Un paseo por la vida, desde el papel y en ebook

Ha tenido Thaïs Borri a bien pegarse el curro, durante la Covid,  de escanear quizás más de 400 páginas y portadas (no había registro telemático a mano, solo no más del 15%) y juntando materiales aquí han quedao 24 años de modestas creaciones llevadas casi todas a papel (gracias al buen hacer de los profesionales de los medios) y las más actuales sueltas en esas redes donde andamos casi todos. 

Por el camino han ocurrido cosas de coleccionista, se ha adquirido una colección completa del 0 al 400 de la mítica Integral (condición impuesta por el propietario: fin social y 5€ en total, en ella había 3 números imposibles de localizar), se ha comprado de segunda mano previo mas de 10 números de la misma y de la efímera y genuina Vital, he acudido a la familia a por faltos, y han aparecido materiales no previstos, todo ello Thais le ha puesto su arte total y Miracle Solá ha gestionado la edición en papel (inversión gorda 550 páginas a color) para que los miembros de la familia reciban cada uno su ejemplar así como recuerdo, todos salen de una forma u otra.



Aquí 550 páginas que no tienen mucho valor por ser pasado pero que aun me hacen flipar en el ahora, y que me han permitido como freelance disfrutar la vida recopilando lugares, gentes, ecoheroínas, eventos, sentires, acciones que apuntan a esa historia de amor entre gran parte de los miembros de la especie y la naturaleza que nos aloja. Y seguimos¡

Gracias a todas las personas que han contribuido. Si te lo miras, ya me comentas que tal¡



Entrando en la inteligencia vital, a modo de prólogo

Dos periplos vitales, la de la autora, Elena García (infor al final del texto) y su aprendizaje de conexión con otra especie, los árboles, que tienen en ocasiones nombres y tienen todos un lugar en la tierra. Y un prologo de un maestro de la cultura ambiental, Jordi Miralles, y su encuentro con los "maestros".


