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Londres supera a Francia en multimillonarios

La City de Londres. | Stefan Rousseau
La City de Londres. | Stefan Rousseau
  • Londres acoge a 4.200 millonarios, sólo superada por N.York y Moscú
  • Una cuarta parte de ellos trabaja en el sector financiero
Hay más multimillonarios viviendo en Londres que en toda Francia. Según un estudio del analista Andrew Amoils para Wealthinsight, divulgada por 'The Guardian', la capital británica acoge a 4.200 multimillonarios y es la tercera ciudad del mundo por el número de grandes fortunas (superada sólo por Nueva York y Moscú).

Londres, con ocho millones de habitantes, supera en 420 al número de grandes fortunas repartidas por todo el territorio francés, donde viven más de 65 millones de habitantes.
Una cuarta parte de los multimillonarios londinenses trabaja en el sector financiero. El condado de Surrey, popular entre los banqueros de la City, es el tercero en la lista, con 230 multimillonarios en cartera. Manchester es la segunda ciudad con más "superricos" (374) y Glasgow y Edimburgo han subido enteros en el 'top ten', confirmando el tirón de Escocia entre los más pudientes.
En total, los 10.100 multimillonarios 'censados' por Wealthinsight -la consultoría especializada en grandes fortunas- tienen una riqueza combinada de 690.000 millones de de libras (860.000 millones de euros).

Pese al bajón experimentado del 12,8% entre el 2007 y el 2011, tras la debacle financiera, la riqueza acumulada por los británicos más ricos se incrementó el año pasado un 4,9%, coincidiendo sorprendentemente con la entrada del país en doble recesión.
Aun así, y siguiendo un camino diamentralmente opuesto al de Francois Hollande con el "superimpuesto" del 75% para las grandes Fortunas, David Cameron decidió rebajar este año tipo impositivo del 50% al 45% a las rentas superiores a los 180.000 euros.

 

Combatir la evasión fiscal

El primer ministro británico justificó la rebaja por el escaso efecto en las arcas del Estado del así llamado "impuesto de los 50 peniques", implantado por el Gobierno laborista. A cambio, aunque está por ver, Cameron prometió combatir duramente el verdadero talón de Aquiles de Gran Bretaña: la "evitación de impuestos", que permite a las grandes fortunas "no pagar" hasta 32.000 millones de euros usando argucias legales.

La confirmación de Londres como la capital europea de los multimillonarios (con el permiso de los oligarcas rusos subidos al puente aéreo de Moscú) concide con la noticia de la puesta en venta de la casa particular más cara Gran Bretaña. Por 300 millones de libras (370 millones de euros) se puede adquirir la mansión de 45 habitaciones en Rutland Gate, junto a Hyde Park, que llegó a ser propiedad del primer ministro libanés Rafiq Hairi, asesinado en una atenado en Beirut en el 2005.

Por un precio algo más módico, 100 millones de libras (123 millones de euros) el magnate griego Andreas Panayiotou desafía a la crisis en su propio país y pone a la venta su privadísima propiedad en Hampstead. Tan sólo para poder ver el catálogo y atisbar la ostentación del griego, hay que pagar 2.600 euros del ala. La casa tiene piscina exterior e interior, cine privado y "habitación de pánico" ante posibles asaltos... Londres, o la última gran burbuja inmobiliaria.

Carlos Fresneda (Corresponsal) | Londres

Hester rechaza la prima de un millón de libras por la 'presión mediática y política'

El consejero delegado del RBS, Stephen Hester. | Efe
El consejero delegado del RBS, Stephen Hester. | Efe

  • Piden la comparecencia de David Cameron en el Parlamento
  • Aumenta la presión para bloquear las pagas de Stephen Hester
  • El director del RBS espera nuevas compensaciones de 8 millones de libras
Stephen Hester, director ejecutivo del Royal Bank of Scotland (RBS), ha renunciado al bonus de 963.000 libras por "enorme presión mediática y política" a la que se ha visto sometido. Una decisión de la que el ex portavoz del Tesoro, Lord Oakeshott, asegura que "es mejor tarde que nunca".
Sin embargo, el clamor contra los 'bonus' millonarios de los banqueros llama a las puertas de Downing Street. El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, ha pedido la comparecencia urgente del primer ministro David Cameron en la Cámara de los Comunes y ha pedido el bloqueo inmediato de las primas y otras compensaciones "camufladas" de Hester.

El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, se ha sumado a la indignación popular y ha pedido a Cameron que intervenga personalmente: "La gente no puede entender cómo el Gobierno no puede hacer nada en una decisión que afecta a un banco que es prácticamente propiedad del Estado".
El 83% de las acciones del RBS son efectivamente de titularidad pública, después de la intervención del Estado durante la debacle financiera del 2008 durante la debable financiera. Ese mismo año fue fichado como director ejecutivo Stephen Hester, curtido en las altas finanzas en el Credit Suisse.

