El agua (y el aire) que nos roban

Primero nos robaron el agua y después el aire. ¿O fue al revés?

Hasta aquí llega el runrún causado por Esperanza Aguirre al anunciar su intención de privatizar el Canal de Isabel II, coincidiendo con el proceso nacionalizador de George W. Bush para salvar a su país de la rapiña de los mercados financieros. El mundo al revés.

Coincide también la noticia con el estreno en Nueva York de Flow (www.flowthefilm.com ), el documental que da cuenta de las batallas libradas por los ciudadanos de todo el mundo para reclamar el derecho al agua. Cochabamba, sin ir más lejos http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Agua_(Bolivia).

“El problema de agua es el gigante dormido del siglo XXI”, advierte Robert Redford en la antesala de la película. “Las multinacionales han decidido que el agua es más importante que el petróleo”, nos alerta la activista canadiense Maude Barlow, impulsora de una campaña mundial para crear la conciencia azul (www.blueplanetproject.net).

En Flow, de Irena Salina, asistimos a las disputas libradas no sólo en Latinoamérica, Suráfrica, India y otros enclaves elegidos por el Banco Mundial para abrir las compuertas del agua a corporaciones como Suez, Vivendi o Coca Cola. También presenciamos la lucha de los ciudadanos del condado de Mecosta, en Michigan, para impedir que Nestle Waters explote sus acuíferos y los venda como agua embotellada (http://stopnestlewaters.org).

Ya pueden ir tomando nota los vecinos de Extremadura, Rioja, Cataluña y otros lugares de la península donde la misma multinacional vende la promesa “del manantial al consumidor”. Agua para hoy, sed para mañana...

Y Madrid, por supuesto. Esperanza Aguirre ya adelantó sus intenciones cuando decidió privatizar el aire del Parque de Santander, reconvertido de la noche a la mañana en primer campo de golf urbano, con césped artificial y torretas metálicas de treinta metros de altura. El parque que prometió Ruiz Gallardón para los vecinos de Chamberí quedó reducido a su mínima esencia, mientras los amigos golfistas de la señora Aguirre practican el swing.

Lo de ahora es aún más grave, y no es extraño que el alcalde se plante. Todos los ciudadanos deberían seguir sus pasos y decirle que no a la presidenta, que Madrid no acabará como Cochabamba, con el precio del agua multiplicado al cubo mientras se secan los pantanos y unos cuantos inversores sin escrúpulos se reparten las últimas gotas.

Somos agua, ya se sabe. Y conviene venerar el preciado líquido, y recordar de paso que más de mil millones de humanos no saben lo que es un grifo. En el nombre de todos ellos, y de las generaciones venideras, podemos sumarnos a la campaña para añadir un nuevo artículo –el derecho al agua limpia y potable- a la Declaración Universal de la ONU (http://article31.org).

Carlos Fresneda. New York

Comprando reciclado me siento mejor

Ilustración de Luis Parejo
Si hay un símbolo que me viene acompañando desde que comencé a ser mayorcito y que hoy en día me sigue seduciendo es el de las tres flechas mordiéndose la cola, el logo de la llamada al reciclaje. Llegó acompañado del contenedor verde para el vidrio y le han seguido después los azules papeleros, los amarillos plastiqueros, los marrones para los restos orgánicos… y siempre uno, de colores variables, para todo lo que no debe entrar en ellos con rumbo directo al vertedero.

Después de leer 'Cradle to cradle' (De la cuna a la cuna, de Michael Braungart y William McDonough editado aquí por MCGrawHill) confirmé mi patología de adicto sin remedio al reciclaje y al sueño de que algún día los iglúes de colores no ocupen tanto espacio y lo dejen para la creciente demanda de aparcamientos para bici.

Proponen los autores que rediseñemos la forma en que hacemos las cosas; que con nutrientes biológicos (por ejemplo madera y biopolímeros) y técnicos (por ejemplo aluminio) fabriquemos desde los embalajes y recipientes, hasta la mayor parte de los artefactos que nos rodean y los edificios que nos cobijan. Y que cuando acaben sus servicios, sus materiales nutran de nuevo a otros productos, mientras nos atrevamos a rediseñar las cosas para que funcionen como el reciclador vegetal número uno, el árbol. Que desde que nace hasta que vuelve a la tierra descompuesto no para de entregar valiosos servicios: limpia el aire y filtra el agua, reparte frutos y da sombra, captura CO2 y facilita muebles, aloja quizás miles de otras especies que lo habitan y es, como decía el poeta, el mango de nuestras herramientas, la puerta de nuestros muebles y el ataúd de nuestro final.