Inicias la lectura de un libro que te sorprenderá porqué jamás has leído algo igual. Este libro es un viaje a un conocimiento ancestral pero ocultado para la mayoría de las generaciones de la humanidad de los últimos milenios. Una sabiduría que ultrapasa nuestro raciocinio y que este libro nos muestra como vivir de una forma sencilla si nos lo proponemos. No lo dudes, estás iniciando el viaje hacia La Sonrisa de los Árboles dirigido por su autora, una mujer común y corriente, madre de vocación, con un don que ha cultivado con los años siguiendo un tortuoso camino desde el corazón. Un camino auténtico en el que su acercamiento a los elementos naturales y a las herramientas del Sol han permitido que finalmente, Elena García, firme este testimonio sincero y único. Así que estás ya siguiendo las letras de una invitación no para que las aprendas sino para que las experimentes y las comuniques a los cuatro vientos si te apetece. La verdad que subyace en este libro puede que te parezca algo esotérica y sin embargo es bien real: la oportunidad de comunicarnos con los árboles. La mayoría de los seres humanos hemos crecido con el convencimiento de que somos los únicos con capacidad de pensar y el don de la llamada inteligencia. Además tenemos la certeza que las plantas, los árboles, por tanto, son simples elementos de la naturaleza que nos rodea para cumplir algunas funciones biológicas y poco más. El Reino Vegetal fue el primero en aparecer en el planeta Tierra y como tal ha evolucionado para sobrevivir a múltiples cataclismos cósmicos que han cambiado el curso de la evolución en diferentes momentos de forma drástica. A pesar de esta presencia obstinada de los vegetales, los representantes del Reino Animal nos consideramos superiores por nuestra capacidad de movimiento y expresar emociones vibrando (sonidos). Somos muchos más jóvenes que la mayor parte de los árboles que habitan en el planeta y seguimos pensando que dominamos el planeta. La ciencia empieza ahora a desmontarnos los cimientos de la arrogancia “inteligente” que nos caracteriza. La inteligencia animal se tambalea frente a la inteligencia vegetal la cual está siendo demostrada con el método científico. Lógicamente, nos cuesta aceptar que los miles de cerebros coordinados en las puntas de las raíces de las plantas puedan ser superiores a una pieza sofisticada como el cerebro humano, un monumento a la inteligencia cósmica. Así que por primera vez nos enfrentamos al reto galáctico de aceptar que la inteligencia no es un patrimonio común del ser humano. Hay muchas realidades que se nos escapan por sutiles. La de la comunicación con otros seres vivos que no sean humanos es una de ellas. Hay miles de evidencias que demuestran no sólo que es posible sino que hay pruebas de ello como lo atestigua lo poco que nos ha llegado (en el caso de Occidente) de la cultura druídica por citar una tradición europea. En todas las culturas humanas ha habido comunicación con los árboles y en muchas partes del planeta este conocimiento sigue anclado en algunas culturas indígenas. La Sonrisa de los Árboles, es el legado de una persona que tiene en grado superlativo esta especial capacidad sensorial de comunicarnos con el espíritu de los árboles que todas las personas tenemos. La única diferencia es que en el caso de Elena García se ha adentrado durante más de ocho años en experimentarlo y luego compartirlo con decenas y decenas de participantes en sus talleres. Y este libro es pues el testimonio de esta vivencia única y compartida para que podamos vivirla en persona aquellos que resonamos con la certeza que la inteligencia es inherente a la Vida, aunque se exprese de muchas maneras ya que en nuestro ADN celular reside el modo para traducir estos lenguajes naturales que en primera instancia nos parecen incomprensibles. Para alguien, como yo, biólogo, educado en el paradigma científico, más allá de vivir impresionantes vivencias con los árboles al lado de Elena, he seguido muy de cerca los trabajos del equipo científico de Stephano Mancuso. Quizás por todo ello puedo albergar esperanzas ante el hecho que sus experimentos nos ponen frente a la realidad de aceptar que las plantas son igual de inteligentes que los seres humanos. El estudio de la inteligencia vegetal arroja, según este investigador italiano, "luz sobre un aspecto muy interesante de la investigación acerca de la inteligencia en general. Por decirlo en pocas palabras, al estudiar las características de la inteligencia vegetal resulta evidente la dificultad que tiene el ser humano para comprender los sistemas vivos que razonan de manera distinta a la suya. Se diría que sólo es capaz de apreciar inteligencia parecida a la humana". Los estudios de Stefano Mancuso muestran que las plantas tienen células funcionalmente parecidas a nuestras neuronas que se comunican con señales químicas, toman decisiones, son altruistas y también manipuladoras. Estas células asimilables a las neuronas animales se ubican en la punta de las raíces y cada planta tiene millones de estas.  Esta red neuronal vegetal tiene como característica principal la de trabajar en red en el momento de definir las estrategias a tomar. Las plantas, a falta de movimiento, suplen esta apariencia contrariedad haciendo algo mucho más poderoso que es cambiar su entorno cuando este se vuelve adverso. Las plantas son capaces de producir moléculas químicas para indigestar e incluso eliminar a sus enemigos, pero también sabemos que generan sustancias que atraen a los animales para que fecunden sus flores. Y lo más interesante es que cerca del 99,6 % de todo lo que está vivo en nuestro planeta son plantas. Por tanto, no es de extrañar que en realidad los animales dependamos de las plantas, hasta tal punto que nuestra salud puede ser modificada por sustancias vegetales. Las hay de sanadoras, tóxicas y alucinógenas. Con sustancias vegetales los seres humanos podemos modificar nuestro estado de conciencia. En fin, que sobran pruebas para afirmar rotundamente que las plantas tienen inteligencia y que nuestro respeto por ellas debería ser mayor del que les tenemos, desde los árboles hasta las hierbas anuales. Si la inteligencia vegetal en el ámbito científico está aflorando, La Sonrisa de los Árboles da un paso más. Su lectura nos da las claves de cómo interactuar con estos seres vivos que nos acompañan tan estrechamente y que en la tradición popular se dice que “plantar un árbol” en la vida es tan importante como tener un hijo. Hace muchos lustros atrás, me encantaba estar encaramado a los árboles, no tanto al estilo del Barón Rampante de Italo Calvino, sino más bien como refugio emocional. Me subía a la copa de un árbol y en su regazo me quedaba horas. Habitualmente eran pinos, ya que era el árbol más común en mis alrededores. Estaba feliz rodeado de la brisa que corría entre sus hojas. Me gustaba permanecer escondido entre su copa porqué mis problemas de niñez desaparecían cuando estaba acurrucado en las ramas de los pinos. Más tarde, frecuenté el platanero pues eran más asequibles a la cercanía de mi hogar y ocultado por sus anchas hojas aprendí a pensar pues en ocasiones pasaba horas. Mientras permanecía en las alturas tenía la sensación que hablaba conmigo mismo y en la mentalidad de adolescente esto ya era reconfortante porque a todos los problemillas les daba la vuelta ya que durante el rato que estaba sentado en su copa tenía otra perspectiva y no precisamente por estar en las alturas. Como es lógico, el estimulo de las perspectivas que me ofrecían las ramas de la copa de los árboles, especializó mi arte de trepar a los árboles comparable casi a tal como lo hace el gateador común. Nunca comprendí el porqué del estado de felicidad dejando transcurrir las horas entre pinos o mis elocubraciones filosóficas encaramado a los plataneros. Luego vino la universidad y tras ella se inició la vida laboral y con esta última los árboles fueron quedando en un segundo plano. Es lo que tiene a veces ser adulto, uno piensa que hay comportamientos que deben desecharse por infantiles. Y así perdí durante lustros la amistad de los árboles. Y si bien es cierto, que por razones laborales siempre he estado cercano a ellos, muchas veces me invadía el instinto de trepar a sus alturas, pero se quedaba en un recuerdo de juventud. La proximidad de la infancia y la adolescencia se había esfumado por las convenciones sociales. Y en este periplo por el planeta Tierra llegó el 2009, año en que participé en un taller de comunicación de los árboles de Elena y Joan en La Vall de la Pedra. Nos tocó el pino como primer árbol y a uno de ellos me dirigí. Tras solicitar su permiso el mensaje fue claro: “Venga, súbete, como en los viejos tiempos”. Y así lo hice sin pensarlo y con aquella agilidad del pedaleo en bicicleta que nadie olvida. En lo alto de su copa pasé 45 minutos de felicidad. Fue el redescubrimiento y a la vez la confirmación que sólo con los ojos de la niñez podemos comprender el mundo que nos rodea. Pero este prólogo no es para explicaros historias pues las mías no son más que una de muchas si os adentráis en las páginas que siguen. La Sonrisa de los Árboles no es un manual de fitoterapia o para coleccionar propiedades, simbolismos o mensajes relacionados con el contacto con árboles. Es un libro que reúne algo insólito y rompedor en cuanto a planteamiento. Sus páginas no han sido escritas para que tengamos herramientas de sanación sino para animar a algo simple entre los seres vivos: comunicarnos. Es cierto, que de entrada parece imposible que entre un lenguaje basado en vibraciones y otro químico pueda haber entendimiento. Sin embargo, como han experimentado los participantes, la comunicación utiliza las antenas sutiles que permiten captar el campo informativo que nos rodea y donde volcamos todo lo que pensamos y experimentamos. Por eso la experiencia comunicativa difiere de una persona a otra, pero el resultado es siempre excelente. Quiero subrayar también que el esfuerzo realizado por la autora, Elena García, no tiene parangón pues esta obra que tienes en tus manos se ha escrito entre dos perdidas que a la mayoría de los humanos nos dejan un profundo impacto, la de su primera nieta y la de su madre en poco tiempo y una tras la otra. Quizás estas pérdidas de seres humanos tan queridos fueron las pruebas que los árboles lanzaron para asegurarse de que la portadora de un mensaje tan sublime tenía el temple para mantener su compromiso con sus espíritus. Lo cierto es que este compromiso ha llegado hasta el final pues sino no estarías leyendo este prólogo. Así que estás a punto de iniciar la lectura de un libro que nos da las claves para comprender que otro modo de vivir es posible. He tenido el privilegio de estar entre los escogidos para participar de su elaboración y puedo dar fe que este libro constituye una obra que a mí me ha confirmado un largo período de mi experiencia juvenil y ya en algunos de sus talleres he sido bendecido con mensajes únicos. Atreverse a entrar en nuevas realidades es algo implícito en este momento de cierre de los tiempos tal como los conocemos.  Un cierre temporal que entre otras nos exige aceptar definitivamente que como parte del océano infinito y eterno que somos compartimos con todo lo que nos rodea la inteligencia vital. La comunicación con los árboles nos permite adentrarnos en la conexión entre el cielo y la tierra que ellos desde hace millones de años nos enseñan a diario anclados a nuestro lado. Y no es casualidad que apreciemos la presencia de los árboles incluso en las inhóspita jungla de asfalto donde hemos escogido vivir ya más del 60% de la humanidad. Así que aprovechemos la labor pionera que La Sonrisa de los Árboles nos ofrece y que sigue de inmediato. Jordi Miralles Biólogo, presidente de la Fundación Tierra Mayo de 2017 Sobre el libro y la autora: Los Árboles Maestros son aquellas especies a las que se dirigían nuestros  antepasados para honrarlos y admirarlos, y con la práctica sintonizaban con la conciencia de estos mismos árboles. De esta manera el ser humano accedía al conocimiento y a una información sutil que les facilitaba vivir de una manera más armónica y de acuerdo con las leyes de la Naturaleza. Elena García Alonso ha recuperado este conocimiento ancestral y lo comparte contigo en La Sonrisa de los Árboles. Cada especie arbórea encarna una cualidad necesaria para el hombre. Cuando un Árbol Maestro nos recuerda una de estas cualidades hace que nunca más nos sintamos solos y recuperemos la armonía, la paz, la inocencia y la felicidad que hemos olvidado.Este libro te enseña a reconocer y experimentar las doce cualidades de los doce Árboles Maestros, que van a convertirse en tus más fieles compañeros.Puedes conseguirlo  y leer el primer capítulo en: www.edicionesobelisco.com
Elena García Alonso, nacida en Barcelona en 1961, estudió Kinesiología y pasó más de veinte años trabajando como terapeuta. Durante los últimos 10 años ha dirigido el Aula de la Naturaleza de la Fundación My Life Design, organizando los Talleres de Comunicación con los Árboles en una masía en plena naturaleza en el Pre-Pirineo catalán, facilitando y ayudando a los participantes a que experimenten en vivo y en directo una conexión con determinadas capacidades olvidadas de nuestra consciencia y que contribuyen a la felicidad de nuestro Ser. Dispones de más información en las webs: www.arbolesmaestros.org y www.fundacion-icaros.org.