Según revela el diario 'The Independent', Hester ha percibido un total de 35,5 millones de libras (unos 43 millones de euros) como parte del acuerdo para asumir la dirección del RSB y por varios conceptos (salarios, 'bonus', beneficios, acciones).
El último escándalo vino dado por la concesión del último 'bonus' de 963.000 libras al que Hester ha renunciado. Sin embargo, las últimas revelaciones del diario 'The Times' han revelado que Hester espera recibir otros 8 millones de libras en las próximas semanas como parte de su acuerdo de compensaciones a largo plazo.

De acuerdo con 'The Guardian', Hester cobra en total unas 97 veces más que la media de los empleados del RSB. La concesión de los 'bonus' se produce además cuando el banco ha reconocideo pérdidas millonarias en el último ejercicicio y planea el despido de 3.500 trabajadores.
El escándalo de los 'bonus' está provocando fricciones dentro de la coalición de Gobierno de Cameron. El ministro Jeremy Browne y el ex portavoz del Tesoro Matthew Oakeshott -ambos liberal-demócratas- han pedido a Stephen Hester que renuncie a sus 'bonus', siguiendo el ejemplo de Antonio Horta-Osorio en el Lloyds y del propio presidente del RBS, Philip Hampton.

"Estamos ante una preocupante falta de liderazgo ante uno de los temas que más conciernen a los ciudadanos: la desigualdad económica", ha denunciado el laborista Ed Miliband. El líder de la oposición ha reclamado también la presencia en la Cámara de los Comunes del ministro de Finanzas George Osborne, que hace dos días alabó la gestión de Hester y defendió sus compensaciones económicas.

Carlos Fresneda (Corresponsal) | Londres
Publicado en El Mundo.es

Bienvenidos a la City, el 'feudo' sin alma de las finanzas


Escudo de la City. | Carlos FresnedaEscudo de la City. | Carlos Fresneda
  • Banqueros y 'traders' pasan del éxito al fracaso en un mundo de avaricia
  • Cameron se ha quedado solo en la UE por defender los intereses de la City
  • Quiso imponer un veto y se negó aceptar regulaciones financieras de la UE

En la ciudad de la codicia, todo parece concebido para mayor gloria de las finanzas y mayor desolación del hombre. Apenas 9.000 almas viven en este "feudo" sombrío, levantado sin escrúpulos sobre las ruinas del viejo Londinium, sacudido todos los días por una marea de 300.000 oficinistas, banqueros, inversores, 'brokers', 'traders' y demás trabajadores que van y vienen, vienen y van, ajenos a la historia del lugar y de las murallas que ocasionalmente muerden los rascacielos.

El 'pepinillo' de Norman Foster (30 St. Mary Axe) es el símbolo incuestionable de la City, delimitada a lo lejos por la cúpula de St. Paul, a cuyos pies sigue erigido el campamento de tenderetes de los 'indignados', ahí les duele. Junto a la catedral, en una plaza privadísima y semiculta, protegida las 24 horas por decenas de cámaras y agentes privados de seguridad, tenemos la sacrosanta y aséptica Bolsa londinense, viviendo de espaldas a todo lo que acontece en la ciudad.

Porque todo en la City desprende secretismo, ocultamiento y misterio, como si una invisible burbuja la aislara del mundo e impidiera a toda costa que el sol ilumine sus conspicuos callejones. Tal vez por eso David Cameron rompió la baraja en la última cumbre europea y se negó a aceptar las regulaciones que quiere imponer la UE para defender los derechos de la City, uno de los mayores centros financieros del mundo, y que supone un 10% del PIB británico.

"La City es como un estado autónomo dentro de nuestras fronteras, en una posición ideal para lavar el dinero de los oligarcas, de los cleptócratas, de los gángsters y de los barones de la droga", escribe George Monbiot, en uno de los artículos más demoledores contra "el corazón oscuro de Gran Bretaña".

'Aquí trabajamos muchos curritos'

Susan Davenport, empleada de Administración de un banco (prefiere no decir cuál), intenta rebatir por su parte el mito de la City mientras se fuma un cigarro en los soportales triangulares del 'pepinillo': "No es oro todo lo que reluce. Aquí trabajamos también muchos "curritos" que tenemos mucho más en común con la gente de fuera. A quienes llevan las riendas de la City no les verás en la calle. En todo caso, detrás de los cristales ahumados de sus Mercedes o sus Ferrari. O a lo mejor al filo de la medianoche, reponiendo 'fuerzas' en los pubs".

