La 'batalla' de las ideas

En la Batalla de las ideas se intenta dar respuesta a cuestiones clave. | C.F.En la Batalla de las ideas se intenta dar respuesta a cuestiones clave. | C.F.
  • Los debates están abiertos a la intervención de los asistentes
  • Tiene 'satélites' en Berlín, Amsterdam, Estocolmo, Budapest y Lisboa
  • En esta edición se plantearán cuestiones como '¿Nos aburre Europa?'
  • Su creadora asegura que 'no se piensa suficiente sobre lo que está pasando'

Perseguimos la Gran Idea como si fuéramos el capitán Ahab, a la caza de la ballena blanca. Buscamos desesperadamente la Fórmula Mágica y nos estrellamos a diario con la realidad cicatera, que pinta igual de mal en este año en ciernes... "En vez de ofuscarnos, lo que debemos hacer es ensanchar lo más posible el debate", asegura Claire Fox, al frente del Instituto de las Ideas. "Tenemos que superar la clásica dicotomía de izquierdas y derechas, dar cabida a voces 'disidentes' y sacar provecho de la suma de muchas y pequeñas ideas. La solución única a la crisis no existe: todo es mucho más complejo de lo que parece".

Claire Fox, directora del Inst. de las Ideas.Claire Fox, directora del Inst. de las Ideas.
 
Desde hace siete años, antes de que entráramos precisamente en esta espiral en la que estamos, se celebra en el Barbican de Londres la ya popular Batalla de las Ideas, auspiciada por el instituto del mismo nombre y con 'satélites' en Berlín, Amsterdam, Estocolmo, Budapest o Lisboa (con Madrid despuntando en el horizonte). Medio millar de pensadores se miden cara a cara en intensos debates abiertos al gran público, intentando buscar respuestas a las preguntas del millón: "Capitalismo: ¿matarlo o curarlo?"; "Austeridad: ¿se quedará con nosotros?"; "'Ocuppy': ¿radicalismo ilusorio?"; "El euro y la economía: ¿el final de la cuenta atrás?".

La idea no es buscar la solución instantánea o el remedio infalible, sino más bien crear el magma intelectual que no existe ni en el debate político, ni en los grandes medios, ni en las anquilosadas universidades.
"El Instituto y la Batalla de las Ideas nacen precisamente de la frustración ante la pobreza del debate público", explica Claire Fox. "No hay suficiente pensamiento sobre lo que está pasando. Hay además una tendencia peligrosa a simplificar los grandes problemas y atrincherarse en la viejas divisiones políticas. Todo esto se está exacerbando con la crisis, como queda muy patente en debates superficiales como el de austeridad 'versus' crecimiento".

"¿A quién le gusta realmente la austeridad?", se pregunta la fundadora del Instituto de las Ideas. "Es muy fácil declararse anti-austeridad y pro-crecimiento, pero cuando llega la hora de la verdad y en una situación tan crítica, las decisiones no son tan simples como elegir ente el negro y el blanco. Ya hemos visto lo que ha ocurrido a Hollande en Francia".

"Otra parte interesante del debate es ésta: '¿Es posible la prosperidad sin crecimiento económico?'", se pregunta Claire Fox, parafraseando a Tim Jackson. "Yo particularmente pienso que no, pero la cuestión está abierta, y sería preferible que nadie se parapetara tras las viejas etiquetas de la derecha y la izquierda".

Claire Fox sabe de lo que está hablando por experiencia propia. A sus 52 años, su propia trayectoria política se ha movido entre los dos extremos: de su militancia en el Partido Comunista Revolucionario y la dirección de 'Living Marxism', a sus posturas próximas al credo libertario, cuestionando el peso excesivo del Estado.

Un asistente observa un cartel en la 'Batalla de las Ideas'. | C.F.Un asistente observa un cartel en la 'Batalla de las Ideas'. | C.F.

Fox se ha ganado las críticas de sus viejos camaradas por sus críticas contra "ideas de moda", como el multiculturalismo o la sostenibilidad. Ella se defiende alegando que "no hay vacas sagradas" y que, en cualquier caso, la Batalla de las Ideas se nutre precisamente de planteamientos contrapuestos que sirven para alimentar el debate, más allá de lo políticamente correcto. Así, se abordan cuestiones como "Redes sociales, ¿buenas o malas?"; "La juventud de hoy en día ¿desempleada o no cualificada para el empleo?"; "Disturbios y revoluciones, ¿los nuevos radicales europeos?"; o "¿Nos aburre Europa?".
Por su experiencia en Portugal, Claire Fox está convencida de que el terreno está más que abonado para formular las mismas o parecidas preguntas por nuestras tierras. "Por mucho que se empeñen en negarlo los políticos, hay en la gente una ostensible fatiga europea. Y visto lo que está pasando, es perfectamente comprensible. No se puede llamar democracia a un sistema que niega a un país la posibilidad de dictar su propia política monetaria y económica. La Unión Europea se ha convertido en cierto modo en un macroestado que está comprometiendo las libertades de los ciudadanos. Creo que esa cuestión tendría que dejar de ser tabú y dar pie a un intenso debate".

El Instituto de las Ideas funciona como una organización sin ánimo de lucro y no recibe subvenciones oficiales. Se financia gracias a patrocinadores múltiples que van desde las multinacionales Price Waterhouse Coopers y SAB Miller a la Real Academia de Ingenieros o el Kings College de Londres.

Le preguntamos a Claire Fox, dados sus antecedentes políticos, por el valor de las ideas frente a las ideologías en el siglo XXI. "No creo que el neoliberalismo sea la última ideología, tal y como se pretende hacernos creer. Las ideologías de los dos últimos siglos han perdido fuelle, pero surgirán otras. Al fin y al cabo, la gente necesita una visión coherente del mundo y un sistema de pensamiento, y eso es lo que lo que ofrecen la ideologías, que no se merecen su mala reputación. El problema es cuando las ideologías nos ciegan y nos impiden tener en cuenta la opinión del otro, de ahí la necesidad permanente de un debate".

Y así llegamos hasta los intelectuales, otra palabra maldita que reivindica con renovadas fuerzas la fundadora del Instituto de las Ideas. "Lo que nosotros pretendemos precisamente es alumbrar la próxima generación de intelectuales. Al fin y al cabo, los hombres han tenido que hacer frente a muchos problemas "irresolubles" a lo largo de la historia, y si han conseguido avanzar ha sido precisamente gracias a ideas innovadoras. El problema, ahora, es que no pensamos lo suficiente. La mente nos ayudará sin duda a salir de donde estamos".

Carlos Fresneda (corresponsal) | Londes

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