Versos recitados por Gloria Vílchez Arenas

Gloria Vílchez Arenas es una ciudadana común, la madre que parió a Manolo y una anciana sabia y resistente en la vida. A continuación enlace a su libreto y a lo que no cogió en el mismo. 

Agradecemos a nuestra madre su entrega y amor, su alegría por la vida capeando las adversidades y celebrando las bondades, sus anhelos de autonomía, los cuidados que siempre ha realizado y realiza en nuestras vidas y espacios.
Le agradecemos sus versos siempre dispuestos y recitados cuando son momentos. Le agradecemos la vida que nos ha facilitado vivir.

                          Ramón, Antonio, Julio y José Manuel, Vílchez Vílchez Barcelona, 5 de enero de 2019





Mi vida en un relato


Nací en Iznalloz (Granada) en el cortijo de Las Perillas, el día 2 de octubre de 1934, mis padres fueron Julio y Práxedes, y fui la pequeña de nueve hermanos. Una familia nómada cuidadora de cortijos, recuerdo de pequeña ese periplo por diversos lugares. A los tres años, perdí a mi madre, con 40 años de edad, por una pulmonía y mi hermana mayor Angustias se encargó, en Córdoba, de los tres más pequeños, yo entre ellos.

Con 9 años llegué al Cortijo de Zeque, entre Fonelas y Guadix, para ser acogida por mis tíos Eustasia y Ramón, que no tuvieron hijos, ella era hermana de mi padre y él hermano de mi madre.

Mi padre se casó en segundas nupcias y recuerdo de él que tuvo dos hijas que nunca pude conocer. En un viaje de mi padre a visitarme en Zeque, con salida desde Córdoba y caminando por la vía con un amigo, no percibió la llegada del tren y fue atropellado y falleció. Su muerte fue muy sentida por mí. A los 10 años nos instalamos en Jerez de la Frontera, gracias a la acogida de mi prima hermana Luz, en un cortijo de su propiedad de nombre Gradera, donde llegué con Eustasia y Ramón como encargado. Allí, uno de los trabajadores fue mi único maestro, con él realizo la cartilla 1 y la 2 (que tengo guardadas como recuerdo en Huélago); en el mismo cortijo recibí las clases, donde aprendí a leer y escribir con 11 años, y también a sumar.

Con 20 años (foto), nos instalamos en el cortijo Bodegón de las Cañas, un antiguo molino de cereal, cercano a Brenes, a 12 km de Sevilla. Allí tuve mis primeros romances. El primer novio fue un maquinista de ferrocarril, Luis Casado Reina, no he olvidado su nombre; se enamoró con pasión, pero recuerdo que enfermó joven.
Mi tío Ramón falleció y está enterrado en Brenes. Con mi tía viuda Eustasia nos instalamos a un par de kilómetros del cortijo, en una zona de campos denominados Los Rasos, donde Felipe, marido de Luz, construyó una casita al lado de un pozo de riego, allá estuvimos un par de años, donde criábamos animales de granja.

Visitaba con frecuencia Sevilla capital, y recuerdo viajes en un coche descapotable de Felipe junto con mis primas Pepita, y la hija de Luz, Pilar. También recuerdo un cántico, vestidas de gitanas bailaoras, con la cara al aire rumbo a la Feria de Abril: “Alsa alsa maricones (así recuerdo en aquel contexto, hace ya 60 años) no quiero en mi casa, que se suben en la silla y me rompen las tazas, alsa, alsa”. Quedan como recuerdo algunas fotos de aquellas visitas a Sevilla en este libreto. En la ciudad me hospedaba en la casa de mi próspera prima hermana Luz.

Hasta que cargando un camión con nuestros enseres, de- cidimos instalarnos en Huélago, en las cercanías de Gua- dix (Granada), lugar de nacimiento de mi padre y de la hermana del mismo, mi tía Eustasia, donde con sus aho- rros adquirió una casita de dos alturas (granero arriba, actual habitación múltiple) en Plaza Carranza, 2 (al lado de la puerta de la iglesia), mi actual vivienda familiar.
Tenía 27 años cuando allí conocí a José, y al cabo de un año de noviazgo, contrajimos matrimonio y fuimos de viaje de novios a la ciudad de Granada. Transcurrido un año, José planteó de sumarse a la ola y buscar prosperidad como emigrante en Barcelona. Al llegar se instaló en Masrampinyo, en casa de una tía suya. Comenzó a trabajar como albañil hasta que entró como operario de máquina en Motor Ibérica, en la cercana La Llagosta. Al poco viajé, acompañada de mi tía madre Eustasia, para instalarnos definitivamente, primero en una humilde ca- sita al lado de la vía del tren, detrás del Instituto de la Salle de Montcada, donde nacieron mis hijos José Manuel en 1965 y Julio en 1967. En el año 1968 pudimos comprar un piso en Santa Coloma de Gramenet, que es la actual residencia familiar, en la calle Perú, 45, donde comenzamos a fortalecer la familia y donde Antonio (1970) nace en el hospital San Cosme de Badalona y Ramón (1975) nace en el actual CAP de la calle Mayor de Santa Coloma.