Hace unos meses condenaron a tres años a un tal Anthony Alexander, propietario del Bar Nine, el más notorio de una cadena invisible de clubs de "cocaína y alcohol" para los sufridos trabajadores de la City. Uno de ellos, el 'trader' Kweku Abodoli, fue detenido por defraudar 1.456 millones de euros (se dicen pronto) en operaciones de altísimo riesgo para el banco suizo UBS. Su libro de cabecera no era otro que 'El Lobo de Wall Street', de Jordan Belfort, protagonista y "víctima" de esta economía cocainóamana de fulminantes subidones y demoledoras caídas.

Como en los confines de Wall Street, todo parece "esquinado" en la City. Se diría que los financieros de aquí y de allá se han puesto de acuerdo para apropiarse de la historia de la ciudad, amurallar su 'milla dorada' y dejarla irreconocible e inhóspita (la Unesco ha amenazado con arrebatar a la Torre de Londres el título de Patrimonio Mundial ante la manifiesta fealdad de todo lo que han construido a su alrededor en las últimas décadas).

La City tiene pues algo de castillo kafkiano, para mayor gloria de los 1.117 bancos y firmas extranjeras arraigadas en sus confines de apenas tres kilómetros cuadrados bañados por el Támesis. Ni el Parlamento de Westminster ni el acalde de Londres (Boris Johnson) pintan nada en este feudo anacrónico del siglo XXI, regido por su propio 'lord' alcalde (David Wootton) y protegido con celo por la clase política.

Las empresas radicadas en la City son las mayores contribuyentes a la causa del Partido Conservador, y eso se nota. El sector financiero tiene un peso demoledor, el 10% del PIB de Gran Bretaña, y eso también se nota. El padre de David Cameron fue 'broker' en la Bolsa, y eso se vio bien claro en su afán por lograr en Bruselas las "salvaguardas" para su venerada City (o sea, excluirla del nuevo rigor fiscal de la UE y, por supuesto, de cualquier intento de poner un impuesto a las trasacciones financieras).

"El egoísmo de la City no justifica el sacrificio nacional", escribe Nicholas Faith en 'The Independent'. "La milla de oro ha sido siempre una lugar avaricioso e insular, independiente del resto del país y capaz de ignorar las necesidades de nuestra economía".
"Bienvenidos a la Bancocracia", titula 'The Guardian' en un artículo de Aditya Chakrabortty que dispara contra el creciente y preocupante poder de la City: "En un país más pobre, la complicidad que existe entre nuestros políticos y nuestros banqueros sería vigilada muy de cerca por los oficiales del Banco Mundial, que no dudarían en calificarla de corrupción".
Bienvenidos a la City...

Carlos Fresneda (Corresponsal) | Londres
Publicado en El Mundo.es

Los ecologistas británicos acusan a David Cameron de 'destruir' el medio ambiente

El primer ministro británico (i), David Cameron, y el ministro de Economía (d),George Osborne, en agosto. | AFP
 El primer ministro británico (i), David Cameron, y el ministro de Economía (d),George Osborne, en agosto. | AFP

  • Le acusan de presidir el 'Gobierno más destructivo contra el medio ambiente'
  • Arremeten contra el ministro George Osborne por su política anti-verde
  • Las inversiones en energía eólica caen un 70%
  • Se reducen los subsidios a la solar y aumenta el impulso a la extracción de gas
La mayor alianza de grupos ecologistas de los últimos años en Gran Bretaña ha lanzado un ataque unánime contra el Gobierno de David Cameron, al que acusan de llevar a cabo "la política más destructiva contra el medio ambiente en este país en las últimas décadas".

En dos cartas abiertas, publicadas por 'The Observer', un abanico de líderes y asociaciones ecologistas –del autor George Monbiot a la líder del Partido Verde Carolina Lucas, de Wildlife Trusts a Greenpeace- le recuerda a David Cameron su promesa fallida de hace apenas año y medio, cuando aseguró que presidiría "el Gobierno más verde en la historia del Reino Unido".

El detonante ha sido el reciente discurso del ministro de Finanzas George Osborne, la nueva 'bestia negra' del movimiento ecologista. Osborne advirtió que Gran Bretaña "no va a salvar el planeta cerrando industrias" y aseguró que no es el momento "de pensar en cosas como los habitats, que pueden suponer costes ridículos a las empresas".

Su discurso ha creado un movimiento de tierras dentro de la coalición de los conservadores y los liberal-demócratas, encabezados por el ministro de Energía y Cambio Climático Chris Huhne, que no ha ocultado su contrariedad ante el alegato antiambientalista de Osborne en el nombre de la economía.

Promesas incumplidas

"El asombroso desdén mostrado hacia el valor del mundo natural no sólo va en contra de la opinión popular, sino en contra de todo lo que el propio Gobierno dijo el pasado mes de junio, cuando publicó el libro blanco de la medio natural y la estrategia para la biodiversidad de Gran Bretaña", puede leerse en la carta suscrita por Greenpeace y la Royal Society for the Protection of Birds.