Todo lo anterior me ayuda cuando estoy en acto de consumo. Al encontrar el logo en algún producto de interés en el expositor o la estantería, me alegra la compra o la estancia, y mucho. Me pasó el otro día con una oferta promocional de la primera serie de bolis y lapiceros realizados con plásticos y materiales reciclados, de nombre Begreen de Pilot , o con la gama de Renova Green de servilletas y papeles domésticos. A punto estuve de comprarme las servilletas que no utilizo casi nunca.

En mi ruta hacia el consumo de cosas que fueron otras cosas antes me he encontrado con dos empresas que ofrecen materiales reciclados para la oficina y el hogar hechos con menos agua y menos árboles, Ecoreciclat, y Dinamo. También las que con plásticos hacen y ofrecen reci-maravillas, Zicla y Alquienvas. Y hasta para el aceite que precisan los vehículos Cator tiene reci-soluciones.

Y llego al reci-alucine cuando periódicamente visito la web de la Red de Compra Reciclado desde Cataluña y me miro el catálogo y me pongo a pensar lo rápido que tenemos que reciclar nuestra sociedad.


QUIÉN: Manolo Vílchez es colaborador de la Fundación Tierra y facilitador ecológico. Su interés es reducir el impacto ambiental en la vida cotidiana. Consejos: En este artículo alaba las virtudes del reciclaje y aconseja una serie de webs dedicadas a productos realizados con los restos de materiales usados previamente para otros fines

Publicado en Natura 28, el 13.08.2008
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Denver, la ciudad que ha renacido verde


VIDA VERDE/LA OTRA AMÉRICA

Inundada de coches hace 20 años, la capital del Nuevo Oeste americano ha vivido una prodigiosa transformación y hoy está surcada por carriles-bici

En 'Muerte y vida de las grandes ciudades americanas', Jane Jacobs arremetía contra los especuladores que destruyeron el tejido urbano para construir desolados páramos de hormigón y asfalto. Cualquiera que se adentre en el 'downtown' de la típica ciudad norteamericana, estrangulada por las autopistas elevadas, experimentará esa sensación de vacío absoluto y de negación de la existencia humana contemplada a través de los cristales del coche.

Jacobs murió hace dos años, a tiempo para certificar el fin del sueño americano en los moribundos suburbios y presenciar el renacimiento del eterno modelo de ciudad: compacta, palpitante, diversa, viva. El movimiento 'smart growth' (crecimiento inteligente) fue la avanzadilla. Ahora, con el reto del cambio climático, ha llegado el momento de dar un paso más.

Denver, a 1.600 metros de altitud a los pies de las Montañas Rocosas, lleva varios años marcando el horizonte del renacer urbano. Conviene no dejarse engañar por la lejana frialdad de los rascacielos. Mejor aparcar el coche, pasear por las ramblas de la calle 16, subirse a una bicicleta y sumarse al revoloteo de las dos ruedas por las riberas angostas del South Platte o por cualquiera de los 1.400 kilómetros de carriles-bici que surcan el área metropolitana.

«Cuando las piernas se mueven, los pensamientos fluyen», decía Henry David Thoreau. Ésa fue la sensación que tuvimos recientemente en Denver, donde se celebró no por casualidad la Convención Demócrata, llamando a las puertas de la capital del Nuevo Oeste americano.

Dicen que la prodigiosa transformación de Denver es obra del empresario, geólogo y alcalde John Hickenlooper. Aquí se celebró en 2005 la Conferencia de Alcaldes para la Protección del Clima, que agrupa ya a más de 850 ciudades que suscribieron por su cuenta el Protocolo de Kioto. Un año después, bajo los auspicios del visionario edil, la ciudad lanzó el programa Greenprint: marcando el objetivo de reducir las emisiones de CO2 un 20% en cinco años.

Hickenlooper ha puesto a trabajar juntos a las empresas, a las instituciones locales y a as asociaciones ciudadanas. La huella verde mide anualmente los progresos en capítulos como las energías renovables, el transporte, la construcción, los residuos, la reforestación y el agua. La idea es avanzar hacia un modelo más sostenible de ciudad, cimentado en los recursos locales y en el vibrante tejido económico y social.