Poco después de llegar Ramón, durante su segundo año, ingresé en el Hospital Clínic para una operación de vesícula. José se trasladó a la fábrica de Motor Ibérica en Pueblo Nuevo, Barcelona, donde ya en democracia llegó la primera huelga y al mismo tiempo el economato de empresa. Los tres hijos mayores estudiaron la EGB en el colegio Juan XXIII (actual Pallaresa).
Comenzaron los viajes a Huélago en tren, toda la familia, durante las vacaciones de agosto. Continuaron viajes en autocar hasta que llegó el primer vehículo familiar (allá por el 1987), una vieja furgoneta Ebro, que había sido ambulancia en Motor Ibérica y que conducían mis hijos José Manuel y Julio. También en mi recuerdo están las visitas al espacio de tiempo libre de la empresa, Can Sala, en Canovelles. Allá mi apreciada tortilla de patatas con cebolla comenzó a convertirse en una pasión familiar, también mis bizcochos, entre baños en fabulosas piscinas.

Mi tía Eustasia, sufre una caída con rotura de fémur en el piso y durante su hospitalización falleció. Fue difícil su última etapa, ya que padeció demencia senil. Las visitas de y a mi cercana hermana Práxedes, residente en Gavá, con Gregorio y sus 4 hijos (la única hermana que también salió del Sur) me sirvió para mantener el vínculo con mi familia.

José Manuel tiene varios accidentes, la rotura del cristalino del ojo izquierdo y un tiempo después la explosión de un petardo autofabricado donde casi pierde una mano, marcaron mis desvelos hacia el hijo mayor. Los hijos crecieron y José Manuel se casó con Dorita (de Villareal, Castellón), y llegó mi primer nieto, Pau, que junto a su madre se instalaron en Nueva York en 2001 (Pau es actualmente un joven y apuesto Marine de los EE.UU).

Julio contrajo matrimonio con Angie, y se instalaron en un hermoso piso en Cerdanyola que tiene vistas a la Sierra de Collserola, y allá llegó Raul, mi segundo nieto. Antonio se casó con Maria José y se instalaron cerca de la casa familiar, en un acogedor piso donde llegaron Jan y después Edurne, que conforman mis cuatro nietos.

Ramón, el pequeño que es el más alto y el que mas ha estudiado, decidió quedarse a vivir en el piso familiar, que quedó vacío, ya que en esos momentos José, ya jubilado y yo, después de vivir con intensidad los primeros años liberados del trabajo y fomentando un grupo de amigos también jubilados, pudimos realizar muchas excursiones por el territorio cercano, ampliando el conocimiento de la tierra que nos acogió.

Decidimos volver a los orígenes y nos instalamos en la casilla de Huélago, en la que habíamos realizado algunas reformas. Yo más cerca de los familiares locales y de mis hermanos que vivían en Córdoba, y José mas cerca de su hermana y familiares. Huélago tiene un aire puro y un clima que siempre nos ha sentado bien. Los viajes al pueblo cambiaron, y entonces son los hijos con sus familias los que venían periódicamente a visitar a sus padres. José, al año de estar establecidos, sufrió un infarto que le acompañó durante un año, falleció en 2013, y decidí alternar mi vida entre Huélago, donde mantengo buenas amistades, mi casa y cuento con ayuda a domicilio, y el piso familiar de Santa Coloma, cerca de mis cuatro hijos. En el ir y venir una o dos veces por año, he pasado a ser una yaya viajera, conociendo ciudades y gentes nuevas.

Julio padeció una operación en tiroides en 2008 que nos unió de nuevo a todos a su lado junto a Angie y su pequeño Raúl. Un posterior accidente con la moto, sin su culpa y sus secuelas le dejaron un fuerte impacto en su cuerpo y su convalecencia nos volvió a unir a todos.
Durante este último año pasado ya (2018), mi corazón y todo mi amor ha sido compartido con mis hijos y sus familias, al principio de ese año salí de una hospitalización por pulmonía donde contraje la gripe A y me aislaron, con los cuidados de mis hijos y sus familias, lo superé.

La vida al poco nos lazó otra prueba, mi amado hijo Julio se volvió a enfrentar al infortunio en su salud. Para mi él siempre estará a mi lado y sus continuos “mama te quiero” están anclados en lo más profundo de mi ser. Julio falleció el 6 de enero de 2019 rodeado por toda la familia y sé que mientras esté viva siempre estará en mis sentimientos. Descansa en Paz querido hijo.



PD: Siempre ha dicho que en su vida han ocurrido muchas mas cosas, ahora que por primera vez Gloria tiene su vida narrada en un relato. Y aparecen hechos que trasladan a la dureza de un infancia en un país enfrentado contra el mismo. Gloria ha narrado estos días como vive en su recuerdo haber estado en Córdoba durante los 45 bombardeos que recibió la ciudad durante la GCE y una imagen vista mas de una vez en los relatos visuales de la historia gráfica, una mujer corriendo con una niña pequeña asida a su cintura y dos niños llorosos cogidos a la falda rumbo a las alcantarillas (los únicos refugios disponibles), esa imagen desde el relato del otro día me ha aparecido varias veces, aunque no fuese ella y su hermana mayor y sus dos hermanos, simbólicamente si lo son. Indica que tiene el recuerdo en el interior de las alcantarillas de su hermana sentada a un lado apoyada contra la pared y ella es su regazo y los pies en el otro lado mientras la canalización seguía su rumbo. Las guerras siempre las pierden los que no tienen responsabilidades en ellas.




Por la Stevia Libre

Endulzar la basta oferta de alimentos procesados es una clave estratégica de la cadena de valor de la industria alimentaria y un deseo sugerido y sobreestimulado hacia el consumidor. La búsqueda de un edulcorante saludable, con buen gusto en paladar, no calórico y con prestaciones hacia el interés de la industria alimentaria, es una carrera en curso sin ganador, todavía.

La Stevia rebaudiana bertoni es una de las plantas edulcorantes mas potentes del mundo y es cada vez más conocida, actualmente utilizada desde la gran industria como edulcorante, desplazando al azúcar y convirtiendo su extracto glucósico rebaudósido en el aditivo alimentario E960, sin valor medicinal, solo endulzante, utilizado y en aumento en alimentos sólidos y bebidas. Y no siempre se realiza una comunicación ética de la aplicación.