La Campaña para Proteger la Inglaterra Local y Wildlife Trusts destacan por su parte el apoyo inicial dado por Cameron a la iniciativa para vender gran parte de los bosques nacionales (retirada ante la presión de la opinión pública), así como la nueva Ley de Urbanismo que aspira a recalificar grandes extensiones en la periferia de las ciudades y los pueblos para permitir nuevas construcciones.

Freno a las renovables

Los ecologistas destacan también el freno experimentado por las renovables, en detrimento sobre todo de las nuevas explotaciones de gas, que han recibido grandes exenciones fiscales al tiempo que se reducían los subsidios a la energía solar. Las inversiones en energía eólica han caído entre tanto un 70% en el último año, mientras que la potencia "aprobada" ha pasado de 1.366 megavatios a 920.

Por su parte, Greenpeace ha acusado al Gobierno Cameron de "abuso de poder", a la hora de intercambiar información privilegiada sobre la batalla en los tribunales que libra la asociación ecologista, contraria a los planes para construir ocho nuevas centrales en el país.

Greenpeace asegura que Cameron ha arrimado el ascua a la industria nuclear y ha intentado manipular la opinión pública para mitigar el efecto de la "marcha atrás" en Alemania y del referendum en Italia tras el desastre de Fukushima.

Carlos Fresneda | Londres

'¡Los recortes no son la cura!'

Manifestantes, este domingo en Manchester. | Efe
 Manifestantes, este domingo en Manchester. | Efe

  • Más de 35.000 manifestantes toman las calles de Manchester
  • Protestan contra la política económica de David Cameron
  • Gritos de '¡Combatid a los ricos!' y '¡No pasarán!'
Los conservadores han venido a celebrar su cónclave al corazón de la Inglaterra industrial y los sindicatos han respondido tomando las calles bajo una pancarta unánime: "¡Los recortes no son la cura!". A David Cameron le ha llegado tan sólo el rumor lejano, parapetado con los 'tories' en Manchester Central y esperando a que amainara la tormenta otoñal para poder regresar al hotel.

En las calles de Manchester ha quedado sin embargo el eco de la protesta sindical, amenizada con los cánticos anti-Cameron ("He’s Got to Go!", "¡Se tiene que ir!") y con la santísima trinidad de las reivindicaciones: "¡Empleos, Crecimiento, Justicia!".

Más de 35.000 sindicalistas y estudiantes se unieron a la protesta, que ha discurrido sin incidentes y bajo un estrecho cerco policial. Al llegar a First Street, hubo una llamada a la "resistencia civil" en boca de Len McCluskey, 'cabecilla' de Unite (el mayor sindicato británico), pero la primera demostración de fuerza en las calles de Manchester se ha saldado sin un solo detenido.

Hasta la policía ha alabado el comportamiento de los manifestantes, que no descartan sin embargo acciones más contundentes de aquí al miércoles, cuando clausura la conferencia el mismísimo David Cameron.

Unos 200 manifestantes, adscritos al grupo Occupy, se han descolgado del resto y han decidido acampar esta noche en Albert Square, con la esperanza de transformar aquello en un campamento de 'indignados' a lo Wall Street y Puerta del Sol.

'Nos están chupando la sangre con nuestros impuestos'

El parlamentario laborista Tony Lloyd se ha unido a los manifestantes y ha prometido espolear hasta el último momento la oposición callejera a Cameron: "La gente está enfadada, pero muchos están asustados y no se atreven a salir a la calle. Este Gobierno está recortando miles de millones de los servicios públicos... Y hasta los propios 'tories' están ya reclamando un plan B para estimular el crecimiento económico".

Junto a Loyd, en la cabeza de la manifestación, la secretaria del Sindicato Nacional de Profesores Christine Blower se sumaba a una comparsa de estudidantes 'heridos' por los recortes, recorriendo las calles de Manchester como zombies con camisetas 'ensangrentadas'...
"Nos están chupando la sangre con nuestros impuestos", se lamentaba Blower. "Lo que deberían estar haciendo es imponer la tasa de Robin Hood: un impuesto a las transacciones financieras para promover el empleo entre los jóvenes y ayudar a los estudiantes".

Desde Manchester Central, el 'bunker' acristalado donde estos días se encerrarán los 'tories', el ministro de Finanzas George Osborne –que este lunes será la estrella de la conferencia- se refería con desdén al bullicio que llegaba de fuera: "Tienen todo el derecho a manifestarse, pero así no van a lograr que se mueva la economía".

Carlos Fresneda (Enviado especial) | Manchester
Publicado en El Mundo.es