En esta ciudad tienes la sensación de que no falta espacio, sobre todo para el coche, santo grial del movimiento con impactos infernales, los semáforos te dan al descuento un minuto de media para atravesar sus calles. Se nota como en toda capital que aquí se cuecen habas y yo que esperaba control a tope, a simple vista no se percibe. Es tal la cosa que nos acercamos a esa casa de color blanco y hasta 70 metros de la fachada y nada ni nadie lo impide. Había que hacerse la foto de que allá estuvimos.
Encontrar en la gran ciudad diversidad de visiones y vivencias no es de esta sino de todas las de este mundo uno de sus atractivos principales, la ciudad y los humanos interactuan con tal diversidad, que cada uno de ellos en cada una de ellas generamos nuestro mundo intimo lleno de lo que cada uno buenamente o por fortuna mete dentro de él. Algunos lo cuentan.
Conchita es una gallega que llego el 1981 y se instaló al otro lado de la cera de la casa nombrada y allá esta desde aquel día lanzando consignas contra el armamento nuclear, la tiranía del capital y la ceguera general. Unos posters ilustran su particular cobijo, imágenes de Txernobil, de un Bush mimetizado a lo Bin Laden, llamadas a la Paz y una bicicleta que le soporta parte de su inversión en plafones para la comunicación y que preguntada por su uso me dice que solo para los movimientos esenciales. Cuando le pregunto que come y como lo hace me dice que le pregunte cosas más importantes, y entre sorbos de cordura y viajes al desvarío supuesto, Conchita pega un bote cuando llegan los turistas, se va directa a la caja de fotocopias de recortes de periódicos del mundo de cronaron su vida y no se corta un pelo con el italiano si hay tales, con el francés si procede y con un español dulzón de abuela acelerada con minipancarta en mano contra todas las guerras. El web de Conchita es sencillo, es una hemeroteca de los fregaos en los que se ha metido desde su casa frente a la blanca. La dejamos en su mundo camino del Mall.
Carlos ha encontrado a un personaje al lado, reivindicando otras causas saludables, y aquí te pillo aquí te entrevisto. En breve aquí se sabrá de ello.
Y que hacemos con la cocina alSol traída a cuestas con pasión y táctica para colocarla en el mejor sitio de esta ciudad que podamos. Carlos mueve su red de contactos y al rato estamos en uno de los restaurantes del chef José Andrés, el Zaitinya, donde nos recibe y flipamos, que nos atiende y seguimos flipando y que a la oferta de presentarle la cocina solar y lo que a ello la rodea comienza a plantearnos preguntas inteligentes y bien puestas mientras los tres nos disfrutamos las delicatessen del obrador, el pregunta y nosotros seguimos flipando, con argumentos directos de lo que representa para nosotros esos 10 kg de aluminio en este mundo patas arriba. Por cierto tienen precios sus elaborados en relación a calidad y exquisitez que se pagan a gusto, visto este país y también la relación de cambio entre monedas.
Y como es el chef de una de las pruebas que el Solar Decathlon somete a los participes, nos vamos juntos acompañándole por su curiosidad de ver en directo lo que es motivo de lo que tantos meses llevan tramando su equipo y el organizativo de la casa solar de la UPM. En el paso por el mercado de granjeros, lo visto en reportajes sobre chefs ocurre, encargo de judías y otras verduras, al paso por ese espacio de biodiversidad local, una parte rumbo a cocinas alquímicas de postín.
Al día siguiente, dos miembros de cada casa competidora son invitados por la anfitriona a degustar una comida que no reste mucho watios a lo producido, y a evaluar claro para sumar a puntuaciones. Bueno, preguntando al personal de la bicolor casa que nos representa en el lugar, dos de ellos tendrán el placer junto con sus vecinos de disfrutarse un menú de alta creatividad de uno de los chefs más reconocidos del mundo e institución en la ciudad federal y el resto de EEUU y para ello ver el ninvel de saludos en el tramo entre el Zaytinya y el mall, lo deja claro. Nos dice, esto es como un pueblo. En el paso por el mercado de granjeros, lo visto en reportajes sobre chefs ocurre, encargo de judías y otras verduras, al paso por ese espacio de biodiversidad local, una parte rumbo a cocinas alquímicas de postín.