Pero la Stevia rebaudiana bertoni dispone de suficiente investigación y testimonios para ser valorada como una planta de gran utilidad en el acompañamiento de dolencias de alto impacto en la población humana. Se citan las más destacadas de sus virtudes en relación al glucósido esteviósido: es una eficaz reguladora de la tensión arterial para personas hipertensas, destaca como sustancia estimulante de células pancreáticas, como hipoglucemiante regula el metabolismo del azúcar y sus niveles en sangre, tiene efectos ansiolíticos, favorece la saciedad en las comidas y reduce los deseos por el uso de las drogas como el tabaco y el alcohol. Desciende los niveles de colesterol y cuenta con funciones antibacterianas y antifúngicas, previene la caries y facilita la cicatrización, ofrece mejoras en el aprendizaje y la concentración, facilita la digestión y mejora la resistencia frente a la gripe y el resfriado. El análisis de la bióloga molecular Rosa López Monís sobre los estudios médicos y científicos realizados hasta el momento muestran a la Stevia como una planta rica en valiosos principios farmacológicos.


No quiero creer como posible que este potencial alimentario y medicinal y su uso libre por la ciudadanía europea no sea del agrado para algunos sectores del poder económico. Nos inquieta la consigna de “quién controla el dulzor, controla el poder” y podría esto ser una de las causas del actual bloqueo a la libre comercialización de la hoja seca y derivados de esta en todo el Estado.

Junto a colegas activistas de la Asociación Dulce Revolución, que han impulsado la campaña Stevia Libre, y como ciudadanos europeos, nos movilizamos para solicitar un proceso transparente sobre el análisis de la situación comercial de la hoja seca de Stevia a las instituciones implicadas, con el debate y la aportación de pruebas que implican su uso antes de la entrada en vigor del Reglamento de Nuevos Alimentos CE 285/1997, donde estamos convencidos que podremos demostrar que la Stevia puede ser considerada alimento tradicional antes de la entrada en vigor del mismo.

¿Porque otro países europeos como Alemania tienen disponible comercialmente las hojas secas de Stevia y en España, la despensa europea del cultivo de la planta, no podemos disponer de ella? ¿Porque podemos comprar en supermercados alemanes mezclas para infusiones, incluso para niños, con hoja de Stevia "made in Spain" y aquí es retirada con una alarma sanitaria? ¿Debemos esperar a algún momento del 2018 para ver a la Stevia en hoja seca, normalizada? Queremos respuestas para multitud de ciudadanos que han encontrado en las virtudes medicinales de esta planta, un camino de autogestión de su salud, queremos respuestas para comprender la persecución de la Stevia en todo el Estado y valorar los perjuicios que esto está generando. Queremos saber que no hay una mano negra del capitalismo salvaje mandando instrucciones a presuntos mercenarios y presuntos mentirosos bien situados en decisiones e influencia mediática¡

Se han comenzado acciones, de desobediencia y solicitud al Ministerio de Sanidad y la AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimenaria y Nutrición) que persiguen:
  • Favorecer el proceso normativo que permita el uso libre y consciente de las plantas frescas y estas mismas en su estado seco, de Stevia rebaudiana bertoni.
  • Que se atiendan en plazo y tiempo las alegaciones presentadas por la empresa Pàmies Hortícoles SL a la Agencia de Salud Pública de Catalunya contra la prohibición de la comercialización de la Stevia en hoja seca y derivados.
  • Apoyamos las labores de análisis y preguntas en preparación destinadas a diversos ministerios por parte de los 4 Grupos Parlamentarios (Grupo Mixto, Ciudadanos, Socialistas y G.P. Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea) , que recibieron a una delegación de empresas del sector de la Stevia, el pasado 29 de noviembre.
  • Conoce y particpa en las acciones de la campaña Stevia Libre de Dulce Revolución
  • No te pierdas el taller Stevia Libre, todos los usos de la planta dulce a disposición¡

Manolo Vílchez

¿Es irreversible el cambio climático?

  • CARLOS FRESNEDA / 
  • Corresponsal Londres
    El cambio climático puede haber alcanzado un "punto de no retorno". El calentamiento de la atmósfera ha contribuido ya a liberar grandes cantidades de carbono y metano almacenados en los suelos que están "retroalimentando" el efecto invernadero. Estas emisiones "naturales" pueden llegar a 55.000 millones de toneladas de CO2 y contribuir a un aumento de un grado en la temperatura global de aquí al 2050. (Enlace al articulo)

    Sintiendo el cambio

    Prólogo en el libro Ingenios Solares, de José Manuel Jiménez, "Súper", publicado a finales del 2014 por Editorial Pamiela. (Ficha). Para conocer mejor el por qué se apoda Súper un ingenioso energético educativo, único¡.


    No puedo olvidar el momento cumbre de un desarrollo especial e ilusionante. Jordi se puso a conducir y yo pasé a copiloto en el viejo coche con la mano fuera de la ventanilla sujetando en vertical el artilugio, con rostro serio a modo de investigador. Mientras, Jordi con la mirada fija en el cuentakilómetros aceleraba hasta los acordados 40 km por hora. Lo recuerdo haciendo sus labores con alta precisión y concentración, estábamos a punto de un momento de esos álgidos.

    Semanas antes, El Súper me indicó que el mejor lugar para obtener hueveras de plástico era en un todo a 1 euro y allá estaba yo, sorprendido por la oferta, eligiendo la más rígida y mirándola con detalle, recordando la infancia y ahora perfectamente la elección realizada, una esplendida huevera de 6, de color blanco. El tubo recuperado del habitual y tóxico PVC no costó nada pero si un buen rato de limpieza. El cuentakilómetros de bici lo elegí a tono, nuevo y lleno de funciones (por aquello de las mejores calidades) y el motorcillo me lo pasó un colega de esos que desmontan todo.

    Recuerdo la mesa, organizada para la ocasión como la de un laboratorio técnico, y venga que dale al manualillo de la T.I.A. y mis habilidades para sacar e invertir los imanes del motorcico, realizar las conexiones y dejarlo perfectamente alineado el eje dentro del tubo, antes de fijarlo con el mejor pegamento a mi alcance, y en el cual insertaría el conjunto de las cazoletas blancas. El prepararlas se las trajo, corte ajustado con la cuchilla y agujero pasante calibrado a “ojimetro”.

    Varias horas, algunos fallos y consultas después, el fruto de la unión de piezas, los conocimientos adquiridos y las experiencias vividas confluían en que mi brazo fuera de la ventana del coche resistía el corte del aire con el mejor anemómetro que ha caído en mis manos... vamos, dudo que sienta por otro medidor aprecio superior, ...y cuando el conductor pasó a velocidad de crucero el aparato midió poco más de 30 km por hora. Hay que ajustar, ¡no está mal, es casi perfecto¡.

