Obama promete reducir las emisiones y duplicar en tres años las energías renovables
por Carlos Fresneda
NUEVA YORK.- El presidente Obama confirmó ayer su ruptura radical con la Administración Bush en política energética y medioambiental. “Vamos a dejar claro al mundo que América está lista para liderar”, dijo ayer en su puesta de largo en el East Room de la Casa Blanca. “Para proteger el clima y nuestra seguridad colectiva, debemos formar una verdadera coalición global. He dejado claro que nosotros vamos a actuar, pero también debe hacerlo el mundo”.
Obama habló del viento y del sol como “los recursos para el cambio”, prometió duplicar en tres años la producción de energía con fuentes renovables y se comprometió a fijar por ley una mayor eficiencia en los automóviles a partir del 2011.
Como poderoso gesto simbólico, flanquedo por la directora de la Agencia de Medio Ambiente Lisa Jackson, Obama dejó sin efecto la orden del presidente Bush que intentó bloquear los intentos de California y otros 13 estados para imponer límites más estrictos a las emisiones de los coches.
"La ideología rígida ha estado por encima de la ciencia solvente, y los intereses especiales han relegado a la sombra al sentido común”, dijo en referencia velada a la era Bush. “Los días en que Washington arrastraba sus talones han llegado a su fin. Mi Administración nunca negará los hechos, sino que se dejará guiar por ellos”.
Arrancó Obama colocando el cambio climático entre los peligros más inminentes contra “la seguridad nacional y económica”. “Esa amenaza a largo plazo puede resultar en conflicto violento, en terribles tormentas, en el hundimiento de nuestras costas y en catástrofe irreversible”, advirtió.
"Ahora es el momento de tomar decisiones duras”, agregó el presidente estadounidense. “Ahora es el momento de afrontar el reto en esta encrucijada de la historia, eligiendo un futuro que es seguro para el país y próspero y sostenible para el planeta”.Obama prometió que la “idependencia energética” será uno de los pilares del Plan para la Recuperación y la Reinversión de América que elevará al Congreso, calculado en 800.000 millones de dólares (incluidos 20.000 millones de recorte de impuestos para las “inversiones verdes”). “Si pasamos a la acción, crearemos nuevas industrias, revitalizaremos las viejas, bajaremos los costes y revitalizaremos la economía”, concluyó el presidente, que se comprometió a crear 460.000 puestos de empleo “verde”.
La industria recibió el mensaje con más cautela que optimismo ante las severas perpectivas financieras y económicas. “El objetivo de duplicar la producción se va a demorar seguramente más, porque tres años es lo que se tarde en financiar un proyecto en condicionales normales y no en medio de la crisis que estamos viviendo”, advirtió Clayt Tabor, promotor de energía eólica del Midwest Wind Finance.
En los dos últimos años, y pese al escaso respaldo federal más allá del recorte de impuestos, la producción con energías renovables se ha disparado hasta llegar a los 28.721 megavatios en el 2007. Una cuarta parte de la tarta de las renovables le corresponde precisamente a Texas, el patio trasero de Bush, que ha pasado por un acelerado proceso de reconversión y tiene actualmente en planeamiento o construcción la friolera de 39.000 megavatios (un megavatio puede abastecer a una media de 800 hogares).
Pensamos y sentimos que por qué no lo imposible en tiempos ordinarios se puede convertir en factible en tiempos extraordinarios. Los ejes políticos y economicos, se manejan por una minoría hija predilecta del capitalismo. Indagar en la construcción de la resiliencia, reencontrar valores no rentables para pocos pero vitales para los muchos, anhelar un mundo sin perdedores, escribimos sobre personas y organizaciones que estimulan a cambiar hacia un mundo mejor. Carlos Fresneda y Manolo Vilchez
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