños-soldado.

Para movilizarse, para implicarse, para involucrarse es imprescindible tener tiempo para reflexionar. Cada ser humano único, capaz de crear, capacidad distintiva de la especie humana. Capaz de participar, rehusando las ridículas "obligaciones de la pertenencia", que hacen que muchos apoyen "porque sí" a determinados líderes o ideologías que, bien pensado, no tienen nada que ver con sus preferencias. En el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se dice que su ejercicio liberará a la humanidad del "miedo y de la miseria". La historia de la humanidad va unida al temor: temor al poder, temor a los dioses, en lugar de amor. Es preciso vencer al miedo con la palabra.

Es esencial "escuchar" el mundo. Observarlo, que es mucho más que verlo y que mirarlo. Tener esta visión planetaria, esta consciencia del conjunto de la humanidad, que es lo que nos permitirá reaccionar sin esperar a tsunamis que nos emocionen, que nos pongan en marcha.

Junto a la grave degradación medioambiental, la marginación de valores no sólo ha conducido a la deshumanización, sino a una competición en la que todo vale, sin límites, que busca afanosamente, sea cual sea el precio social y las condiciones laborales, la producción menos costosa. China, la fábrica del mundo, ha resultado ser, de este modo, el país comunista-capitalista que todos cortejan. Pero 1.300 millones de habitantes son muchos millones para imaginar indefinidamente la sumisión. Mejor prevenir...

Los plutócratas (G-6, G-7, G-8, ... G-20) han pretendido -y algunos todavía insisten- convertir el mundo en un gran zoco donde todo, empezando por la gente, forma parte de transacciones mercantiles. Los principales responsables de las crisis presentes (social, económica, medioambiental, alimenticia, democrática, ética) pretenderán tomar de nuevo el volante... si es que realmente se ha logrado que lo suelten. Controlan las finanzas, ocupan altas posiciones públicas y manipulan los medios de comunicación. Pero es posible -ojalá consigamos que sea pronto probable- que, como sucede ya en algunos países, la movilización ciudadana, la resistencia por fin manifiesta, lo impidan.

Los poderosos, que han ahuyentado desde siempre a los ciudadanos que, con mayor atrevimiento, ocupaban el estrado, no contaban con la "revolución virtual". La capacidad de participación no presencial (por telefonía móvil. SMS, Internet...) modificará los actuales procedimientos de consulta y elecciones. En síntesis, la democracia.

La decepción ciudadana al ver la incapacidad de los Estados para llevar a la práctica unos Objetivos del Milenio ya muy menguados y, más recientemente, hacer frente a las responsabilidades globales que supone el cambio climático, ha ido acompañada de la perplejidad e indignación que ha producido el "rescate" de las corporaciones financieras, responsables en buena medida de la grave situación que encaramos.

¿Y la gente? ¿Cuándo se "rescatará" a la gente? Es indispensable un multilateralismo eficiente, con instituciones internacionales dotadas de los medios de toda índole que requieren para el ejercicio de su misión.

Se terminaría así con los tráficos y mafias que hoy disfrutan de la mayor impunidad gracias a los paraísos fiscales, que deberían ser clausurados de inmediato y sin contemplaciones, ya que a ellos se debe en gran parte la proliferación de corruptos, y de los que son todavía peor, los corruptores, en el espacio supranacional.

Un Sistema de Naciones Unidas que no permita la explotación por grandes consorcios multinacionales que siguen empobreciendo a países potencialmente ricos, esquilmando caladeros, yacimientos, minas...

Unas Naciones Unidas que favorezcan la rápida interposición de los Cascos Azules cuando, como en los casos de Camboya o Ruanda, tienen lugar, al amparo de la "soberanía nacional", violaciones masivas de los derechos humanos o -Somalia es un buen ejemplo- cuando no existen "interlocutores gubernamentales" y el país se halla en manos de unos cuantos "señores de la guerra".

Y, sobre todo, la acción rápida y coordinada para reducir el impacto de las grandes catástrofes naturales (huracanes, ciclones, inundaciones, incendios, terremotos...) o provocadas, ante las que hoy vemos carencias increíbles, especialmente cuando se trata de países que tienen grandes arsenales bélicos.

Y la transición de una economía especulativa, virtual y de guerra (3.000 millones al día en gastos militares al tiempo que mueren de hambre más de 60.000 personas) a una economía de desarrollo sostenible global, que amplíe progresivamente el número de personas que pueden acceder a los servicios y bienes.

Un desarrollo que permita compartir, partir con los demás aquello de lo que disponemos, incluidos los conocimientos; que aumente la producción de alimentos, de agua, de energía renovable; que cuide y procure la buena salud de los humanos y de la Madre Tierra; que propugne el transporte eléctrico; unas viviendas ecológicas...

El porvenir está por hacer. El futuro debe inventarse venciendo la inercia de quienes se obstinan en querer resolver los problemas del mañana con las recetas de ayer. Muchas cosas deben conservarse. Pero otras deben cambiarse. Y hay que atreverse.

Las instituciones académicas y científicas, de intelectuales, artistas, creadores en general, están llamadas a liderar el cambio de época, la "rebelión" orteguiana para que sea realidad lo que lúcidamente establece el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas: "Nosotros, los pueblos"... Los pueblos no pueden permanecer -teniendo tantos conocimientos y experiencia acumulados-, como testigos impasibles. Deben ser faro y vigía.

¡Ahora es el momento de la sociedad civil! De la fuerza a la palabra, al encuentro, a la conciliación. De súbditos a ciudadanos, la gran transición.
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