    Siempre me dije que medir las cosas e interpretarlas, nos haría mejores humanos, aquel día no solo medí la velocidad del viento a modo de túnel de pruebas, medí también un pequeño cambio en mi forma de entender la energía y medí mi nivel de habilidades técnicas. Y oníricamente me sentí por momentos aspa de aerogenerador, recibiendo esos impactos etéricos invisibles que empujan sus imponentes estructuras. El viento nace de los cambios térmicos que genera la gran central, el Sol y la caprichosa moldeadora geología de los paisajes, en definitiva, otra forma de energía solar.

    Suelo recordar algunas de las cosas que hice a lo largo de lo transcurrido y constato que fabricarme el medidor de velocidad del viento, el anemómetro de cazoletas, (que por cierto el otro día apareció en una caja faltando una de las 3 cazoletas, ¡cachis!) dejó y seguirá dejando un grato recuerdo durante toda la vida que me queda por disfrutar aún.

    Acabas pues de abrir un tesoro pedagógico, un manual práctico fruto de una enorme labor de investigación y desarrollo. Tienes en tus manos la ciencia, el conocimiento y los planos de 26 montajes con los que medirte en diversos niveles, y poder sentir y medir “tu cambio”.

    Escribo con agradecimiento este inicio y me complace, pues algo que a uno le marca positivamente es bueno contárselo al mayor número de personas posibles. En la pagina 121 déjame que te invite a que vivas algo parecido a lo que yo experimenté.

    Proximamente capítulo completo aquí, cortesia de ¨Súper"



    A lo largo de este decenio pasado he visto a Súper lanzar al aire prototipos de molinetes de papel, le he visto inspirarse con juegos y desarrollos recepcionados e inmediatamente pasados a experimentación, y hemos comentado avances en el sector de lo eólico (En Cortes, al sur de Navarra, donde vive el autor y su familia, el viento mueve mucha energía y laboreos).

    Déjame que te cuente algunas intimidades sobre la gestación del libro. El piloto en el particular túnel del viento, Jordi Miralles, cuando vío los primeros esbozos de los ingenios y sabiendo que el autor presentaba algunos síntomas de colapso creativo por la cantidad de tiempo que debía invertir, le animó a darse prisa y lo amenazó de enviarle una postal cada semana. Y así fue ¡durante más de medio año¡. Lo hizo por amor, un amor especial eso si, creyendo en la necesidad de la existencia de este libro como herramienta para concienciar sobre el poder de las renovables.

    Yo mismo, con cada Solarquedada, ese encuentro de ingeniosos de las renovables en la noble villa donde vive el autor, pretendía también animar más e intentar acelerar el viento creativo de Súper. Los dos que probamos aquel anemómetro de cazoletas, siempre hemos creído que este libro sería necesario para sumar cimientos a la cultura energética y ayudaría a romper con el analfabetismo gracias al cual el oligopolio energético nos tiene amordazados.

    Me consta que al autor le pasa algo parecido a lo mío con el anemómetro de cazoletas, no podremos olvidar nunca lo sentido y experimentado. Y yo como lector privilegiado antes de que estas páginas lleguen a ti, me siento ya agradecido.

    Sé que El Súper lleva soñando con el viento, con lo eólico, muchos años. Podríamos pensar que no es obra oportuna de los tiempos cuando las renovables sufren tantos varapalos del gobierno. Sin embargo, la energía eólica sigue batiendo récords de producción en todo el planeta. Ingenios Eólicos, es la obra de lo soñado, lo elaborado, lo investigado y lo amado con desbordante deseo por el autor durante más de un tercio de su vida. Es una obra surgida desde la visión y el anhelo por un sistema socioeconómico donde nuestra especie ya no queme combustibles fósiles y fusione materiales radioactivos para extraerles la energía al precio que sea y dejando una envenenada herencia. Es una obra que contribuye a experimentar e impulsar la extraordinaria creación técnica humana para disponer de mucha más energía de la que precisamos, sin hacer casi ruido, sin ensuciar casi nada, sin guerrear por los recursos, en Paz con nosotros mismos y con todo lo que pulula y provee nuestra mágica Biosfera.

    Pero antes de acabar me tomo licencia y dejame que te cuente sobre una procedencia. Hace ya unos 15 años, en aquellos encuentros solares de Benicarló (Castellón), donde soñábamos que cocinando con el Sol y utilizando el ingenio, las tecnologías de fuentes renovables de energía cambiarían el mundo, cosa que creo que está ya ocurriendo, aconteció una curiosa y espectacular presentación. Cuando vi en el escenario a un porrón de cabezudos y entre ellos a Mortadelo, a Filemón, a Bacterio, a El Súper... (los personajes de una mítica serie española de cómic a modo de “00sietes” mucho mas divertidos) comprendí lo que era la T.I.A y el valor que tiene para los cambios, la alegría. De este sentir viene que José Manuel Jiménez sea “El Súper”.

    Mientras cada personaje del Taller de Investigación Alternativa iba presentando sus labores en la organización, entre vítores y simpatías de los que llenábamos el salón de actos de aquel Instituto, uno de ellos, el autor de este libro, sin quitarse la mascara, comentó la importancia de la educación energética con renovables como una necesidad social vital para seguir construyendo y evolucionando nuestra Humanidad.

    Unos años después, El Súper nos regaló el que sin lugar a dudas es el bestseller de las renovables: Ingenios Solares, del que se han vendido más de 50 mil ejemplares en el mundo de habla hispana. Ha llovido bastante desde los encuentros Benicarló, han cambiado los paisajes de nuestro entorno (nuestros mayores activistas no llegaron a imaginar tantas renovables en tan corto espacio). Hoy podemos observar como una pequeña y distribuida parte de nuestros paisajes y cubiertas edificables han sumando limpias tecnologías energéticas. Este arsenal renovable repartido por toda la península hay momentos que lidera la producción eléctrica de este soleado y a la vez eólico país (España). Pero también es cierto que al mismo tiempo la aceleración del cambio climático no ha parado y el uso intensivo de recursos naturales no tiene freno aparente.

    Delante nuestro, sobre todo, de ti joven lector, está un emocionante periodo civilizatorio donde se tomarán extraordinarias decisiones, donde todo cambiará a mejor, un momento de la historia humana donde producir bienes, obtener servicios y desarrollar nuestra cultura y organizar la sociedad humana contará con limpia y abundante energía, ...y no será fácil. Para esta misión tendremos que contar, como especie, con una grandiosa dosis de humildad en lo que nos atañe a como convivimos en y con esta bola maravilla donde habitamos y que baila en el basto Universo.