Greenprint pide también a los dos millones de habitantes del área metropolitana que hagan sus deberes en casa y cumplan con el juramento verde 'on line' : prometo cambiar cuatro bombillas incandescentes por cuatro de bajo consumo, prometo cambiar el coche un día a la semana por la bicicleta o el transporte público, prometo no usar bolsas de plástico, plantar un árbol...

«Tenías que haber conocido esta ciudad hace 20 años», recuerda Rachel Beltrey, 36 años, artista y activista de BikeDenver. «Las calles estaban desiertas, el coche era el rey, no veías una sola bicicleta... Ahora ya ves, la meta es llegar en cinco años al 4,2% de desplazamientos en bici. Pero yo creo que vamos a llegar antes: las bicis se están multiplicando casi por contagio».

«Los precios de la gasolina no me afectan», puede leerse en la mochila de otro ciclista, Mark Pershing, 25 años, camino del Mercury Cafe, que lleva tres décadas cumpliendo la doble función de restaurante orgánico y bastión de la contracultura.

Pero si hay una experiencia obligada en Denver es el hervidero humano de la calle 16, uno de los primeros paseos peatonales de EEUU. Allí nos encontramos con Andrés Montoya, hijo de inmigrantes mexicanos, con el traje de reclamo de la sastrería Suavecito, subido a su bici 'customizada' de 5.000 dólares. Le preguntamos si nos deja dar una vuelta. Sonríe amablemente y se marcha pedaleando. La próxima vez será...

IMPULSO POLÍTICO

La convención más ecológica de la historia. Denver empleó la Convención Demócrata recién celebrada como laboratorio del futuro verde de la ciudad. Más de 140 voluntarios de 50 grupos participaron en la disminución del impacto ecológico y en la concienciación de los miles de delegados y visitantes, que disfrutaron de 1.000 bicicletas gratis y de decenas de taxis-bici. Con 5.552 usuarios, más de 40.000 kilómetros recorridos y 9,2 toneladas de emisiones CO2 evitadas, el programa Freewheeling fue un éxito y sirvió de prueba para lanzar la bici pública en la ciudad, siguiendo la estela de Washington, San Francisco y Seattle. El tren ligero, los autobuses eléctricos y el programa de coche reemplazaron a las limusinas. Se consiguió el objetivo de compostar y reciclar el 80% de la basura. El programa sirvió de preámbulo al objetivo Zero Waste (Residuos Cero) que la ciudad se ha fijado en la próxima década. Una treintena de restaurantes se sumaron al programa Lean Green y ofrecieron menús locales y orgánicos, abastecidos principalmente por los mercados de granjeros. Representantes de 428 compañías participaron en los seminarios de negocios verdes, organizados por la Alianza por un Colorado Sostenible. La eficiencia energética, la promoción de las energías solar y eólica y del gas natural fueron otras de las constantes. La ciudad se ha fijado por ley llegar al menos al 10% del suministro con renovables en el año 2015. La convención arrancó con un festival de tinte ecológico y la fiesta se trasladó a todas las horas a las escalinatas del Civic Center, al paseo peatonal de la calle 16 o al Common Parks, el pulmón verde que proyecta la ciudad hacia las Montañas Rocosas.

Carlos Fresneda
Publicado en Natura 28, el 13.08.2008
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libros para el cambio

Árboles, hojas, conocimiento, libros para el cambio Tienen los libros algo especial, pueden generar la impresión de que son cajas con cientos sino miles de horas de creación humana, generalmente unipersonal aunque colectivos son siempre desde revisiones y sugerencias aportadas al autor, muchos seducen con un abundante vuelco de experiencias, visiones y reflexiones y culminan con recetas para el cambio, personal y colectivo. Algunos de estos son los que comentamos.

Hay libros para confundir y engañar, sobre todo de autores dolidos o interesados en la confusión, los hay para adoctrinar en dogmas, los hay para manipular con mentiras e ilusiones al lector, los hay que no valen para nada pero los hay para sorprender, enseñar, reflexionar sobre lo cierto que es, menos mal, también ambiguo; los hay para ayudar a la libertad humana, los hay para iniciar idilios de amor por las cosas: árboles, plantas, otras especies, la misma humana, con lugares, con pueblos y sus gentes, con máquinas y tecnologías; los hay para enseñar las verdades ocultas de los sistemas artificiales, básicos y hasta los criminales, promovidos por parte de miembros de la gran familia humana.

Cuando Internet permite leer rápido, mucho y bueno entre paja abundante, el papel lo sigue teniendo bien para no ser desterrado. Sin ruidos ni consumos in situ, la lectura es un acto bastante sostenible y mágico, por que no, la conexión directa de unos ojos conectados a un cerebro desde la horizontal en la cama, la vertical en el metro, la sentada en el sillón u otros íntimos espacios, hacen del acto una comunión entre conocimiento, cultura y humanidad.

