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.El reactor de Vermont Yankee ha registrado varias fugas radiactivas
.Es la primera vez en 20 años que se decide por votación el cierre de una planta nuclear en EEUU
.Varapalo a la decisión de obama de impulsar la energía nuclear.
Ocho días después de que el presidente Obama anunciara la resurrección de la energía nuclear, los senadores de Vermont votaron a favor del cierre de un viejo reactor de 1972 que ha experimentado varias fugas radiactivas y el desmoronamiento parcial de la torre de refrigeración.
La decisión del Senado de Vermont (por 26 votos a favor y 4 en contra) se interpreta como un severo varapalo para la industria nuclear, que ha visto sin embargo triplicadas las ayudas en forma de préstamos públicos (54.000 millones de dólares) bajo los auspicios de Obama.
Vermont, el estado más progresista de la unión, envía de paso una poderosa señal a Washington: la votación estuvo acompañada de una ruidosa manifestación antinuclear a las puertas del Capitolio local en Montpelier.
Se trata de la primera vez en 21 años en que la oposición de la población y de los legisladores fuerzan el cierre de un reactor nuclear en Estados Unidos. La votación de ayer estipula que la central Yankee Vermont deje de funcionar en el 2012, el año previsto inicialmente para su “jubilación”, y bloquea la posibilidad de una prórroga de 20 años que actualmente barajaba la Comisión Regulatoria Nuclear.
El detonante de la revuelta popular contra la central fueron las tres fugas de trititio –un isótopo radiactivo que puede causar cáncer- detectadas en el 2009 y que pudieron haber contaminado el suministro de agua potable en la zona. En el 2007 y el 2008 se desmoronó parcialmente la torre de refrigeración de la central, que suministra el 30% de la energía del pequeño estado del noreste.
El cierre anticipado de Vermont Yankee ha puesto sobre el tapete la seguridad de la primera generación de reactores todavía operativos en Estados Unidos. Según la Comisión Regulatoria Nuclear, al menos 27 de los 104 reactores han experimentado fugas de tritio en el subsuelo.
El pasado 18 de febrero, Obama anunció la concesión de un préstamo público de 8.300 millones de dólares para la construcción de dos reactores nucleares en el estado de Georgia. El presidente norteamericano aseguró que serían la avanzadilla de “una nueva generación de centrales nucleares seguras y limpias”.
Carlos Fresneda, Nueva York
Publicado en El Mundo
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