Las imágenes del informativo de la noche sobre el amargor de la invasión televisada de Irak y las bombas que caen con precisión sobre Gaza y sus gentes me apartan de golpe del ilusionante ejercicio de imaginar las labores profesionales para el mundo que tenemos que construir de nuevo. Hemos de hacerlo de forma rápida y con ánimo de bloquear cualquier amago de desesperanza. Y todo, mientras aprendemos las lecciones de todas las crisis.
En el mundo que quiero, donde el eje es la sostenibilidad, imagino muchos oficios necesarios para llevar a cabo ese cambio. Se trata de nuevas actividades y de las profesiones que ya sirven al bien común de forma evidente. En esta columna nombro algunas para estimular a los trabajadores del único futuro que tenemos en este planeta, el sostenible.
-Diseñadores, fabricantes y mecánicos para el mantenimiento y puesta a punto de bicicletas, triciclos y todo lo que circule con energía humana directa y entregue servicios móviles sin emitir gases de efecto invernadero.
-Formadores callejeros en conducción inteligente. Han de ser expertos en todo lo que no sea ecológico pero sirva para la movilidad con pocas emisiones: tranvías, trenes, barcos y vehículos eléctricos limpios. Y si son de uso compartido, mejor que mejor.
-Todas las categorías de cuidadores del reino vegetal. Ya sean forestales, micólogos, fruticultores y hortelanos líderes de la biodiversidad. También hacen falta más productores de comida local, no industrial y sin transgénicos. En general, son necesarios los apasionados de todas las semillas patrimonio de la humanidad.
-Artesanos de la bioconstrucción. Se precisan maestros de obras y rehabilitaciones utilizando materiales y criterios constructivos de mínimo impacto y máxima salubridad, como aislamientos vegetales y pinturas no tóxicas.
-Técnicos de urgencia para la reducción de consumos energéticos y emisiones, con una unidad de intervención rápida en casos patológicos de derroche y/o ineficiencia probada en los sectores doméstico y comercial.
-Vigilantes del paisaje, encargados de velar por la belleza de la Tierra, sus formas y sus esencias y expertos en medir la huella ecológica de todo lo posible y cotidiano. Deben informar públicamente y con todo detalle para conseguir un consumo responsable.
Luís Parejo
Quizá tú imagines otros trabajos verdes que aquí falten, pero no faltes tú a la revolución de trabajar sin parar para remendar todo lo mal hecho y animar a hacerlo. Si se quiere o necesitar ir directo a la acción:
Más de 2.000 plazas gratuitas para formarse en labores de agricultura y ganadería ecológicas: www.formacionvidasana.org. Cursos de instalador de energías renovables: www.censolar.es y Associacio L'Era. Un vistazo a la Ley de Desarrollo Rural Sostenible anima, y mucho, a volver a aprender y cuidar la tierra: www.mapa.es/mundorural.
Publicado en Natura 32, enero 2009
Manolo Vílchez es facilitador ecológico. Trabaja en equipo diseñando y fabricando aparatos solar-domésticos, es decir, cocinas y utilidades solares, desde www.alsol.es. Consejos: En este artículo presenta los oficios necesarios para transformar el mundo en uno más sostenible y respetuoso con el medio.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario