- Más de 2.000 manifestantes se suman al acto de 'resistencia civil'
- Protestan por los 'recortes' en los gastos sociales y sanitarios
- Preparan el 'asalto' a la City para el 15 de octubre
La chispa de la movilizaciones sociales empieza a prender en Gran Bretaña. Una semana después de que 35.000 manifestantes recorrieran las calles de Manchester, unos dos mil activistas se han lanzado este domingo a la toma del puente Westminster, versión local del puente de Brooklyn.
La "okupación" en protesta por los recortes sociales y por la privatización de la sanidad- duró algo más de tres horas, ante la mirada vigilante de decenas de policías de Londres que se limitaron a contemplar la sentada pacífica y no hicieron amago de intervenir.
"Lo de hoy ha sido un ensayo para lo que nos espera", advertía Adam, llegado de Nottingham con una sonora pancarta" ¡No voy tragar más!"- y con la máscara socarrona de 'V de Vendetta'. "Vamos a 'okupar' el centro financiero de Londres esta misma semana. Vamos a cantarles la serenata a los culpables de todo esto".
"Estamos aquí para protestar por los recortes que van a dejar maltrecho nuestro sistema sanitario", explicaba Amanda Orr, disfrazada de enferma malherida y ensangrentada. "Esto es tan sólo parte de un plan para dejar desvalidos precisamente a los que menos tienen, mientras los ricos siguen adelante con sus vidas como si nada".
Pasar a la acción "La gente se está dando cuenta y ha decidido pasar a la acción", vaticina Armanda. "Lo que ha ocurrido en Estados Unidos empieza a suceder aquí. Somos la siguiente pieza del efecto dominó".
Pasar a la acción "La gente se está dando cuenta y ha decidido pasar a la acción", vaticina Armanda. "Lo que ha ocurrido en Estados Unidos empieza a suceder aquí. Somos la siguiente pieza del efecto dominó".
La nota de color en el puente de Westminster, con el Big Ben y el parlamento a contraluz, la pusieron decenas de doctores, enfermeras y asistentes sanitarios que acudieron con sus batas y se encaramaron incluso a "torres" impovisadas con bambú para otear la multitud.
"Tenemos uno de los mejor sistemas sanitarios del mundo, y han aprovechado esta ocasión para intentar destrozarlo", se lamentaba la doctora Ruth Taylor, que trabaja en Urgencias del University College."Las reformas de Cameron van a servir para encarecer los servicios y empobrecer el tratamiento que merecen los enfermos. Las únicas que van a salir ganando son las compañías privadas de seguros".
"¿De quién es el puente? ¡Es nuestro puente!", proclamaba la multitud congregada en Westminster, en medio de un ambiente festivo y reivindicativo. "No sólo protestamos, sino que intentamos construir una alternativa y nos estamos organizando en asambleas como ocurrió en España", asegura Liam Crosby, 23 años, investigador de sanidad pública. "La llama ha tardado en prender, pero el ambiente se está calentando y las próximas seis semanas serán decisivas".
Carlos Fresneda (Corresponsal) | Londres
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