LA REINA DE LA GAMBA Y EL PETROLEO

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  • 'Bienvenidos a Morgan City, donde el petróleo hace rodar nuestra comunidad'

Ashley Bahry, reina del Festival de la Gamba y el Petróleo, lleva un año repitiendo por doquier la letanía. El vertido de BP tocó la costa a poco menos de cien kilómetros hacia el sureste, y la plataforma petrolífera de Mariner Energy explotó esta semana a la misma altura. Pero nada ha podido impedir que Morgan City celebre este año el festival con más solera de Luisiana.

"Sólo pueden pararnos los huracanes", asegura a su lado Nelsón Cortez, rey del Shrimp & Petroleum Festival en el 2002 y portavoz oficial del curioso evento, que arrancó el 2 septiembre con la "bendición de la flota" y convoca en este fin de semana a 100.000 visitantes a este pueblo alicaído de 12.000 almas...

"Queremos demostrar al país y al mundo entero que las dos industrias son 'hermanas'", asevera Cortez. "La gamba y el petróleo han coexistido, coexisten y coexistirán en el futuro".

"Es el momento que llevamos esperando durante todo el año", puntualiza la sonriente 'reina' Ashley, 21 años, estudiante de Contabilidad, apurando las últimas horas que le quedan como poseedora de la corona del crudo y del crustáceo. "Lo hemos vivido desde niños y no podemos concebir el final del verano sin el Festival".

Celebración

Morgan City está pues engalanado de gambas y petróleo, o viceversa. Una torre petrolífera, a modo farola y en memoria a la primera plataforma en aguas del Golfo de México, marca la entrada al pueblo. Y así hasta el muro de hormigón que protege a los habitantes de las temibles crecidas del río Atchafalaya, con incrustaciones de gambas gigantes entre las ubicuas plataformas...

"Celebramos las dos industrias que mantienen la economía de nuestro pueblo", presume el alcalde, Tim Matte, que nunca llegó a pensar siquiera en la posibilidad de cancelar la feria este año.

"Siempre ha habido una buena relación entre los pescadores y los trabajadores de las plataformas petrolíferas. Es la ocasión que tenemos para unir a nuestra comunidad en eventos como la Misa en el Parque. Le damos gracias a Dios por el botín que nos proporcionan los mares, en forma de marisco o de recursos energéticos".

La ciudad de la gamba gigante

Fe, tradición y familia. Son los tres elementos que definen hoy en día a Morgan City, que vivió sin duda momentos de mayor gloria. En 1937, el pueblo alcanzó por méritos propios la distinción de capital mundial de la gamba gigante ('jumbo shrimp'). Fue entonces cuando nació el festival, consagrado en principio y en exclusiva al marisco.

El cambio 'cultural' se produjo en 1967. Ante el declive inevitable del crustáceo y la pujanza del 'oro negro', muchos pescadores cambiaron de tornas y se pasaron a las plataformas. Así surgió esta insólita 'hermandad del agua' (en palabras del alcalde) que ha llegado contra viento y marea hasta la fecha.

En Morgan City tienen oficinas de Transocean y Hallibuton, pero nadie ha mostrado la mínima animosidad. Es más, aquí sostienen que el vertido les queda lejos (su bancos pesca apenas se han visto afectados) y andan suplicándole a Dios y a Obama que acabe pronto la moratoria para las prospecciones en grandes profundidades.

Recién iniciada la temporada de gambas, el pescador Dean Jackson llegó hace unos días la puerto fluvial de Morgan City con su primer cargamento a bordo del Big Daddy. "Tuvimos que navegar siete horas hacia el oeste para poder pescar", se lamenta, "aunque hemos vuelto repletos de gambas y no hemos notado el impacto del petróleo".

"Este año volveré a participar en el Festival porque es el 75 aniversario", anuncia de mala gana. "Pero espero que lo ocurrido sirva para hacer despertar a la 'otra' industria. Hace tiempo que nos temíamos un desastre como éste. Y todavía no sabemos nada del otro 'desastre' que han provocado con los dispersantes. ¡Que tapen de una vez el maldito pozo y le dejen hacer su trabajo a la mandre naturaleza!".

Carlos Fresneda | Morgan City
Publicado en El Mundo.es América
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