Lo que sigue es la selección de algunos de los libros de han ayudado a cambiar al que escribe y que desde esta sección titulada yo cambio se presentan, única y exclusivamente, con ánimos de dar a conocer alguno de los textos y obras que si lo han hecho con alguien, pueden, pensamos, ayudar a generar otros apasionantes encuentros. Por supuesto hay tanta creación escrita que estos son solo un ápice, cada lector quizás tiene sus libros para el cambio, a mano o cerca, sus libros para entender el acontecer humano, para activar compromisos, para estimular algunas revoluciones en un mundo que evoluciona hacia no se sabe bien donde.

Un libro es un almacén de CO2, los podemos tener en las manos gracias a los servicios naturales de seres vivos, árboles y bosques, al esfuerzo y la manipulación humana y la tecnología de impresión donde tintas, engomados y textiles conforman esos centímetros cuadrados de cultura dispuesta y transformadora. Pero un libro en nuestras manos también hay que poder vivirlo como una apasionante viaje desde la cuna a la cuna biológica ofreciendo servicio cultural y acabando, nunca en la tumba, sino volviendo a la cuna biológica cuando acaban sus servicios, cuando amarillea el papel, cuando su contenido es superado por la evolución de las cosas, cuando llega al contenedor azul, ultimo y generalmente muy lejano destino deseado por autores y editores.

Hay libros de manuales para ir a la guerra, los hay para hacer daño, los hay para manipular mentes, los hay para despreciar al prójimo, pero ganan y sobradamente los libros escritos y editados con la suma más fascinante de valores humanos hacia el bien común. Son legado en el tiempo y el espacio, de la basta obra humana que anima a construir un mundo mejor, bonito, interesante y solidario.

Ahora que el mes con más tiempo para el descanso está entre nosotros, quizás no para todos pero si para la mayoría, ahora que estamos inmersos en un ajuste de lo económico global y cercano, con los precios de las cosas básicas en manos de la economía salvaje y los intentos de las buenas artes políticas, ahora que puede parecer que todo casi lo que nos rodea necesita rápido renovarse, cambiar, reorientarse, mientras un planeta que calentamos nos abruma, ahora puede ser un buen momento para platearse el cambio personal. Caminos y sendas haylos, algunos están escritos aquí, puedes atreverte, nos asustarte, todo lo contrario, echarle valor y comprender los grandes retos que tenemos entre manos y hacerte con recetas en bibliotecas y librerías amigas o comerciales, donde están esperándote.
Feliz y combativas lecturas mientras igual sueñas con el mundo mejor para todos e igual retornas preparado para la, quizás, urgente acción, …sí, puede ser un verano inolvidable.

Con los ojos abiertos
Jorge Riechmann - Ediciones Baile del Sol
La poesía para el cambio, son los poetas los que mas adentro llegan con las preguntas y los intentos y casi siempre aciertos de sus respuestas, a pesar de que muchas veces requieran múltiples lecturas, generan el productivo efecto/sistema para la reflexión. Es el poeta, quizás, el humano más profundo, más sentido, más responsable desde sus obras. El autor nos lleva a un viaje de sueños reales, dolidos, anhelados, posibles, nos anima a abrir los ojos y emocionarnos con los retos que tenemos delante nuestro.

Simplicidad radical
Jim Merkel - Editado por Fundación Terra
Jim, norteamericano, decidió dejar de vender material militar cuando el Exxon Valdez mataba las costas y la vida de la mítica Alaska y lo veía desde el telediario en un televisor europeo. Se puso a medir el impacto de sus actos echando mano de la huella ecológica, mientras sacaba los números del dinero y la energía vital y no dejaba una para acercarse a la universidad más bondadosa y completa, la naturaleza. Después de 13 años viviendo haciendo el menos daño posible a todo, escribió este manual practico, para activistas, de toda edad, credo y condición, donde simplemente propone un cambio radical personal, pleno de recuperados valores, donde las tonterías no tienen ni un ápice de espacio y donde lo importante y lo comprometido, lo simple y lo bello se pueden poner en acción para construir un mundo sin perdedores. Un autentico manual para el decrecimiento de la insostenibilidad y para el crecimiento de la vida sostenible autentica.

