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“Creemos en Dios”, dice la inscripción en los billetes de un dólar. “El tiempo es dinero”, replican los vecinos de Itaca, Nueva York, donde han decidido plantarle cara a la divisa del “imperio” y reinventar la economía desde cero.
Cada “hora” de Itaca vale lo que diez dólares. Los billetes son tan coloridos como los del monopoli y están consagrados a la fauna y flora local. Hay ya unas 120.000 “horas” en circulación, y unos 900 comercios y trabajadores autónomos las aceptan como sistema de intercambio.
“Nuestro dinero estuvo a punto de morir estrangulado bajo el “boom” económico de los noventa, pero ha resurgido con la crisis y vuelve a circular como el agua”, apunta Steve Burke, velando por la integridad de las “horas”. “Caminamos hacia un sistema de “doble moneda”: cada vez hay más lugares en Estados Unidos empeñados en estimular la economía local y recuperar de paso el sentido de comunidad”.
Los “cheers” de Detroit, los “plenty” de Carolina del Norte, los Berkshares de Massachusetts… La mecha de las divisas locales se propaga por la geografía norteamericana, con sistemas de intercambio como los LETS, los bancos de tiempo o las redes de trueque.
“En Itaca hemos decidido apostar por el dinero contante y sonante”, presume Burke, con un fajo de “horas” y dólares en la mano. “Esta crisis, no lo olvidemos, ha sido provocada porque gastamos más de lo que ganamos... Las tarjetas de crédito se han convertido en un regalo del diablo: la gente quiere volver a controlar lo que gasta ¿Y qué mejor manera que contar hasta la última “hora” que sale de tu bolsillo”.
Las “horas” tienen también un valor social en estos tiempos que corren. La equivalencia con el dólar es una manera de apostar al alza por el salario mínimo… “En vez de usar un dinero que es el símbolo de un sistema que en el fondo repudiamos, tenemos la oportunidad de contribuir realmente a la riqueza de nuestra comunidad”.
Un consejo supervisor decide cuántas “horas” salen a circulación, en proporción a los comercios y a los particulares que se comprometen a aceptar el dinero. La Cámara de Comercio Local respalda el sistema y el propio Ayuntamiento estudia ahora la posibilidad de pagar en “horas” las facturas del agua, el impuesto de la basura y hasta las licencias de construcción.
“Las “horas” siguen sumando adeptos”, atestigua Steve Burke, que alterna su trabajo en una tienda de música en los Commons (el paseo peatonal) con el tiempo que le dedica a la cooperativa Green Star. “Aquí, en Itaca, existe una cultura muy arraigada del comercio local... Eso sí, no intentes comprar con las “horas” en una cadena de supermercados. Los dólares que allí te gastas se acabarán esfumando a la otra punta del planeta”.
Carlos Fresneda, Itaca (Nueva York)
Publicado en el blog On The Green Road / En la Ruta Verde, de El Mundo América
Los bancos del tiempo aquí ocupan un papel parecido. La Red-BdT.org y la red de soporte de banco del tiempo es un proyecto de la Fundación STRO para facilitar el inicio y mantenimiento de bancos del tiempo y otros proyectos de economía social en España y América Latina. Más infor aqui.
Pensamos y sentimos que por qué no lo imposible en tiempos ordinarios se puede convertir en factible en tiempos extraordinarios. Los ejes políticos y economicos, se manejan por una minoría hija predilecta del capitalismo. Indagar en la construcción de la resiliencia, reencontrar valores no rentables para pocos pero vitales para los muchos, anhelar un mundo sin perdedores, escribimos sobre personas y organizaciones que estimulan a cambiar hacia un mundo mejor. Carlos Fresneda y Manolo Vilchez
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