El alcalde George Ferguson, que cobra su sueldo en libras de Bristol, ha prometido cambiar temporalmente sus celebérrimos pantalones rojos por unos pantalones verdes para celebrar el triunfo. Ferguson, arquitecto y urbanista, aspira a aprovechar el impulso para convertir la ciudad en "un laboratorio del cambio".
"Ha sido un triunfo para toda la ciudad", dijo el
alcalde, al frente de la delegación que recibió la buena nueva en
Nantes. "Lo que hemos logrado es fruto del trabajo conjunto de las
instituciones, las empresas y los ciudadanos, unidos en una visión que
puede servir de modelo al resto del mundo".
La noticia llega precisamente en plena celebración de la Gran Semana
Verde, que reúne hasta el 23 de junio todo tipo actividades relacionadas
con el medio ambiente y la economía local: desde el Festival de la
Naturaleza hasta el Gran Mercado, con más de 200 puestos convirtiendo el
casco antiguo en un auténtico bazar.
Bristol es también sede del Festival de las Ideas,
con el patrocinio de 'The Observer', por donde han pasado este año,
entre otros, el antropólogo Jared Diamond ('Colapso') y el autor de
'Sabe Comer', Michael Pollan.
La ciudad presume de ser la avanzadilla del Reino Unido en terrenos
como la bioconstrucción, la agricultura urbana o el transporte 'limpio'.
En período de rodaje se encuentra precisamente el primer barco de
hidrógeno de Gran Bretaña, el Hidrogénesis, haciendo las veces de taxi
fluvial, con el emblemático puente de suspensión de Clifton marcando la
entrada a las gargantas del río Avon.
Bristol, capital verde europea del 2015, se impuso en la recta final no sólo a Bruselas, también a Liubliana (Eslovenia) y Glasgow (Escocia). En los últimos cinco años, el título había recaído en ciudades como Vitoria, Nantes, Copenhague, Hamburgo y Estocolmo.
Carlos Fresneda
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