Ingenios Solares
José Manuel Jiménez, Súper - Editorial Pamiela
A la más potente central termonuclear conocida le quedan muchos mas años de actividad sobre este planeta que a las especies que ahora lo habitamos. La limpia y renovable, a cada momento, energía del sol encuentra en este libro un acto de amor pedagógico, 23 montajes, simples y también laboriosos para unirse desde el bricolaje a ese viaje cósmico energético de fotones que se convierten en luz, en movimientos, en preparación culinaria, en disfrute juguetón. El bestseller de la cultura energética solar hecha con las manos, siempre desde la acción, fruto de 12 años de trabajo educador del autor.

Cradle to cradle
De la cuna a la cuna
Rediseñando la forma en que hacemos las cosas
Michael Braungart / William McDonough - Editorial McGraw-Hill
Dos eruditos que se ocupan, preocupan y proponen para que todo lo que los humanos hacemos con los nutrientes biológicos y técnicos, al salir de la cuna (tierra) vuelva a ella con alto valor y no a la tumba habitual. Los autores han realizado desde moquetas a edificios, y siempre viendo que la basura debe ser alimento, animan a rediseñar todo lo que hacemos, desde su concepción, para que las cosas puedan ser materia prima de algo nuevo una vez finalizada su vida útil. Porque no tomamos a la naturaleza como modelo, porque no hacemos las cosas como si fuesen un servicial árbol…

Calor
Cómo parar el calentamiento global
George Monbiot - Editorial RBA
Leyendo el ultimo párrafo de esta obra de un periodista comprometido y enfrentado a lo injusto es más que toda descripción sobre los valientes análisis y propuestas que realiza para que intentemos frenar el acelerado cambio no solo de clima, sino de vida sobre este hermoso planeta: porque la campaña contra el cambio climático es muy extraña. A diferencias de todas las protestas públicas que la han precedido, es una campaña no para pedir abundancia, sino austeridad, Es una campaña no para obtener más libertad, sino menos. Y lo más extraño de todo es que es una campaña no contra otros, sino contra nosotros mismos.
Artículos de actualidad del autor en www.monbiot.com y traducción al castellano de algunos de ellos en alertas en www.terra.org

Una verdad incomoda
La crisis planetaria del calentamiento global y como afrontarla
Al Gore - Editorial Gedisa
De este libro, acompañado de película y eje de un pacífico premio Nobel se ha hablado tanto que puede parecer ya suficiente. Pero quizás merece ser elevado a texto de culto laico donde la verdad científica es lo cierto, donde los intentos de soluciones al problema es el gran reto moral y ético y donde todos los humanos tenemos un punto de confluencia, de hermandad y trabajo global. No queda mucho tiempo para dejar de pasear sobre este planeta como lelos y si el muy justo para hacerlo como responsables miembros de una civilización que busque el bien común por encima y superando a muchos mecanismos, porque no, asesinos y malintencionados.

El huerto familiar ecológico

La gran guía practica del cultivo natural
Mariano Bueno - Ed. Integral
www.mariano-bueno.com/
Los tres términos del titulo pueden indicar mucho, huerto como ese espacio revolucionario hoy en un mundo lleno de mercantilismo, contaminación, riesgo y crisis alimentaria. Familiar por amistoso, colectivo, de pequeña y suficiente escala para cuidando la tierra producir lo necesario lo mas cerca del plato y ecológico para pasar de largo sobre una agricultura difícil, sucia, explotadora de recursos naturales y humanos y dejarlo todo como un huerto paraíso donde los humanos comen y las otras especies tienen su sitio sin riesgos. El autor conoce la tierra y escribió un texto animador, riguroso y ameno para aquello de que hoy lo más revolucionario es cultivar un huerto.

El mundo sin nosotros
Alan Weisman - Editorial Debate
www.worldwithoutus.com/
¿Que pasaría en la Tierra si desapareciera el ser humano? Este libro responde desde el rigor científico y un enfoque original sobre el impacto del ser humano y su obra sobre el planeta y la impresionante capacidad de regeneración de la naturaleza. Si dejáramos de estar, ahora de momento cada cuatro días somos un millón más en la familia humana, este hermoso planeta se iría recuperando, poco a poco, mientras los fósiles de algunos objetos humanos perdurarían entre ciudades asilvestradas, llanuras plenas de fauna, plásticos duraderos e indestructibles, o las plagas urbanas de ratas y cucarachas extinguidas… Un libro para el cambio de una especie que esta jugando con su propio destino

