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El Sunny Day by José Andrés

El mayor restaurant solar de la historia


En las películas, Las Vegas, sus casinos y su cachondeo, llevan mucho tiempo siendo icono de una sociedad de consumo de artificios placenteros, y si una parte de la especie se pone con ello, pues se le monta una animada ciudad en medio del desierto. Aunque sus orígenes, según vi en la serie El Padrino, parece que tiene que ver con dar servicios de desahogo a militares de la zona, el devenir hacia el turismo de ocio de está ciudad es espectacular. Con problemas de suministro agua acechando, con millones de visitantes a diario, con hoteles de más de 3000 mil habitaciones que parecen terminales de aeropuerto en su recepción, la que conecta con vuelos directos de alto nivel ludópata en la misma planta baja, y es que tardas lo suyo en atravesar alguno de ellos entre tragaperras, blackjak, ruletas y gente poco feliz a simple vista, salvo cuando se gana a la banca.

El pasado octubre, algo más vinculado al negocio cultural, sector musical, con más felicidad ambiental y digo yo que por aprovechar infraestructuras y servicios de la colosal urbe del entretenimiento y disfrute para una parte de la familia humana, el festival “Live is Beatiful”, cuyo objetivo es que desde las artes, la gastronomía y el activismo cultural, motivar e inspirar a la gente hacia una vida mejor, reunió durante 3 días al mayor número de gente alegre y hispters que un menda podía imaginar en un solo lugar.

Claro, al lado de todo evento musical de calidad y como este, destinado a unos 50.000 ciudadanos, se cuenta con una programación cultural para dar suministro a las mentes inquietas que por allá pululan. Con una organización impecable, las conferencias de popes, las esculturas fascinantes, los grafitis de tamaño como muy americano y las performances fascinadoras, no fueron pocas. Por lo general en estos espacios, ya lo sabes, o te llevas el bocata o te nutres con la oferta gastro, y bueno, no me entretengo en sector cervezas artesanales, que abundaba, con éxito, más de lo que parecía lógico. Entre tanto mostrar, hubo un lugar peculiar e innovador, lo nunca visto¡. Pues, en un espacio donde el Sol llegaba desde las 11:00 hasta las 14.45 en punto el primer día (la puntualidad la marcó el rascacielos que nos cortaba el hilo dorado), allá se decidió llevar a cabo un acto de alta e intensa pasión que propuso un chef especial y una organización muy atenta. Lugar de paso entre los principales escenarios, quizás el que más servicio daba a la idea de José Andrés para que miles de personas vieran en acción a los más destacados chefs de The Think Food Group, su grupo de empresas desde donde se han marcao cambiar el mundo por la vía de los alimentos, procesando comida en artefactos no habituales para los artistas de la alquimía nutritiva, el proyecto fue mostrar las tecnologías más limpias en puntos de calor del mundo para el procesado de alimentos, que desde su fundación World Central Kitchen impulsa con proyectos en varios países en desarrollo y pobreza energética. Echaron mano de los colaboradores y se brindó la oportunidad de que se conociera la labor de varias microempresas dedicadas a fabricar y ofrecer cocinas y hornos solares, y también de combustibles más eficientes, junto a organizaciones que trabajan para que el procesado de alimentos sea, al fin, un placer para todos los miembros de la familia humana.


El chef Rodolfo Guzmán, jefe de cocina en el mítico Jaleo de Washington DC, el primer restaurant que abrió un jovenzuelo español salido del El Bulli hace ya más de 20 años, fue uno, junto con Terri Cutrino, la responsable de proyectos especiales (y este lo era a tope) y Rodrigo Pérez, chef de Oyamel, también en Washington DC, los tres salidos de sus fogones habituales, pero con la misma elegancia y buen hacer, se pusieron al tajo manejando la taquería Sunny Day by José Andrés. El mismo que es embajador culinario de la Alianza Global para las Cocinas Limpias impulsada desde los EEUU para llevar 100 millones de unidades donde más falta hacen, antes del 2020. Este fue un motivo eje para inaugurar el proyecto más solar de la historia de un reconocido cocinero creativo español, influyente en el mundo de la alimentación y la solidaridad. Y vamos si la armó¡


Rodolfo un día antes, yo creo que no se olvida en su vida de como montó 6 máquinas alSol 1.4 en un intensivo e improvisado taller callejero al ladico del chiringo que acogió una de los mayores instalaciones de cocinas solares en servicio público que se han montao en la historia de esta humilde, simple y pedagógica tecnología. Fue fascinante compartir con profesionales de la alta cocina sus visiones hacia el uso de las cocinas solares, y el rigor que utilizaron en lo referente a los tiempos, el manejo, las anotaciones, etc...

