La ciudad estaba cambiando día a día ante sus ojos. Desde su bicicleta y en su propio barrio, el Lower East Side de Manhattan, Wendy Brawer fue testigo de esa insospechada metamorfosis que empezó a cuajar hace 20 años y que nadie se había atrevido a explorar. Hasta
que la inquieta diseñadora gráfica, con una querencia especial por la
ecología urbana, decidió hincarle el diente a la Gran Manzana Verde.
Así nació Green Maps,
la incubadora de los Mapas Verdes, propagados ya por 700 ciudades y 55
países. Lo que empezó como un simple "plano", con la sana intención de
conocer mejor la vertiente ecológica de Nueva York, ha terminado
fraguando en una poderosa red gobal y en un catalizador para el cambio en las comunidades locales de todo el mundo, de Barcelona a Pereira (Colombia), de Tokio a Mandala Borobudur (Indonesia), de Santiago de Chile a Guangzhou (China)...
"El punto de partida es así de elemental: conoce mejor tu entorno",
afirma Wendy Brower, en la oficina neoyorquina de Green Maps. "Pero a
partir de ahí se ha generado una historia muy poderosa y una simbología
de alcance universal. Los "mapeadores" verdes no se limitan a registrar
lo que hay, sino que iluminan también las carencias y ayudan a
visualizar la ciudad posible".
La evolución de Nueva York en las dos últimas
décadas en un clarísimo ejemplo. En el primer mapa la Gran Manzana
Verde, fechado en 1991, apenas había 145 puntos de interés "verde". En
la última edición, superan ya el millar. Y en la versión interactiva el
número se dispara...
Setecientos jardines comunitarios. Más
de 650 kilómetros de carriles-bici. Ochenta y cinco cooperativas de
consumo. Cincuenta huertas urbanas. Veinticinco mercados de granjeros.
Veinte puntos de recogida del compost. Decenas de proyectos de tejados
verdes.
"Las ciudades están cambiando mucho más rápido de lo que sospechamos",
asegura Wendy. "Los mapas verdes son un intento de abarcar y abrazar
esos cambios, de promocionar las iniciativas locales, de trabajar y
cooperar por un futuro más sostenible que se está abriendo paso a la
vuelta de la esquina".
Wendy Brawer despliega con orgullo el
penúltimo mapa verde de Nueva York –"Gusanos en la Gran Manzana",
consagrado al compostaje- y recalca el poderoso efecto de la cartografía
verde: "Si podemos cambiar la percepción que la gente tiene de la
ciudad (y eso es exactamente lo que estamos haciendo), podemos cambiar
la ciudad al mismo tiempo".
Brawer tuvo muy claro desde muy joven lo suyo era el diseño gráfico con un "twist" ecológico. Su propio estudio, Modern World Design,
se consagró a iniciativas y campañas muy relacionadas con la vida
sostenible en la ciudad, al servicio de lo que ella misma llama "el
cliente número uno": nuestro futuro común.
Pero la pasión de nuestra "mapeadora verde"
–cofundadora de la organización de diseño ecológico 02NYC, asesora de la
Unesco y reconocida con incontables premios- fue siempre conciliar el
cambio personal con el cambio social. Y así fue como nació la ida de
Green Maps..
"Hace veinte años salías con tu bicleta y te
adentrabas en el páramo urbano, asediada por los coches. Entonces te
preguntabas ¿dónde están los carriles bici? ¿dónde están los puntos de
reciclaje? ¿dónde puedo comprar comida ecológica y local? Ahora todas
esas respuestas salen a tu encuentro en la pantalla de un teléfono
móvil".
"Cada vez tenemos menos excusas", agrega Wendy, con su voz dulcemente persuasiva. "Las opciones son cada vez más visibles y están a nuestro alcance.
Y nuestras opciones hablan por nosotros: puedes unirte a una
cooperativa de consumo, puedes ir caminando o en bicicleta al mercado de
granjeros... O puedes sacar del garaje el coche todo-terreno, cargarlo
en el centro comercial y disparar tus emisiones de CO2. Cada paso que
damos, cada pequeña decisión, está dando forma a la ciudad en que
vivimos".
Los cambios no vienen solos, sino que
habitualmente se propagan por "racimos", en zonas muy determinadas de
las ciudades donde existen redes que le dan el efecto multiplicador:
"Aquí, en Nueva York, hay una gran concentración de activismo en el
Lower East Side y también en distintos puntos de Brooklyn. Lo bueno de los centros urbanos es la facilidad con la que las ideas se propagan y se replican".
El colombiano Carlos Martínez,
brazo derecho de Wendy, confirma sobre la marcha cómo los mapas verdes
están teniendo también un fuerte impacto en los países en desarrollo y
en comunidades como Pereira, en una región cafetera que se enfrenta a la amenaza de la especulación y el desarrollo insostenible.
Hace cuatro años, Martínez involucró a varias escuelas en el "mapeo verde" de Pereira y
en la creación de conciencia ecológica, con la elaboración de murales
móviles donde saltan a la vista el pulos entre las amenazas y las
soluciones que proponen los propios jóvenes: reforestación, reconversión
de viejos vertederos en parques, recuperación de cauces contaminados,
embellecimiento de espacios públicos...
Martínez, que vive en Jackson
Heights y recorre en bicicleta los más de 10 kilómetros hastas la
oficina de Green Maps en el East Village, recuerda como las "ciclovías"
de Bogotá se han convertido en un poderoso referente mundial... "¿Y qué
mejor manera de confirmar el avance de las dos ruedas con un mapa donde
puede verse cómo crecen, como si fueran venas, los carriles-bici por la
ciudad?".
Hay otra manera de ver y entender los "mapas
verdes", según Wendy Brawer: "Son una manera de celebrar las cosas
buenas que están cerca de nosotros, y de apostar al mismo tiempo por un
mundo mejor. Piensa globalmente, "mapea" localmente... Descubre todo lo que tienes a tu alcance, conecta con la gente que comparte tus valores e involúcrate: ayuda a transformar tu entorno".
A lo largo de 20 años, Wendy y su tropel de
colaboradores han sido además capaces de elaborar un lenguaje universal,
tejido alrededor de cerca de 300 iconos, divididos en una docena de categorías:
economía verde, tecnología y diseño, movilidad, riesgos, agua, fauna,
flora, aire libre, carácter cultural, eco-información, justicia activismo, obras públicas...
"La simbología se va ampliando, al tiempo que
el horizonte de las ciudades se van ensachando", advierte Wendy. "Cada
vez son más frecuentes los proyectos de permacultura urbana, los tejados
verdes, las escuelas verdes, los edificios verdes, los lugares de
interés eco-espiritual... También damos relevancia a los riesgos y a los
retos: lugares afectados por el cambio climático, habitats en peligro,
acuíferos contaminadso, puntos de contaminación acústica".
Desde 1995, con el lanzamiento en internet
Mapa Verde Abierto, se rompieron definitivamente la fronteras visuales
(con el complemento de Google). Green Maps no es ya el cuaderno de
bitácora para un mundo mejor, sino el auténtico cocedero de innovaciones ambientales y sociales en todo el planeta, explorado simultáneamente por un pelotón de porteadores y soñadores intrépidos.
Publicado en el blog EcoHéroes de El Mundo.es
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