"Dinos lo que piensas del marxismo"...
Los militantes de la vieja izquierda preguntan con curiosidad a
los seguidores de la nueva izquierda, reunidos bajo el mismo techo en la
Friends Meeting House de Londres, decorada de riguroso rojo y bajo el
lema "Austeridad, resistencia y revolución".
Por el escenario pasarán David Harvey, Toni Negri, Alex
Callinicos y otros "popes" del marxismo de toda la vida. Pero también
habrá sitio para el blogero egipcio Hossam El-Hamalawy, para el director
de cine Haris Hakistefanou ("Deudocracia") o para el escritor Owen Jones, autor de "Chavs: la demonización de la clase trabajadora".
Estamos ni más ni menos que en el Festival del Marxismo,
un cónclave relativamente marginal hasta hace un par de años, cuando
empezaron a llegar auténticas hordas de jóvenes, golpeados muy
directamente por la crisis y hastiados por la falta de respuestas de los
partidos políticos.
"El concepto de lucha de clases vuelve a estar ahí, más patente que nunca en las últimas décadas",
asegura Owen Jones, 27 años, hijo de un notorio sindicalista
brit'anico. "Los gobiernos no pueden seguir diciendo que estamos todos
en el mismo barco porque no es cierto. Al 1% no le ha afectado la
crisis, las clases medias están desapareciendo y los que menos tienen,
en torno al 30% de la población, se están convirtiendo en una nueva
subclase".
"Las políticas de austeridad van precisamente dirigidas contra
quienes menos tienen", advierte Jones. "Se están creando las condiciones
para un malestar social rampante, como vimos el año pasado durante los
disturbios... No va a haber una revolución sangrienta en Gran Bretaña,
pero sí vamos a ver un movimiento clamando por una sociedad que funcione
para la clase trabajadora".
Recién llegado de Grecia, con nueva películo bajo el brazo
("Catastroika"), Haris Hakistefanou pide a la audiencia que desconfíe
del tópico repetido hasta la saciedad por los grandes medios ?"los
griegos son una panda de vividores y corruptos que merecen su destino"- y
tiren del hilo de su documental para entender lo que está pasando...
"En el nombre del neoliberalismo llegó primero la desregulación, después la deuda y finalmente la austeridad,
que nos está poniendo la puntilla... La austeridad es en realidad un
eufemismo para justificar la ola de privatizaciones masivas que estamos
viendo. Quienes nos metieron en este agujero siguen llevando impunemente
las riendas de la economía y de la política. Estamos en manos de los
"expertos". Ha muerto la democracia".
Dando argumentos a los conferenciantes, el reciente informe de Democratic Audit (divulgado por The Guardian) confirma que la democracia en el Reino Unido se encuentra "es estado de declive terminal".
La influencia de los poderes económicos, la desconfianza en la clase
política y la galopante abstención (68% en las últimas elecciones
locales) "amenazan con subvertir los principios más básicos de la toma
de decisiones en un sistema demócratio", advierte el informe.
El periodista y activista Tariq Ali habló precisamente sobre el "centro extremo",
ese espacio dudoso en el que convergen los partidos tradicionales de
derecha y de izquierda y que "está dinamitando desde dentro la
democracia en el nombre del capitalismo".
El diputado George Galloway, la "bestia negra" de la izquierda,
expulsado del Partido Laborista por sus diatribas contra la guerra de
Irak, se dejó caer por el Festival del Marxismo 2012 para denunciar
precisamente "la traición del "nuevo laborismo" a una clase trabajadora
que se siente cada vez menos representada".
El Partido Socialista de los Trabajadores
(SWP), con sus impenitentes mensajes anticapilistas, se metió al final
en un puño a los más de 5.000 militantes, simpatizantes y curiosos del
marxismo, que dudaban entre comprase la nueva edición de "El Manifiesto
Comunista" o el último ejemplar de "El trabajador socialista", con un
clamoroso titular al que nunca se atreverán los tabloides: "¡Encarcelad a los banqueros!".
Carlos Fresneda / Londres
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