Al final, el espacio solar fue único, doce unidades de la innovadora parabólica SolSource, con reflector moldeado de plástico, de alto diseño y giro sobre eje vertical estuvieron dedicadas a los rellenos de los tacos; seis unidades de la, según opiniones, mítica “made in Spain” alSol 1.4 en servicio con las ollas express de los frijoles; tres fascinantes GoSun Sport, más portátil y potentes no se conoce nada y sus dos extraordinarios prototipos de la GoSun Industrial, del que salían patatas enormes cocidas, al poco rato..., 


todas las tecnologías en uso le sacaban al sol servicios energéticos para gozo del equipo de chefs, ayudantes e interesados directos por lo que allá se “cocía”. Acompañó el espacio un campo de tecno para sol concentrado, y las tres unidades de la innovadora cocina mejorada de pequeña leña Biolite Camp Stove (reducción del 95% del humo y que también te recarga la batería del móvil) y dos fogones EverClear de bioetanol para cuando es Sol ya no estaba, y que no pararon de preparar miles de tortitas de maíz para los vegetarianos tacos solares de la oferta. Mientras la espera en la cola se daba, no fueron durante los tres días de sol bondadoso, sino miles las preguntas de comensales que por primera vez en su vida sentían el más sabroso vinculo entre lo comido y la energía del Sol que los cocino, desde los artefactos que los envolvían.

Las mismas recetas para chefs avanzados o para los que preparan la comida en lugares necesitados, confluyen en algo simple y poderoso, la pasión por mejorar la calidad de vida de las personas a las que sirven, desde los más prestigioso restaurantes hasta la más alejada vivienda rural familiar donde la tecnología puede evitar enfermedades pulmonares al quemar biomasa con casi nada de humos, donde el Sol puede facilitar el ahorro de tiempo y dinero a mansalva cuando la perpendicular de la cocina u horno solar con la posición del sol en nuestro orbitar eterno se ajusta para como sentir que “la vida es hermosa” y más simple y que así pueda ser depende de lo que hagamos a partir de ya, sin dejar pasar más tiempo. El Sunny Day animó, hace unos meses, el camino de los que podrían ser, los años más nutritivos y decisivos en nuestra relación con Gaia, su clima ...y entre nosotros.


Biocultura apuesta por la transición y el consumo colabor ativo

Participantes en el espacio del movimiento transición.
Participantes en el espacio del movimiento transición.
  • Unos 70.000 visitantes han pasado estos cuatro días por el Palau San Jordi
  • La crisis ha obligado a la gente a buscar alternativas
Biocultura, la feria de los productos ecológicos y el consumo responsable, celebra su 20 aniversario en Barcelona apostando fuerte por la dos tendencias sociales del momento: el movimiento de la transición y el consumo colaborativoUnos 70.000 visitantes han pasado estos cuatro días por el Palau San Jordi, donde se celebrará también hoy un debate sobre "nuevos medios para una nueva realidad".
Por segundo año consecutivo, de camino hacia los 700 expositores, el Espacio en Transición se ha convertido en uno de los más poderosos reclamos de Biocultura. Coordinado por la revista 'Ecohabitar y Transición Sostenible', el espacio es el punto de encuentro de una panoplia de grupos que buscan alternativas al actual modelo económico.

La reconciliación entre la economía y la ecología será precisamente hoy el tema de debate en una mesa redonda en la que participará, entre otros, el fundador de Transición Sostenible Juan del Río. Con el impulso del segundo encuentro nacional en Mijas, Del Río se refiere a la labor "de un movimiento que nos invita a pasar de la indignación a la acción", con iniciativas como las monedas sociales, la agricultura urbana, la permacultura, los planes de decrecimiento energético y la busca de una mayor calidad de vida.