La doctrina del Shock
El auge del capitalismo del desastre
Naomi Klein - Editorial Paidos
www.naomiklein.org
Son 708 paginas sobre la historia no oficial del libre mercado. Cuatro años de trabajo de la activista autora para ofrecernos la verdad del sistema que mantenemos, un capitalismo que emplea constantemente la violencia y el terrorismo contra el individuo y la sociedad. Desde el golpe de porra policial a las torturas con electroshock y un único protagonista, las diezmadas poblaciones civiles sometidas a la voracidad despiadada de los nuevos dueños del mundo, el conglomerado industrial, comercial y gubernamental para quien los desastres, las guerras y la inseguridad del ciudadano son el siniestro combustible de la económica del shock. La Escuela de Chicago y sus manuales de liberalismo aniquilador dejaran de ser desconocidos gracias a Naomi, acusada de ser radical sólo por defender la sanidad publica.

Economía canalla
La nueva realidad del capitalismo
Loretta Napoleoni - Editorial Paidos
www.lorettanapoleoni.org/economia_canalla/
Si tienes dudas sobre el sistema que alimentamos y que como afortunados nos protege para ser dóciles maquinas consumidoras, la autora examina como las fuerzas económicas están dando una nueva forma al mundo, convirtiendo en victimas a millones de personas normales cuyas vidas están atrapadas en el mundo de fantasía del consumismo. Si quieres saber que tienen en común el auge del comercio sexual en Europa, el escándalo de las hipotecas basuras en Estados Unidos, los productos falsificados en la industria china y la filantropía de los personajes celebres en África. Lo feo y deshonesto de lo económico consigue convertirse en imperios globales mientras biopiratas se introducen en la industria de la sangre, o bandidos expolian los mares profundos para alimentar viveros de pescado, la pornografía se desarrolla virtualmente en Second Life y juegos de guerra salen de talleres donde se explota a los trabajadores… Otra economía debe de ser posible, por el bien de todos.


Libros para el cambio en la red

Una nueva etapa de convivencia entre el libro impreso y el archivo informático ya ha comenzado. Libros creados, algunos para ser impresos en papel y liberados en la red, a disposición de todos los usuarios bajo los criterios del Copyleft, que regula la ética de la copia permitida y la expansión sin límites del conocimiento. Aquí un selección:

El poder de las redes
David de Ugarte
www.deugarte.com/manual-ilustrado-para-ciberactivistas
Un manual ilustrado para personas, colectivos y empresas abocados al ciberactivismo

El ambiente siempre esta en medio
Antonio Fraguas “FORGES” y Joaquín Araujo.
Editado por la Obra social de Caja Madrid
Versión para imprimir:
www.obrasocialcajamadrid.es/Ficheros/CMA/ficheros/OSMedio_AmbienteCompleto.PDF
Medio ambiente sentido con rigor y humor por un pincel único y una pluma extraordinaria, de la mano y la creación de los activistas de lo natural y ecológico

Consumir menos, vivir mejor
Ideas prácticas para un consumo más consciente
Toni Lodeiro
en papel: Editorial Txalaparta
Libre en: www.nodo50.org/consumirmenosvivirmejor/
www.nodo50.org/consumirmenosvivirmejor/?page_id=43

PhotoClima
Greenpeace
www.greenpeace.org/raw/content/espana/reports/libroclima.pdf
La organización de la VerdePaz muestra en este libro la transformación que sufrirá España si no se actúa contra el cambio climático.

Conducción eficiente
www.idae.es/index.php/mod.publicaciones/mem.detalle/relmenu.73/id.177
Una guía para conducir el coche reducción hasta un 15% todo, consumo de combustible, emisiones de Co2 y otros contaminantes y hasta el strees al volante

La Guía de la Energía

www.idae.es/index.php/mod.pags/mem.detalle/relcategoria.1142/id.94/relmenu.64
Manual de activismo ciudadano doméstico y personal, para conocer con detalle tecnologías y hábitos que ayudan a impactar mucho menos, reduciendo la factura energética y ambiental, desde casa o el transporte.

Perspectiva Ambiental
Fundación Tierra
www.ecoterra.org/subcat.php?cat=3&subcat=3&lang=es
Cuarenta y dos temas monográficos desde la perspectiva del medio ambiente, dirigidos al profesorado y disponibles todos en versión en catalán y un buen numero en castellano. Una obra de cultura ambiental por capítulos única y generadora de activismo.

