- 'Games for a Change' cambia la visión de los videojuegos tradicionales
- 'Los juegos pueden invitar a la gente a solucionar grandes problemas'
- La periodista Chelo Álvarez-Stehle, en la presentación del juego 'SOS-Slaves'
- 'El juego promoverá el uso de la inteligencia en vez de la violencia', dice
"Mi viaje personal en el problema del tráfico humano empezó tras mi encuentro con niñas de doce años que eran vendidas en los templos de Nepal para ejercer durante toda su vida como prostitutas"... Así arrancó el relato de Chelo Álvarez-Stehle, periodista, documentalista y ex colaboradora de EL MUNDO, en la 'demostración' en 'Games for Change' del juego 'SOS-Slaves' , con el que aspira a concienciar a la gente sobre 'la esclavitud del siglo XXI'.
Lo que empezó como un reportaje para la revista 'Planeta Humano', acabó cuajando en un documental, 'Niñas de Hojalata'(dirigido por Miguel Bardem) y en un proyecto de activismo para rescatar a las víctimas de la esclavitud sexual (Masala Project). Álvarez está trabajando ahora en nuevo documental ('Sands of Silence') y se encuentra en fase de preproducción de SOS-Slaves, en colaboración con David Navas (ilustrador/animador) y Ian Peter Hosfeld (lead artist)...
"El juego consiste en meterte en la piel de un 'avatar'... Awa es una niña explotada en las plantaciones de cacao en Africa; Lupita es una emigrante mexicana explotada por los coyotes a su llegada a Estados Unidos; Ram es un niño nepalí trabajando en una fábrica de alfombras en india; Natasha es una adolescente rusa, víctima del tráfico sexual en España; Bill es un trasunto de William Steel, el abolicionista que ayudaba a escapar a los negros del sur en contenedores de trenes".
"La idea es que los 'jugadores' experimenten primero lo que es un día en la vida de estos niños y luego imaginen una vía de escape. El juego promoverá el uso de la inteligencia, en vez de recurrir a la violencia, y contará con aplicaciones para ayudar a elegir marcas de comercio justo (en el caso del chocolate) y con vínculos con ONGs que trabajan en el tema de la trata de personas".
"Hemos hecho ya varias presentaciones en las escuelas, y la respuesta de los estudiantes ha sido impresionante. A los chavales, a partir de los 13 años de edad, no hay que explicarse lo que es la explotación sexual. Muchos de ellos lo han visto en las películas, o algunos han tenido incluso una experiencia cercana o directa. El objetivo del juego, en cualquier caso, es despertar su sensibilidad hacia el tema, ayudarles a tender puentes con otros tipos de esclavitud que han existido en el pasado y hacerles pasar a la acción".
A 'SOS-Slaves' le falta aún el empujón económico final para dar forma al prototipo funcional. Al cabo de 14 años volcada en el tema, Chelo Álvarez-Stehle siente "la urgencia de ver realizado este proyecto en la primavera del 2012 para dar poder a las presentes y a las futuras generaciones".
Carlos Fresneda (Corresponsal) | Nueva York
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