La crisis ha dado un especial impulso al movimiento en países comoEspaña, donde existen ya 40 grupos, y Portugal, donde se celebrará el 14 al 16 de junio la Ajudada, un encuentro internacional que revindica la reconexión de la economía con la comunidad.
La economía colaborativa, otra tendencia que ha experimentado un crecimiento espectacular en nuestras tierras, estará también presente hoy en la jornada de cierre de Biocultura, con una charla a cargo de Albert Cañigueral –fundador de www.consumocolaborativo.com – y Mar Alarcón, cofundadora de Social Car, pionera del alquiler de coches entre particulares (con 15.000 usuarios en toda España).

"La crisis ha obligado a la gente a buscar alternativas, no sólo para ahorrar, sino para hacer dinero al mismo tiempo y aprovechar los recursos al máximo", sostiene Albert Cañigueral, que ha rastreado más de 150 'startups' asociadas al consumo colaborativo en España. "A esto se une la explosión de las redes sociales, ahí es donde todos comprobamos todos los días el poder de compartir: cuanto más das, más recibes".

Mar Alarcón y Albert Cañigueral estarán precisamente entre el 2 y el 4 de mayo en París entre la nutrida representación española en el OuiShare Fest, el gran cónclave de la economía colaborativa, donde se tenderán puentes entre emprendedores, 'makers', inversores y el gran público en un escenario nada usual: la carpa del Cabaret Sauvage, en el parque de la Villete.

Uno de los últimos actos programados para hoy en Biocultura hacereferencia muy directa a esta "nueva realidad" y a su reflejo en los nuevos medios. La directora de El Correo del Sol, Montse Cano, compartirá mesa con Ariadna Trillas (Alternativas Económicas) , Laura Ferrero (FronteraD), Pedro Burruezo (The Ecologist en español) y Juan Maldonado, profesor de Periodismo Multimedia en la Universitat Autònoma de Barcelona.

“Estamos viviendo tiempos muy convulsos, de cambios drásticos en pocos años, que están dejando a una gran parte de la sociedad casi sin opciones”, asegura Montse Cano. “Sin embargo, paralelamente a esos cambios que nos empobrecen a todos los niveles, hay una profunda transformación social a la que los medios tradicionales no están dedicando atención: una sociedad civil crítica y activa, que se organiza y emprende desde unas nuevas bases colaborativas y en mayor sintonía con sus comunidades y con la Tierra”.

Carlos Fresneda

¡A la ecología por la economía!

Thomas Kolster, de WhereGoodGrows.

La economía es de Marte, la ecología es de Venus. Lo que hemos vivido en las últimas décadas es el permanente desencuentro entre las dos ramas que, se supone, deberían brotar del mismo árbol. Pero las dos “ciencias” han estado durante mucho tiempo a palos y es ahora cuando recogemos los frutos… podridos.

La economía y la ecología deben encontrarse necesariamente en la Tierra, y en eso estamos. Al fin y al cabo, la raíz es la misma: “oikos”, la casa (o sea, el planeta que nos da cobijo). La diferencia está en todo caso en la “savia”: una debería velar por la administración y la gestión de los recursos, y la otra por el conocimiento y por el cuidado de ese gran ser vivo que llamamos Gaia.

Después de la delirante aventura interplanetaria, el aterrizaje forzoso del 2008 debería servir finalmente de punto de encuentro… “¡A la ecología por la economía! (y viceversa)”, como hace poco le oí proclamar a nuestro amigo y director de EcoHabitar Toni Marín, uno de los primeros en olerse la inevitable convergencia.

Los tiempos están cambiando, que diría Bob Dylan, y esta misma semana ha saltado la liebre del marido economista y la esposa ecologista… Pues resulta que al gobernador del Banco de Canadá y futuro gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, le ha salido una mujer muy “verde” (en el buen sentido).

Diana Carney, la esposa del banquero, ha expresado sus simpatías por el movimiento “Occupy” y ha reconocido que la “desigualdad económica” es el problema más grave de nuestro tiempo. A sus 46 años, ha decidido recuperar la infancia perdida (hija de un granjero) y convertirse al “credo verde”, montando en bicicleta, cultivando sus verduras y recomendando “frugalidad” frente al hiperconsumismo en su propio blog.