Llegados al Solar Decathlon, visita guiada, fotos y votación, acuerdos para que el día de placer gastronómico para unos pocos brille sobremanera (hay muchas probalidades que lo español puntue por encima del máximo) y una sorpresa cuando nos íbamos.
Aparece el secretario de Energía de la primera potencia de muchas cosas de este pequeño mundo, Steven Chu se presenta, el casero solar de la puerta no lo reconoce, el nivel de secretas delata a un personaje en medio de ellos y es José Andrés que lo conoce el que indica quien es y que pide visitar la casa. Revuelo, visita comentada, atención suprema de uno de los responsables de decisiones cruciales para el mundo estos meses que nos llevan rumbo a Copenhague y presentanción del menú por parte del chef con agradecimiento del personaje energético. Es el Departamento de Energía de EEUU el promotor del evento, y el año que viene, con la migración prevista por primera vez, será el Ministerio de la Vivienda español el homólogo.
La visita reviste cierta potencia y emoción entre todos los miembros del proyecto que pululan en ese momento atentos a dar las explicaciones a todos los visitantes que se pasean por su creación de dos años con una innovadora cubierta energética que, por que no, puede ser un concepto top ten para el cambio de este mundo.
José Andrés que ademas de hábil chef lo es también empresario, representa a los sabores y gusto made in Spain como pocos, y nos enseña la presentación para de aquí unos día en Harvad mientras comenta con su equipo la actualidad de los proyectos para llevar a las mesas.
Y Carlos y yo flipando llegamos con la cocina solar en caja a las tantas de la noche, a la casa del chef y su familia, la emoción si la medimos es parecida para todos, y sin dedicar mucho tiempo a un encuentro horas antes no esperado, pasando por obra de arte sobre pared donde un negro conocido en fotomontaje tiene la palabra "historic" adosada, cogemos tijera, fuera flejes y precinto y caja de una cocina al Sol 1.4 abierta de par en par, y a montar. Que cosas que no aperece por motivos x el plano de montaje y que cosas que es como si lo tuviese en la cpu de masa gris que gestiono como puedo y aquello comienza a tomar forma mientras los anfitirones flipan y Carlos, socio de alSol, ve por primera vez (tiene prevista la suya montarla en el sur soleado en las proximas vacaciones Spain) como su inversión en acciones monetarias y espirituales se conforma en una central de energia solar de concentración que no creo que el ingenio de este siglo pueda superar en prestaciones, que cuando funciona rope 300 mil años de rutas energeticas laboriosas y que nos permite soñar que es nuestra contribucción humilde para el buen mundo que ya construimos todos. Los mayores de la casa comparten con sus pequeños la noticia de lo que es eso que en el salón se esta conformando.
Cocina montada, Patricia, la anfitiriona domina sobremanera el ensable de segmentos de reflector y para en el último a la espera del toque mágico para que coincidan todos en una parabol perfecto. Es uno de los montajes más especiales que he vivido, rememoro el laboral donde tuve el lujo de participar hace unas semanas y en este no medimos el tiempo, pero aquello quedó divino. Entregada a familia bien conocedora de la comida y su valor para cambiar las cosas, sigue taller nocturno de como funciona una especial máquina diurna, planes de experimentación, preguntas técnicas sobre rango de temperaturas, potencias, recipientes, preguntas de chef del top ten mundial, consultas sobre la limpieza y el mantenimiento y José Andres pensando en la mañana que viene y en el plato a realizar. Y bueno, con vino y un pisto preparado por el maestro alquimista, ambos seguimos flipando de como las cosas cuando se siente y se quieren abren puertas que no parecen posibles, flipando de como todos, al nivel que nos toque estar sentimos cosas muy parecidas por este mundo que tenemos y que cada vez conocemos mejor, y con brindis especial elevando lo que el chef sienta solar y pueda dar a conocer, despedimos un día único entre españoles en ese particular país y con aquello de ¡¡ esto es América, y oleeeé !!
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