La convocatoria llega por partida doble, a través de Twitter y Facebook: "¿Estás listo para unirte a nosotros en el Día Nacional de la Desconexión? ¿Puedes asumir el reto de tener apagado tu teléfono móvil, cerrar el email y renunciar a las redes sociales?".
Hasta este punto hemos llegado. Usar la tecnología para incitar a la gente a que deje de utilizar la tecnología. Pasar por una "desintoxicación digital" de 24 horas. Poner el botón mental en "off" y reconectar con la vida.
Más de 130.000 norteamericanos firmaron el año pasado en "Sabbath Manifesto" y se espera que este año se supere con creces el millón. El "apagón" virtual empezó el viernes por la tarde y durará hasta las últimas luces del 5 de marzo. Organiza el cotarro la ONG Reboot, empeñada en fundir la tradición del "sabbath" judío con los principios del "Slow Movement" para desacelerar nuestras vidas.
Para ayudar a los "tecnófilos" a superar el reto, Reboot ha creado incluso una aplicación para Android y Blackberry que permite enviar automáticamente mensajes a los "seguidores" de Twitter y los "amigos" de Facebook recordando que el usuario en cuestión está practicando la abstinencia digital.
"Hay una gran ironía en el hecho de usar la tecnología para que la gente desconecte", admite Tanya Schevitz, portavoz del Reboot. "Pero nosotros no somos anti-tecnología. Simplemente pedimos a la gente que haga una pausa y reflexione. Y lo cierto es que estamos desbordados por el diluvio de información en nuestras vidas".
Uno de los más insospechados seguidores del National Day of Unplugging será el cofundador de Google Segey Brin. Su mujer, Anne Wojcicki, ha sido precisamente la organizadora local del día de la "desconexión" en Los Altos, en el corazón de Silicon Valley.
"La gente está tan conectada que no concibe la vida si no es on line", declara Wojcicki al San Francisco Chronicle. "Con esta iniciativa tratamos de recuperar el equilibrio, conectar con el medio ambiente y con la gente que te rodea".
Susan Maushart se adelantó de alguna manera a la iniciativa y lo contó en un libro, Our Winter of Disconnect, que se ha convertido en algo así como la Biblia de las familias desconectadas. "Los niños americanos pasan hoy en día casi tanto tiempo conectados como dormidos", asegura Maushart, que sufrió lo suyo para lograr que sus tres hijos adolescentes se sumaran con ella a la desintoxicación tecnológica de seis meses.
La psicóloga del MIT Sherry Turkle pone también el dedo en la llaga estos días con otro libro, Alone Together, que incide en "la nueva soledad creada por la conexión permanente". Turkle reivindica la "conexión humana directa" frente a la "saturación digital" que propician las nuevas tecnologías y advierte sobre el riesgo de una "dislocación emocional" cada vez más apreciable entre los jóvenes.
"Evita la tecnología". Es tan sólo el primer principio del manifiesto del Sabbath, vigente hasta las horas brujas del sábado. Hasta entonces, los firmantes pueden elegir entre otras nueve opciones, sin recurrir al filtro de Twitter o Facebook: conectar con los seres queridos, cuidar la salud, salir al aire libre, no comprar, encender velas, beber vino, comer pan, encontrar el silencio, dar algo a cambio.
Carlos Fresneda, Nueva York
Publicado en El Mundo.es
1 comentario:
Y, en todo caso, también servirá para recordar a los amos de las redes que no son del todo imprescindibles, que la libertad humana está por encima de todo y que no hagan cuentas con nosotros, porque nos podemos desconectar de ellos cuando queramos. Porque todo lo bueno se puede volver droga. saludos.
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