Desde alSol, sorteando los cambios pero con eso que deja y estimula el intuir que estamos en camino acertado rumbo a una economía no basada en lo sucio (que es valioso y quizás vital si no lo quemáramos y dejáramos escapar) hacemos lo que podemos para el mundo que pueda ser y que tan necesario comienza a serlo tenga lo ojos puestos en lo cultural que mueve el uso más sabrosón de lo tecno solardoméstico.
Todavía con el recuerdo y esperando datos certificados de lo que vale cocinar un cocido en Haití en dolares por carbón vegetal (hasta ahora tenemos un dólar), imaginando que es el lugar en el mundo donde antes se amortizaría una de las cocinas que allá pudimos llevar desde el SFH. Con ese recuerdo vivo montar hoy e instalar el prototipo de la nueva cocina alSol K12 serie Gehrlicher ha sido placer, en la oficina central de la empresa que nos ayuda a avanzar en lo tecnológico, añadiéndole las ruedas y mirándola de perfil (que guapa ha quedao) montada en tiempo record gracias, al final, a las habilidades atornillando de Rebecca.
Este jueves en Genera, la feria de las renovables en Madrid, Gehrlicher ofrece un café sin chorro de emisiones a toda persona que guste de ello. Y la flamante maquina de chorros de sol estará tambié, lista para unos días en un lugar llamado Villa Solar que cuento más abajo.
Pillando taxi y atendido el correillo gracias a eso del 3g me llega el vídeo de Cinestrat, del que tengo 2º post pendiente, que me traslada a uno de esos millones de actos humanos que se precisan con urgencia pa cambiar las cosas. Allá, una cocina alSol fue humilde premio para gran labor de los que transforman su trabajo en imágenes de valor.

Cenar en El Vergel, allá la media noche, es lo mejor que a unos currantes les puede pasar cuando buscan ecocalidad y se encuentran con un menú que te deja transtornao de placeres. Laura, panadera solar y colega de aventuras disfruta una pizza como celestial mientras yo con la ensalada gourmet de queso de cabra con cebolla caramelizada me elevo como para el cielo pero no me quita el pensar, y esto es así, en los que con negro carbón, ya no a chorros, no podrán prosperar nunca, y no por que no quieran.
Me espera el tren de retorno, que no es de los de a todo chorro, sino de esos que van despacio, despacio (gracias Maria Novo, texto desde Obelisco), de esos que te llevan sin falta al destino. Antes me voy volao a por dos chorros de sabiduría y activismo, el ultimo texto de Jorge Riechmann que leido la presentación se presenta revelador, y la obra de Oscar Patsi, que entre la cantera y el jardín con una revolución de mariposas (gracias terra.org por el chorro de soplos) me lo junto todo y más dichoso no cojo en la litera, donde quizás igual sueño que casi todos los chorros, no los sucios, son urgentes y son virtuosos y ya están aquí o a punto de estarlo.
Manolo Vílchez, desde Matadero Madrid, precioso y preciso lugar para el pueblo
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