Los canadienses no ven nada extraño en el matrimonio entre el economista y la ecologista (más allá de la contradicción de vivir en una confortable mansión de un millón de euros en Ottawa). Los medios británicos, sin embargo, se han llevado las manos a la cabeza y han condenado a la mujer del banquero como “anti-capitalista” y “eco-guerrera”… Vuelta a empezar.

Lo último que necesitan la economía y la ecología es una nueva guerra, después de las armas de destrucción masiva empleadas para negar el cambio climático. Llegados a este punto se impone necesariamente una tregua, como la firmada esta misma semana en Londres en la conferencia “Sustainable Brands”. 

Había que haber visto a Paul Gilding, ex director ejecutivo de Greenpeace y autor de “La gran disrupción”, dando una lección de futuro a los empresarios y a los expertos en marketing: “Hemos llegado al “pico” del estado de negación en el que vivíamos. La economía necesita tocar tierra y recuperar su propósito real: mejorar nuestras vidas”.

La economía necesita aprender de la ecología y alinearse con la naturaleza. Y la ecología tiene que aprender de la economía y hacerse más práctica. Una y otra deben sacar partido de la “colaboración”, la palabra clave en el mundo que viene, en opinión del creativo iconoclasta Thomas Kolster, que pronto lanzará la mayor plataforma colaborativa “on line” para el cambio social: WhereGoodGrows Donde Crece lo Bueno…

Carlos Fresneda
Publicado en el blog Realidad Paralela de El Correo del Sol 

La 'bioeconomía' que viene


Valle de Biert, donde se planifica la producción agrícola ganadera de la Biorregión Autosustentable Catalana.
Valle de Biert, donde se planifica la producción agrícola ganadera de la Biorregión Autosustentable Catalana.


Guillermo Vetcher lo vio venir hace tiempo. En su doble faceta de emprendedor y humanista, curtido en proyectos de cooperación internacional en América Latina y en España, constató cómo el sistema político y económico avanzaba sin remedio hacia el colapso.
"Vivimos en un sistema económico basado en destruir más de lo que construye, y como tal está condenado a la bancarrota, arrastrándonos a todos nosotros y al planeta"
Durante dos lustros, con un pie aún en el viejo entramado, estuvo dándole vueltas y más vueltas al problema, hasta llegar a una conclusión tan evidente como alarmante: "Vivimos en un sistema económico basado en destruir más de lo que construye, y como tal está condenado a la bancarrota, arrastrándonos a todos nosotros y al planeta".
Vetcher le dedicó el mismo tiempo a explorar las soluciones a nuestro alcance. Unas las descartó como "poco prácticas y demasiado utópicas", y otras como "insuficientes y excesivamente cercanas a lo que ya existe".
Al final decidió elaborar su propia fórmula, condensada en un libro -'De ahora en adelante' (ediciones Ecohabitar)- y plasmada en una iniciativa bien concreta: DEC, la empresa humana. Su meta última es ni más ni menos que "construir una nueva economía" a partir de la interacción entre "biorregiones" como las que ya están despegando en el Valle del Biert en Cataluña y la provincia de Entre Ríos en Argentina.
Vetcher prefiere habar de "transición" e "innovación" antes que de "ruptura" o "revolución", pues es así como funciona la naturaleza… "La economía debe aplicar el sistema operativo de la vida, que es el Desarrollo Evolutivo Constante (DEC). En la naturaleza, todo cambia constantemente, en una especie de espiral creadora que da pie a organismos cada vez más complejos y adaptados. La economía, en cambio, ha suplantado ese principio por otro bien distinto, el Desarrollo Involutivo Constante (DIC), que es la desconsideración total hacia la vida en provecho de unos pocos".
[foto de la noticia]
Guillermo Vetcher
Así llegamos a lo que el propio Vetcher define como"bioeconomía". A saber: un sistema que aplique a la economía el principio motor de la vida. En la "bioeconomía", todos seríamos actores en nuestra triple condición de productores, consumidores y microinversores". Y aunque el punto de partida sea local, la meta es construir una plataforma virtual que permita "fundir" las experiencias en las "biorregiones" en todo el planeta, gracias al efecto multiplicador de las nuevas tecnologías.
"No tenemos que esperar a que otros construyan por nosotros", asegura Guillermo Vetcher. "Ni siquiera tenemos que romper radicalmente con este sistema que está en vertiginoso descenso. Nos basta con sacar un pie y dar el salto a este otro sistema emergente que podemos construir entre todos. Los ciudadanos podemos llevarlo a cabo. En nuestras manos está cambiar la naturaleza de la democracia y de la economía".

