Durante una década logró burlar a sus captores. Combatió con igual fiereza a los soldados norteamericanos y a los mexicanos. Fue el símbolo vivo del anticolonialismo y la resistencia a finales del siglo XXI. Murió convertido en un “indio ejemplar”, subyugado y confinado en una reserva en Oklahoma, lejos su patria chica del desierto de Sonora.
El verdadero Gerónimo
Los paralelismos entre las vidas de Gerónimo y la de Bin Laden debieron resultar obvios para los estrategas de Pentágono, que decidieron “rebautizar” al terrorista más buscado del mundo con el nombre de guerra del legendario jefe Apache (conocido sin embargo entre los suyos de un modo más pacífico y prosaico: Goyaalé, “el que bosteza”).
Cuando los soldados de elite SEALs avistaron a Bin Laden, trasladaron el mensaje al “gran jefe” Obama: “Identificado Gerónimo”. A los pocos minutos, también en clave, llegó la confirmación: “Gerónimo EKIA” (Enemigo matado en acción).
El jefe tribal Apache Jeff Houser ha escrito personalmente una carta a Obama pidiéndole que se disculpe ante su pueblo por la “calumnia”. “Equiparar a Gerónimo o a cualquier otro nativo americano con un asesino en masa y un terrorista cobarde es doloroso y ofensivo”, advierte Houser.
Reclamo formal
Los indios han decidido protestar formalmente por la ofensa en el Capitolio. El asunto llegará el jueves a un comité del Senado, donde se pasará revista a los estereotipos raciales contra los nativos americanos y se hará una mención muy especial al “sobrenombre” apache del líder de Al Qaeda.
“Es inapropiado vincular a uno de los nuestros grandes héroes con unos de los enemigos más odiados de Estados Unidos”, ha denunciado Loretta Tuell, miembro de la tribu Nez Perce y al frente del Comité para Asuntos Indios del Senado. “Estos usos inapropiados de los iconos de las culturas nativas prevalecen por desgracia en nuestras sociedades y tiene un efecto devastador sobre todo en los niños”.
“El mensaje de fondo es que un guerrero indio, símbolo de la supervivencia de los americanos nativos frente a la aniquilación racial, está asociado con el terrorismo moderno y con los ataques del 11-S”, escribe Lisa Balk Kin en Indian Country Today Media Network, que ha rendido un homenaje “on line” a Gerónimo como acto de desagravio.
Críticas
El columnista Steven Newcomb culpa directamente a Barack Obama por la falta de sensibilidad hacia el pueblo indio: “Aparentemente, tener un presidente afroamericano en la Casa Blanca no es suficiente para acabar con una tradición que dura más de 200 años y que considera a los indios como enemigos de Estados Unidos”.
Jefferson Keel, ex veterano de la guerra de Vietnam y presidente del Congreso Nacional de Indios Americanos, asegura que equiparar a Gerónimo con Bin Laden “no sólo es una reflexión inapropiada sobre la historia, sino una falta de respeto hacia los nativos americanos en el ejército”.
Según Keel, un total de 77 indios han muerto con el uniforme norteamericano en las guerras de Irak y Afganistán y más de 400 han resultado heridos. Los nativos americanos, que apenas suponen el 0,7% de la población, llegan sin embargo al 2,7% en el ejército.
La Casa Blanca no han respondido de momento directamente a las protestas de la minoría “nativa”. A modo de desquite, y aprovechando la confusión general, el Pentágono alega a estas alturas que Gerónimo no era en realidad el “sobrenombre” de Bin Laden sino el nombre con el que fue bautizada la “heroica” operación en su conjunto.
Carlos Fresenda, Nueva York
Publicado en El Mundo.es
Carlos Fresenda, Nueva York
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