X UN BUEN CLIMA. Calculadora de carbono.
Una guía de acción contra el cambio climático (2008)
Colectivo
http://www.ecoterra.org/articulos122es.html
Se habla mucho de reducción de emisiones, más o menos se intuye como hacerlo, esta guía con calculadora (en catalán y también en parte en castellano) nos invita a medir nuestras emisiones cotidianas y actuar en consecuencia. Una herramienta de transformación para vivir cada vez mejor con menos contribución personal al cambio climático.

Manolo Vilchez
Publicado en Integral 344. agosto 2008

“¡Perfora, nena, perfora!”

De todos los piropos que le dedicaron a Sarah Palin en la Convención Republicana, hay uno especialmente obsceno que aún resuena: “Drill, baby, drill!” (“¡Perfora, nena, perfora!”).

Podemos escuchar el cántico en Youtube. O lo podemos comprar estampado en las camisetas de zazzle.com, con goterones de petróleo colgando de las letras. O con una plataforma petrolífera perforando donde menos le duele a la gobernadora. Alaska, o sea.

No le falta razón a Obama. Los republicanos parecían un coro de cheerleaders a sueldo de Exxon Mobil:”Drill, baby, drill!”... Gritaban como los romanos del Coliseo, sedientos de sangre, más sangre. Palin dio la talla como gladiadora y sólo le faltó exhibir su escopeta de caza (otro de sus muchos puntos de conexión con Dick Cheney, que seguramente se frotó las manos como productor ejecutivo del montaje petrolífero).

“¡Perfora, nena, perfora!”... En esas tres palabras se resume la política energética de los republicanos, secuela del “¡Perforad, perforad, malditos!” que constituye el legado de estos ochos años de George W. Bush, en los que los norteamericanos han reforzado su inconfensable adicción al petróleo de Oriente Medio.

Y en esto llega John McCain, se sube a una plataforma petrolífera de Chevron cerca de Nueva Orleans, y lanza desde allí su plataforma energética para buscar oro negro en las costas: “Drill here, drill now!” (“!Perforad aquí, perforad ahora!”). McCain entierra el hacha de guerra ecologista, el mismo con el que se opuso en tiempos a las prospecciones petrolíferas en la Reserva del Artico de Alaska, y se deja seducir por la glotonería de Cheney y la gobernadora.

Sarah Palin puede ver muy de cerca el retroceso de los glaciares en la península de Kenai o el preocupante derretimiento del subsuelo helado en Newtik, pero prefiere apuntar a otra parte. Prefiere seguir despellejando alces y carbibús, y negándose a incluir el oso polar entre las especies en extinción. Prefiere cuestionar al cabo de 150 años la teoría de la evolución de Darwin y poner también en entredicho el calentamiento global: “El jurado aún no ha emitido su veredicto sobre el cambio climático”.

“¡Perfora, nena, perfora!” Apura hasta la última gota. Apuesta por el petróleo, la energía nuclear y el carbón limpio. Margina las energías renovables como las últimas de la lista, sigue sin fijar objetivos de ningún tipo y permite que tu país (a excepción de los estados del oeste) pierda definitivamente el tren del sol y del viento, que apenas sacian el 1% de vuestra voracidad energética.

Condena, nena, a Al Gore como el profeta del apocalipsis por atreverse a decir que este vasto país tiene la responsabilidad y la oportunidad de darle la vuelta a su tarta energética en una década. Y por supuesto ignora a Thomas Friedman, que esta misma semana publica Hot, flat and crowded, su llamamiento a esa revolución verde que se está produciendo en el resto del planeta.

CARLOS FRESNEDA
NUEVA YORK

El hombre “salvaje” de Central Park

LO DICHO Y HECHO

“Hemos perdido la conexión con la naturaleza y la facultad de recolectar nuestros alimentos”
“Durante millones de años, la especie humana se ha alimentado de los frutos y las plantas del bosque”

1950,Nace en Queens, Nueva York. 1970. Estudia Psicología. 1980. Empieza a recolectar plantas, frutos y hierbas silvestres. Organiza giras en los parques de Nueva York con el apodo de The Wildman. 1986. Infiltran a dos agentes de parques en sus tours y le detienen por “actividades delictivas”. La acusan de “comerse los parques”. Su caso arma gran revuelo en la prensa. 1986-90 Se convierte en guía “comestible” de Central Park. 1998 Conoce a su esposa Leslie-Anne Skolnik, en una de sus giras comestibles. 2002 Publica “The Wild Vegearian Cookbook. 2008 Se convierte en el rostro más reconocibles del movimiento de los “localívoros”.