Imitando la naturaleza de la que somos parte, sostiene Vetcher, los humanos podemos crear un "sistema orgánico" al que todos contribuiríamos y del que todos nos beneficiaríamos. El emprendedor argentino-español ha acuñado incluso un nuevo concepto, el del 'bien-SER-estar', que va más allá de lo que hasta ahora llamábamos "estado del bienestar", y que le resulta muy difícil de explicar a los ingleses y a los norteamericanos. 'To be or not to be'…
El ser o no ser de la "nueva economía", en opinión del autor de 'De ahora en adelante', se concreta en lo que él mismo llama la Unidad de Referencia Universal (URU) y que describe tal que así: "Es correcto que todo ser humano tenga ante sí la opción de poder alcanzar el nivel de bien-SER-estar que libremente decida, en tanto en cuanto ninguna consecuencia de sus acciones lesione o impida, directa o indirectamente, que otro ser humano, nacido o por nacer, pueda disponer del mismo tipo de opción y deber".
Amigo de los acrónimos, Vetcher asegura que el URU sería algo así como una declaración de principios o un punto de encuentro necesario entre las 'biorregiones', unidas en su increíble diversidad.
A su paso por Londres, le pedimos al ex empresario -afincado en Girona y con un pie permanentemente en Argentina- que haga un esfuerzo por sintetizar su envolvente teoría y nos cuente cómo se está poniendo en práctica. El primer paso es la creación de una "empresa humana" integrada aproximadamente por 30.000 familias, organizada en torno a 40 áreas productivas: desde el cultivo, procesamiento y venta de productos ecológicos a la reconversión de los residuos, pasando por la creación de sistemas de transporte, sanitarios y educativos.
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La ciudad de Victoria, en Argentina, donde se proyecta la primera Biorregión autosustentable en América Latina.
Con una inversión estimada de 135 millones de euros el primer año, a partir de las microinversiones de los socios coproductores del área metropolitana de Barcelona, Vetcher estima que su proyecto "piloto" podría dar los primeros pasos a partir del próximo año. En una masía en reconstrucción en Pujarnol, y en un terreno de 75 hectáreas, se están realizando ya los análisis para instalar una fase productiva de la Biorregión Autosustentable Catalana. En torno a Bagnoles se analiza la posibilidad de instalar un sector de producción del cuarto tipo (microempresas sociales), basados en una nueva forma de producir "en la que el puesto de trabajo deja sitio al puesto de vida".
En la provincia de Entre Ríos, Argentina, está proyectada la primera biorregión de América Latina, en torno a la ciudad de Victoria. A través de convenios locales de viculación pública y privada, Vetcher confía en extender la idea en los dos continentes. Su sueño, asegura, sería completar la fase inicial con una tercera "biorregión" en Estados Unidos o en el mundo anglosajón.
Consciente de que su propuesta puede sonar utópica, Vetcher está cocentrando sus energías en el desarrollo de una aplicación "en la que cualquiera pueda ver y comprender en forma de juego cómo su pueblo, su ciudad, su provincia o su país podría transformarse adoptando un proyecto económico productivo inspirado en el sistema operativo de la vida: el DEC o desarrollo evolutivo constante".
"Cada día que pasa está más claro hacia dónde nos está llevando este sistema artificial de gestión que llamamos economía y que fue creado de espaldas a la vida e ignorando todo lo que sabemos gracias a los avances de la ciencia", concluye Vetcher. "Lo que propongo es tan sencillo como pasar de una economía del desastre y la destrucción a una economía de la eficiencia y de la vida".

Carlos Fresneda / Londres
Publicado en El Mundo.es Economía

Jornada en Biocultura BCN

Todo dependía del sol, y echando mano de eltiempopuntoes, lo más propicio el viernes era subir el sábado a preparar la fideuá para los amigos que fuesen, y hacerlo como no puede ser de otra forma cuando salimos a celebrar la buena vida, siempre sin emisiones o con las mínimas (por lo del transporte).