    Sobre tú, persona joven ciudadana de un planeta único, vas a ser parte activa del medir y participar de los cambios. En esta agitación necesaria también hay sueños como los que han impulsado la obra que tienes delante, Ingenios Eólicos que El Súper va y nos regala, como en una misión muy especial de la TIA, ...para sentir el viento, para impulsar con limpia energía el mejor rumbo de nuestra realidad.

    ¡Gracias maestro!

    Manolo Vílchez
    Balaguer, 28 de agosto de 2014,

    ...curiosamente se ha levantado un brisa matinal, se mecen las copas de los árboles y el maizal que oteo desde la ventana, amanece un día de trabajo para el cambio, la bici espera entregar limpios servicios de movilidad, ...cortaré el viento en un rato.

    "Solo tenemos un planeta, más nos vale cuidarlo"

    "Solo tenemos un planeta, más nos vale cuidarlo" @Sir_Attenboroug o la voz de la naturaleza #planetearth2, por Carlos Fresneda, publicado en El Mundo


    Primer episodio completo:

    El Sunny Day by José Andrés

    El mayor restaurant solar de la historia


    En las películas, Las Vegas, sus casinos y su cachondeo, llevan mucho tiempo siendo icono de una sociedad de consumo de artificios placenteros, y si una parte de la especie se pone con ello, pues se le monta una animada ciudad en medio del desierto. Aunque sus orígenes, según vi en la serie El Padrino, parece que tiene que ver con dar servicios de desahogo a militares de la zona, el devenir hacia el turismo de ocio de está ciudad es espectacular. Con problemas de suministro agua acechando, con millones de visitantes a diario, con hoteles de más de 3000 mil habitaciones que parecen terminales de aeropuerto en su recepción, la que conecta con vuelos directos de alto nivel ludópata en la misma planta baja, y es que tardas lo suyo en atravesar alguno de ellos entre tragaperras, blackjak, ruletas y gente poco feliz a simple vista, salvo cuando se gana a la banca.

    El pasado octubre, algo más vinculado al negocio cultural, sector musical, con más felicidad ambiental y digo yo que por aprovechar infraestructuras y servicios de la colosal urbe del entretenimiento y disfrute para una parte de la familia humana, el festival “Live is Beatiful”, cuyo objetivo es que desde las artes, la gastronomía y el activismo cultural, motivar e inspirar a la gente hacia una vida mejor, reunió durante 3 días al mayor número de gente alegre y hispters que un menda podía imaginar en un solo lugar.

    Claro, al lado de todo evento musical de calidad y como este, destinado a unos 50.000 ciudadanos, se cuenta con una programación cultural para dar suministro a las mentes inquietas que por allá pululan. Con una organización impecable, las conferencias de popes, las esculturas fascinantes, los grafitis de tamaño como muy americano y las performances fascinadoras, no fueron pocas. Por lo general en estos espacios, ya lo sabes, o te llevas el bocata o te nutres con la oferta gastro, y bueno, no me entretengo en sector cervezas artesanales, que abundaba, con éxito, más de lo que parecía lógico. Entre tanto mostrar, hubo un lugar peculiar e innovador, lo nunca visto¡. Pues, en un espacio donde el Sol llegaba desde las 11:00 hasta las 14.45 en punto el primer día (la puntualidad la marcó el rascacielos que nos cortaba el hilo dorado), allá se decidió llevar a cabo un acto de alta e intensa pasión que propuso un chef especial y una organización muy atenta. Lugar de paso entre los principales escenarios, quizás el que más servicio daba a la idea de José Andrés para que miles de personas vieran en acción a los más destacados chefs de The Think Food Group, su grupo de empresas desde donde se han marcao cambiar el mundo por la vía de los alimentos, procesando comida en artefactos no habituales para los artistas de la alquimía nutritiva, el proyecto fue mostrar las tecnologías más limpias en puntos de calor del mundo para el procesado de alimentos, que desde su fundación World Central Kitchen impulsa con proyectos en varios países en desarrollo y pobreza energética. Echaron mano de los colaboradores y se brindó la oportunidad de que se conociera la labor de varias microempresas dedicadas a fabricar y ofrecer cocinas y hornos solares, y también de combustibles más eficientes, junto a organizaciones que trabajan para que el procesado de alimentos sea, al fin, un placer para todos los miembros de la familia humana.


    El chef Rodolfo Guzmán, jefe de cocina en el mítico Jaleo de Washington DC, el primer restaurant que abrió un jovenzuelo español salido del El Bulli hace ya más de 20 años, fue uno, junto con Terri Cutrino, la responsable de proyectos especiales (y este lo era a tope) y Rodrigo Pérez, chef de Oyamel, también en Washington DC, los tres salidos de sus fogones habituales, pero con la misma elegancia y buen hacer, se pusieron al tajo manejando la taquería Sunny Day by José Andrés. El mismo que es embajador culinario de la Alianza Global para las Cocinas Limpias impulsada desde los EEUU para llevar 100 millones de unidades donde más falta hacen, antes del 2020. Este fue un motivo eje para inaugurar el proyecto más solar de la historia de un reconocido cocinero creativo español, influyente en el mundo de la alimentación y la solidaridad. Y vamos si la armó¡


    Rodolfo un día antes, yo creo que no se olvida en su vida de como montó 6 máquinas alSol 1.4 en un intensivo e improvisado taller callejero al ladico del chiringo que acogió una de los mayores instalaciones de cocinas solares en servicio público que se han montao en la historia de esta humilde, simple y pedagógica tecnología. Fue fascinante compartir con profesionales de la alta cocina sus visiones hacia el uso de las cocinas solares, y el rigor que utilizaron en lo referente a los tiempos, el manejo, las anotaciones, etc...

    Al final, el espacio solar fue único, doce unidades de la innovadora parabólica SolSource, con reflector moldeado de plástico, de alto diseño y giro sobre eje vertical estuvieron dedicadas a los rellenos de los tacos; seis unidades de la, según opiniones, mítica “made in Spain” alSol 1.4 en servicio con las ollas express de los frijoles; tres fascinantes GoSun Sport, más portátil y potentes no se conoce nada y sus dos extraordinarios prototipos de la GoSun Industrial, del que salían patatas enormes cocidas, al poco rato..., 


    todas las tecnologías en uso le sacaban al sol servicios energéticos para gozo del equipo de chefs, ayudantes e interesados directos por lo que allá se “cocía”. Acompañó el espacio un campo de tecno para sol concentrado, y las tres unidades de la innovadora cocina mejorada de pequeña leña Biolite Camp Stove (reducción del 95% del humo y que también te recarga la batería del móvil) y dos fogones EverClear de bioetanol para cuando es Sol ya no estaba, y que no pararon de preparar miles de tortitas de maíz para los vegetarianos tacos solares de la oferta. Mientras la espera en la cola se daba, no fueron durante los tres días de sol bondadoso, sino miles las preguntas de comensales que por primera vez en su vida sentían el más sabroso vinculo entre lo comido y la energía del Sol que los cocino, desde los artefactos que los envolvían.

