Todos participamos en la vuelta o, por lo menos, todo lo que pulula por la Tierra. Inevitablemente, y debido a las fuerzas del cosmos, todos damos la vuelta al Sol una vez cada año y lo rotamos cada día. Y ese es un tipo de vuelta muy especial para mí, porque soy consciente que la energía renovable del sol brinda provecho, labores y sueños. Dar la vuelta al mundo por tierra, por mar, o por el aire y combinando los caminos es una aventura al alcance de pocos o de los que se lo han montado para disponer de tiempo, valor supremo. Y claro, de quienes dan esas vueltas, yo me quedo con los mejores en valores sociales. Uno de ellos es Álvaro Neil, abogado metido a payaso de nombre artístico Biciclown / www.biciclown.com / y que montado sobre su máquina verde lleva ya más de cuatro años, 54 países y más de 65.000 kilómetros dando la vuelta al mundo y haciendo reír a todo el que puede.
Y hablando de dar la vuelta al mundo, dentro de poco, en Copenhague, miles de políticos y delegados darán algunos hasta media vuelta a este para decidir sobre la vida en él. Se reunirán para buscar una renovación al Protocolo de Kioto. En ello nos jugamos una parte importante del futuro y de soñar con seguir vivos y dando vueltas en este planeta sobre el que vamos montados. Yo me sumo a quienes luchan por conseguir un mundo a salvo del cambio climático acelerado por excesos de emisiones de gases de efecto invernadero y apoyo el movimiento para que retornemos a las muy recomendadas 350 (ahora estamos cerca de las 390) partes por millón de concentración de CO2 en la atmósfera / www.350.org/es /.
Aquí un vídeo de anuncio de la gran día de acción mundial el 24 de octubre, no te pierdas pasar a la acción:
Y hablando de dar la vuelta al mundo, dentro de poco, en Copenhague, miles de políticos y delegados darán algunos hasta media vuelta a este para decidir sobre la vida en él. Se reunirán para buscar una renovación al Protocolo de Kioto. En ello nos jugamos una parte importante del futuro y de soñar con seguir vivos y dando vueltas en este planeta sobre el que vamos montados. Yo me sumo a quienes luchan por conseguir un mundo a salvo del cambio climático acelerado por excesos de emisiones de gases de efecto invernadero y apoyo el movimiento para que retornemos a las muy recomendadas 350 (ahora estamos cerca de las 390) partes por millón de concentración de CO2 en la atmósfera / www.350.org/es /.
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Y hablando de vueltas, a estas páginas, volveré después de una especial Vuelta al Sol /www.lavueltalsol.es /. Porque mientras se publica este artículo tengo el privilegio de estar viajando con la Vuelta a España demostrando en su caravana lo que pueden hacer los aparatos solardomésticos de la microempresa donde trabajo: cocinas solares que transforman los alimentos usando sólo el poder del sol. Es un placer poder explicar a los interesados el valor social y ambiental de la cocina solar y poner en marcha esta Vuelta al Sol con la 64º edición de la Vuelta Ciclista a España, a cuyos organizadores de Unipublic doy las gracias por su confianza. Mi socio y yo correspondemos al ambiente acompañados con nuestras bicicletas plegables, una con el sistema Rotor, esas que usamos siempre para todo desplazamiento urbano y que ahora llevamos en nuestra particular vuelta solar.
Y no hay que olvidar que las máquinas verdes, mis reinas mecánicas en este planeta, las bicicletas, vueltean gracias a la energía del sol transformada en energía muscular por los héroes del pedal. Acabo de leer el recomendable /Elogio a la bicicleta/, de Marc Augé (Ed. Gedisa), y me HE ido a dar otra vuelta hacia la posible utopía de convertir las ciudades en espacios con buen aire, volteadas con bicicletas y transportes públicos para todos. Si es posible, pásate por la Vuelta a conocer el nuevo arte de cocinar con el Sol, este siempre nos acompañará, hasta donde decidamos llegar después de todas las vueltas que demos.
Y no hay que olvidar que las máquinas verdes, mis reinas mecánicas en este planeta, las bicicletas, vueltean gracias a la energía del sol transformada en energía muscular por los héroes del pedal. Acabo de leer el recomendable /Elogio a la bicicleta/, de Marc Augé (Ed. Gedisa), y me HE ido a dar otra vuelta hacia la posible utopía de convertir las ciudades en espacios con buen aire, volteadas con bicicletas y transportes públicos para todos. Si es posible, pásate por la Vuelta a conocer el nuevo arte de cocinar con el Sol, este siempre nos acompañará, hasta donde decidamos llegar después de todas las vueltas que demos.
Manolo Vílchez
Publicado en Natura 39 de El Mundo
enlace a artículo / enlace a pdf Natura 39
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