Y ayer tocó, además celebrábamos como actividad participe el Día Solar Europeo y con Carles Duran y su servicial furgo, cargamento minimalista de dos cocinas alSol, la mesa, y unas cajas con las viandas y caceroleos. Y como dos chavalines contentos nos colamos en el lugar.


Tuvo a bien la organización ubicarnos en la entrada al Festival Mamaterra, que es como el espacio dedicado a los más jóvenes, proyectos de ciudadanos más ecoilustraos, y que fue, me parece, el mejor sitio para situar nuestras ilusiones alSol para colaborar en cambiar este mundo por completo.

Comenzando a buscar la perpendicular del sol aparecen los primeros colegas, y no tarda Jesús Navarro de Tamquen Les Nuclears en dejar sobre la mesa de elaboraciones un paquete de folletos de la manifestación antinuclear del próximo 5 de junio, que por esas fechas y en un país lleno de fachas al mando de ayuntamientos y comunidades autónomas, estará reforzada seguro que con lo último en noticiario sobre Fukushima, allá en el país del sol naciente que la cagó con aquello de jugar a ser dioses atómicos. Arriba imagen sacada desde amistad feisbuquera.





Hablamos de Lorca de Murcia y de como Paco Rabal, y hasta la Lola Flores se mojaron para que Franco se metiera una nuclear por el culo, ya que quería poner una a 30 km del lugar donde crujió la tierra el otro día. Antinucleares por cercanía, por patrios, por humanistas los ha habido siempre, y hace más de 35 años y en tiempos duros, aquí al lado, también lucharon y ganaron. Solo por un momento imagina como estaríamos ahora si por casualidad la nuclear lorquina se hubiese roto, quizás hermanados con Fukushima por la mayor locura energética creada y alabada por la especie humana. Le dije a Jesús, que 35 años después, si que va a estar en Lorca, como media nuclear energética pero sin riesgo alguno para la vida, y es que este año comienzan las obras de la mayor central solar fotovoltaica del mundo, 400 megawatios, casi ná. A la mierda toda la tecnonucleocracia entera...

Pues bien, por todas las victimas energéticas de la historia humana, por las de Txernobil, por las de Fukushima, por los perdedores que nunca estarán en crisis porque estarán sin ella (a ese tercio de la familia humana que siempre sufre para disponer energía para cocinar lo poco que comen) y por todas las revoluciones por llegar, fideuá sin emisiones a partir de las 14 (horas).

Van pasando los colegas (debe saber el personal lector que si vamos a Biocultura en BCN los días de sol, además de a vacilar cocinar sin emisiones es para ver a algunos colegas por lo menos una vez al año). Mientras esparcimos los olores de Sol en la zona de influencia que tenemos, ya no colegas de ver cada año, sino cada más de 2, van llegando. Mario Glavilia, aparece, se mira el cotarro y reflexiona en alto sobre lo que allá esta pasando (el sofrito de 3 kilos de cebolla y pimiento estaba en su punto álgido) ya jubilado me da sana envidia, porque me gana en agilidad, elegancia y frescura con más de 20 años de delantera, ...debe ser porque siempre anda metido en propuestas donde el optimismo va por delante. Con Martí Guixé, diseñador hasta de restaurants solares, y con plato de fideuá servido comentamos como con Antto se está armando la de dios solarizado, y de como durante agosto en Helsinki, todos los días sin nubes, 12 cocinas alSol 1.4, un chef y su equipo, y todo regado con cerveza bio, demostrarán al personal lo que vale un peine...solarculinario, aquí un avance.

Y en eso llegan por sorpresa los colegas de Menudavida, que con ellos si que nos vemos no ya cada año, a este paso, cada mes, entre Madrid y donde estamos. En la sobremesa (mejor sobrecesped) dan el aprobado a la fideuá (vaya, mi ego de chef solar comienza a despertarse) y me hablan de su árbol comestible con ramas de pistacho y datil aromatizado con amor ingrediente y que con toque al horno se presenta por todos los bosques del mundo, en breve, en el centro cultural Matadero, en Madrid. Hablamos sin parar de que este es el Año Internacional de los Bosques, que tal como está este mundo patas arriba, es más refugio que nunca para los humanos abrazarnos a un árbol o a tantos como podamos, para imaginar un planeta bosque, un planeta donde la inteligencia de una conciencia crítica de especie y la creatividad desplacen a todas las taras que oprimen nuestros anhelos de justicia y paz como personas y como colectividades.