Parece un pariente cercano del doctor Livingstone, supongo, sólo que en vez de adentrarse en la espesura de Africa central se patea como nadie Central Park, con su casco de explorador, a la busca de dientes de león, acederas, verdolagas, zaraparrillas, epazotes y demás plantas comestibles que irá recolectando sobre la marcha, seguido por cuarenta expedicionarios de todos los pelajes que nunca sospecharon los manjares silvestres que crecen en la gran ciudad.

Steve Brill, más conocido como The Wildman (El hombre “salvaje”), lleva tres décadas instruyendo a los neoyorquinos en el arte del “foraging” (recoger el forraje, pero para consumo humano). Allá por 1986 saltó a la fama cuando dos aguerridos park rangers se infiltraron en una de sus expediciiones y le detuvieron por “actividades delictivas”. Le acusaron literalmente de “comerse el parque”. Meses después, tras el revuelo que se montó en la prensa, le contrataron como guía insustituible, autorizado para recolectar todo tipo de setas, hierbas, raíces y bayas aptas para el consumo humano.

Su fama trasciende ya las fronteras (http://www.wildmanstevebrill.com); le han salido imitadores en medio mundo. Pero el auténtico “Wildman” –el nombre le vino a la mente haciendo meditación trascendental- es este intrépido, estrambótico y simpático explorador de 58 años, nativo de Queens, convertido ahora en ídolo del movimiento de los localívoros.

Lo que propugna el hombe “salvaje” es la auténtica vuelta a la comida local, a lo que tenemos más a mano. “Durante millones de años, la especie humana se alimentó de lo que recolectaba en el bosque”, explica Steve Brill. “Ahora, con el auge del fast food y los productos ultraprocesados, hemos roto por completo la conexión con la naturaleza, que siempre fue la base de nuestro alimento”.

Brill iba para psicólogo antes que para explorador, cocinero y botánico. Un día, paseando en bicicleta, vio a un grupo de mujeres griegas cogiendo hojas de parra en un parque. Se llevó una bolsa a casa, las cocinó con un relleno de arroz y volvió a por más. Se hizo experto y autodidacta, con la ayuda de infinidad de guías y probando todo lo que parecía comestible, sin sufrir hasta la fecha ninguna indigestión (todo lo más, un picorcillo en la lengua).

Dos veces a la semana, el hombre “salvaje” convoca a sus seguidores en uno de los más de veinte parques que entran en su jurisdicción (15 dólares de donación los adultos, diez los niños). El destino predilecto sigue siendo Central Park, donde tal día como hoy se congregan cuarenta expedicionarios pertrechados con palas, rastrillos y guantes.

Arrancamos en el Strawberry Fields de John Lennon y compañía, y a falta de fresas salvajes encontramos moras blancas (jugosas “mulberries”) que saben a lluvia y se deshacen dulcemente en la boca. En el borde del lago nos espera un árbol cargado de frutos rojos, parecidos a los arándanos, que resultan ser los “juneberries” o frutos del guillomo. Grandes y pequeños nos disputamos las mejores ramas, ante la sorpresa de las parejas que retozan en el parque y que no sabían de la fruta prohibida. Más tarde descubriremos manzanos silvestres y los codiciados caquis, “más sabrosos que los que venden en Chinatown”.

De ahí pasamos a las hierbas, con especial hincapié en esa que llaman pimienta del hombre pobre y que puede poner el contrapunto picante en las ensaladas. Buscamos también bardanas, raíces muy curativas, clavadas en la tierra como auténticas estacas. Y azucenas amarillas: “¿Alguien se atreve a regalarle un ramillete de flores a su mujer para que luego se las coma?”.

“¡Cuidado con las hiedras venenosas!”, advierte el hombre “salvaje” a los intrépidos que se lanzan a la aventura. Cuando la expedición se dispersa, Brill los llama a capilla con el silbato o ahuecando las palmas manos y haciendo música con la boca. Cuatro horas dura la incursión inolvidable en el parque, aderezada por historias que el hombre “salvaje” cuenta con pasión: “En un día de abril de 1998, se unió a la expedición una escritora de temas médicos que se llamaba Leslie-Anne Skolnik. Mostró tal interés por mí que le di de comer violetas, y así empezó todo. Meses después... “¡Ya se han casado! ¡Ya se han casado!”


Carlos Fresneda. Nueva York
EL ZOO DEL SIGLO XXI/ STEVE BRILL para El Mundo, pubicado el 5.09.2008