    Las mismas recetas para chefs avanzados o para los que preparan la comida en lugares necesitados, confluyen en algo simple y poderoso, la pasión por mejorar la calidad de vida de las personas a las que sirven, desde los más prestigioso restaurantes hasta la más alejada vivienda rural familiar donde la tecnología puede evitar enfermedades pulmonares al quemar biomasa con casi nada de humos, donde el Sol puede facilitar el ahorro de tiempo y dinero a mansalva cuando la perpendicular de la cocina u horno solar con la posición del sol en nuestro orbitar eterno se ajusta para como sentir que “la vida es hermosa” y más simple y que así pueda ser depende de lo que hagamos a partir de ya, sin dejar pasar más tiempo. El Sunny Day animó, hace unos meses, el camino de los que podrían ser, los años más nutritivos y decisivos en nuestra relación con Gaia, su clima ...y entre nosotros.


    ¡Mucho coche!

    Un ciclista, atrapado en un atasco en Finchley Road, Londres. C.F.

    No hay salida. Nuestro amigo ciclista se ha quedado atrapado sin remedio en la ratonera de Londres. A partir de ahí tendrá que buscarse la vida pedaleando por las aceras, o metiéndose en dirección contraria, o cargándose de paciencia mientras respira los malos humos, como si fuera un fumador "pasivo" del tráfico.
      Esa misma mañana, nuestro ciclista desayuna con una alarmante noticia: la contaminación provoca más de 9.400 muertes prematuras en Londres. Es el pan de cada día en nuestras ciudades: la contaminación mata y seguimos tragando. Los coches son los principales culpables de ese cóctel tóxico de partículas en suspensión y dióxido de nitrógeno que acaba en nuestros pulmones, pero preferimos mirar hacia otra parte o contener sin remedio la respiración.
       El problema se soluciona con un golpe de audacia, como el "prohibido fumar" en los bares. De la misma manera, un cartel invisible debería colgar ya en nuestras ciudades: "Prohibido quemar petróleo en las calles".
       De poco nos vale seguir poniendo velas a San Cristóbal, patrón de los conductores, para que se consume la metamorfosis de los motores de combustión en una nueva y silenciosa flota de coches eléctricos. Tenemos que reconocer, simple y llanamente, que 1.200 millones de vehículos en circulación por todo el mundo son muchos, y que las ciudades como Londres (pese al peaje de congestión) están totalmente indefensas contra la invasión diaria de la marabunta motorizada (2,6 millones de coches, según el último censo).
        Avanzar hacia las "car free cities", las ciudades sin coches, no es ya una utopía ecologista sino una gestión de salud pública, de sentido común y de ahorro energético y económico. En eso está Hamburgo, que se ha planteado no ya ir peatonalizando tímidamente calle a calle, sino "liberar" el 40% de territorio urbano de la tiranía del coche en el 2034. ¿Cómo? Creando alternativas de desplazamientos sin coche para el común de los mortales.
       En Alemania, sin ir más lejos, se está gestando desde hace tiempo el nuevo modelo urbanístico de los barrios sin coches, con la avanzadilla de Vauban en Friburgo. Y cualquiera que visite Copenhague o Amsterdam comprenderá que el modelo ya está ahí: sólo hace falta perfeccionarlo y seguir avanzando, en bici, en tranvía, en metro, en autobús eléctrico, en patinete o a pie.
       Es fácil superar la adicción al coche en la ciudad. Más fácil que dejar el tabaco...

    La contaminación mata

    La contaminación mata. Más o menos, a siete millones de personas al año en todo el mundo. Y a más de 400.000 ciudadanos en Europa, según el último y preocupante informe sobre el estado del medio ambiente en el viejo continente.
        Y a pesar de todo, ahí seguimos, en nuestro estado natural de "despreocupación ambiental", ajenos a los llamamientos periódicos de Greenpeace (que acaba de denunciar el sangrante papel de los "lobbies" a favor de un aire irrespirable) y a campañas como la lanzada este invierno por Equo en Madrid.
        La contaminación mata, perdonen que insista. Y en pocos lugares lo saben tan a ciencia cierta como en China... "En Beijing, en el 2014, hubo 175 días de alta contaminación. Eso significa que durante la más de la mitad del año no pude sacar a la calle a mi hija y no me quedó más remedio que ése: encerrarla como una prisionera".
       Quien así habla -sin acritud, casi con dulzura- es una famosa presentadora de la televisión china, Chai Jing, que ha aprovechado su experiencia personal (su hija nació con un tumor benigno, posiblemente debido a la mala calidad del aire que respiró su madre durante el embarazo) para concienciar a sus compatriotas y a todo el planeta de la dimensión del problema.
       Más de 200 millones de personas han visto en apenas una semana "Bajo la Cúpula", el documental de Chai Jing que ha sido celebrado como "la otra verdad incómoda" o "la nueva primavera silenciosa". Las autoridades chinas no han sabido o no han podido silenciar el mensaje hasta cierto punto inocuo de Chai Jing ante un problema que salta a la vista y a los pulmones de todos.
        "Hace diez años pregunté cuál era el olor del aire y nadie me pudo responder", afirma Chai Jing en los primeros compases de su documental. "Ahora lo sé: el olor del aire es olor del dinero... Y éste no es un problema que los gobiernos puedan resolver por sí solos. Es un problema al que contribuimos todos con nuestras decisiones diarias".
        "Antes, no me importaba ponerme una máscara los días de alta contaminación", reconoce Chai Jing. "Ahora que tengo una nueva vida en mis manos, me he empezado a preocupar. Todos deberíamos empezarnos a preocupar, porque es nuestra vida y la de nuestros hijos las que están en juego".
        Lejos de caer en el pánico o en el catastrofismo, Chai Jing llama a sus 1.300 millones de compatriotas a la acción. El activista local Ma Jun asegura que estamos posiblemente ante la mayor campaña de concienciación usando el poder de las redes en el país más poblado del mundo. Y la mecha se está propagando por todo el planeta...
        La contaminación mata. ¿Hace falta decirlo más alto?