Y al poco aparece Juan Valero, gerente de bosques jóvenes y me encasqueta el folleto del proyecto El Camino de las Ardillas, que tendrá a los plantaÁrboles sin fronteras como comandos de acción directa para crear  un corredor por la divisoria de las cuencas mediterránea y atlántica en la Península Ibérica. Me lo cuenta y lo elevo a los altares laicos vegetales, y comienzo a soñar que igual una ardilla se cruce de nuevo la península sin tocar el suelo, ello seria una gran avance para la Humanidad

Madre con bebé a cuestas me cuenta sobre su hijo Biel, que con nueve años sólo piensa en ayudar a que todos los zagales del mundo se nutran lo suficiente y bien. Y mira por donde, aquí el activista, dándole a su misión. Más en Arte en la Cocina.


Me pasa dato de un ciclo de conferencias que tienen a la ciudad y sus transiciones hacia el mejor de los mundos, como eje. Aquí dejo enlace a la programación en Terrasa y Barcelona.

Recogida de bártulos y vuelta a la feria para tomarle la temperatura a lo del consumo más bueno, y a modo de guión comentado con retrato de lo que más me emocionó, entre cata a discreción de leches vegetales, la primera toma de un ajo negro y el stand de las pajas...

Me encuentro en el stand de Vegetalia (que donó el tempe de la fideuá) y que estaba al lado del de Cal Valls, (que siempre sacan de su decoración vegetal del espacio lo que me hace falta para elaborar solar, ayer 1.5 kg de cebolla). En Vegetalia hablo con Sebastián, que al preguntarle por la novedades me habla del ajo negro (del que empiezo a maquinar que si que es novedoso por el color y que de donde lo habrán sacao) pues nada, ajo blanco o morao, macerado durante 40 días. De un bote me ofrece la cata, junto a un colega vegetaliano experto en ajustes de columna, ambos me miran a ver que tal, la gominola negra ya está en mi boca, le hinco el diente y pica lo justo y saborea como algo nuevo con toque dulzón, y me dicen que además refuerza lo afrodisiaco y salgo como pegando botes de flipe primaveral saliéndome del lugar. 


Llego al stand de Ecohabitar, revista, editorial, y agitadora social de todo lo bueno para el buen hacer cobijos y formas de vida, y Toni Marin y Miracles me hablan del inminente nuevo libro de titulo 12 voltios, de un hippie energético que tira con lo mínimo solar fotovoltaico y anima a todos los humanos a hacer los mismo, ...les encargo uno antes de que me lo acaben de contar. Nos miramos el último número de la revista, repito orgasmo ecocultural, hablamos de que Som Enegía se merece dos páginas en la siguiente y Toni (que lo sabe o está al loro de todo lo importante, como si fuera como un eco ojo bonachón de esos de las pelis de ficción) ya está esperando la nota sobre las acciones de la cooperativa de consumidores de electricidad verde venida al mundo hace poco para cambiar la acción eléctrica a un solo color, el verde. Y sale al vuelo el libro Casas de Paja, esplendido y brillante como lo son las dos artistas pajeras que lo han pario para el quirófano de ideas impresas de Ecohabitar. Me pillo uno y los inflo a besos. 


Giro a la izquierda y stand pajero, dos briznas de ese vegetal diverso en forma de humanas, allá están a pie de stand, las amigas, autoras, ecoheroinas, y siempre adoradas y oleeee Rikki Nitzhin y Maren Termens, a las que someto sin opción a no hacerlo, a que me dediquen su obra que sino no me muevo y comienzo a gritar. 
Me entregan en papel, ya que lo consumo en pdf, el último ejemplar de Brizna, el boletín de la Red de Construcción con Paja, de la que tengo el sumo placer de ser miembro y oleeeé. O es que acaso seria posible para un chalao solar como yo no adorar el construir casas de Sol (generalmente madera y paja en su gran volumen de materiales, es decir energía solar 100% procesada por la gran fabrica de la naturaleza). En fin, me informan de los dos cursos que imparten en Girona y ya les digo que a la mínima allá me tienen escuchando sabiduría y disfrutando del practico pajeo, al mismo tiempo. 


Paso de bajada de nuevo por los surtidores de licuados vegetales y me zampo más de 1 litro entre los de avena y arroz llegando al sumun, cuando descubro el de la horchata, que me eleva al cielo vegetal placer supremo, mientras me miro enfrente el bote de ajo negro sobre repisa en el stand de Vegetalia, ...el paraíso debe ser parecido, pienso. En eso me encuentro con Marta Bertrán, vieja joven colega de batallas de ecoficina que anda dándole fuerte a Retorna, lo más inteligente que los humanos han ideado para valorizar sus residuos de envases. Le pregunto como anda la competencia establecida, y me dice que ellos son tan poca fuerza ante tales gigantes del vivir de lo que desechamos, que será ardua la batalla, le digo que yo ya estoy preparado y a la espera de instrucciones.

Ya saliendo, un clásico, Rufino Pérez que sube del sur cargada la furgo, aguacates de culto, mangos y otros tropicales que nunca tiene que volver a bajarlos (vacía la furgo antes del tercer día de feria) y con su estética y ahora imagino que más tranquilo (curiosa por recientes acontecimientos allá por Pakistán) siempre anda feliz pesando y facilitando los frutos del Sol.


Ya en el espacio de stands de cultura y cacharrerio del bueno, saludo a la Nuri Morral, (la alSolchef de la receta de la fideuá, que conste) que se bate el cobre cada Mamaterra inspirando a los más peques en eso de preparar bombones con sorpresa, barritas energéticas y demás juveniles delicatassen. Así de refilón me chequeo la copa menstrual made in Spain. NaturCup se ha hecho con la estela que inicio desde Inglaterra MoonCup y que puedes encontrar aquí. Durante el día curiosamente comenté lo valioso que puede ser para ayudar a la gente sin recursos mucho de lo que suena en la órbita eco, de como una colega de lo social me dijo que tanto la copa como los pañales de no tirar serian muy útiles para las personas con poco recursos, aquello me dejo marcao y no paro nunca de pensar en como los productos que fomentan hábitos ecológicos radicales y saludables, pueden llegan a todos los seres humanos.

Choca un poco ver un stand donde todos los retrataos están en pelotas, y me cuesta poco distinguir el espacio de El Fonoll, el pueblo naturista donde toito se hace luciendo encima sólo la marca Humano/a.
 
Y como el sol me trajo a la Biocultura, ese espacio necesario para emocionarse en el presente con el futuro a consumir, algo dorado me llamó la atención, y que conste que fue por pelos, ya que en la sección bisutera no me paro nunca, tan dao yo a no lucirla. Un rosetón dorao como el oro me atrae (como ha hecho siempre con tantos ese maldito metal lleno de sangre) y flipo soleao cuando me entero que aquello es oro vegetal, que todos los pendientes, colgantes y joyas no tienen que ver con la explotación de los recursos minerales de la tierra sino con la fertilidad de esta. El "Capin Dourado" me cautiva, es una herbácea que sólo se da en un sitio del mundo, Jalapäo, una región del norte de Brasil. Allá los artesanos cogen los tallos secos (la planta esta protegida para perservarla en los tiempos), que es cuando consigue el maximo esplendor, y los convierten en arte pa lucir, pa lucrise una joya vegetal de edición limitada.
Quedo impresonao, me voy en sueños a un mundo de oro vegetal, de abundacia para todos, de impacto cero, de belleza cien, de paz para siempre. 


Ha sobrao fideúa, no problem, Carles y yo siempre nos guardamos una ración para la cena y mientras nos nutrimos, casi siempre recordamos como se procesaron las viandas y los buenos ratos y encuentros habidos y lo que vale la pena enamorarse de lo sencillo en este fascinante planeta lleno a rebosar por todos los miembros de una especie compleja, donde una ínfima parte de ellos, no nos sirven para casi nada en el mundo que tenemos delante rediseñar.

Por cierto en un rato todos a la calle y si llegas tarde, atento aquí para la próxima

Manolo Vilchez