El futuro es colaborativo


El Ouishare Fest en el parque de La Villette, en París. | C. F.
El Ouishare Fest en el parque de La Villette, en París. | C. F.
  • La delegación más nutrida del Ouishare Fest, tras la francesa, fue la española
  • Una treintena de emprendedores, innovadores y conectores, en La Villette
  • "Es increíble la cantidad de iniciativas que están surgiendo en España"
  • Una nueva economía en la que el hombre y el bien común están en el centro
  • Pronostican cambios en el capital, el trabajo y la gestión de recursos
No tomaron la Bastilla, pero conquistaron el Cabaret Sauvage, que quedaba por allí cerca. Fueron en total unos treinta, entre emprendedores, innovadores y conectores "Made in Spain". La delegación más nutrida, después de la francesa, en el Ouishare Fest que ha convertido el parque de La Villette en inmejorable y delirante muestrario de la economía colaborativa.
Al fin y al cabo, nuestro país se ha convertido en uno de los motores de Ouishare, la comunidad internacional con epicentro en París, que en poco más de un año ha provocado una fulminante reacción en cadena en Europa y América.
"Es increíble la cantidad de iniciativas que están surgiendo en España", certifica el cofundador Antonin Léonard a pie de obra. "La crisis ha impulsado a la gente a buscar soluciones, pero también ha influido mucho el poder de las redes sociales y la mentalidad de la gente de nuestra generación, entre los veinte y los treinta, habituados como estamos a funcionar de otra manera".
"Para nosotros, compartir y colaborar es algo absolutamente normal", asegura el cofundador de Ouishare Fest
"Para nosotros, compartir y colaborar es algo absolutamente normal", asegura Antonin, con su español aprendido en Argentina. "La tecnología nos ha abierto muchas puertas, y ahora estamos intentando trasladar ese modelo a la economía. El consumo colaborativo, la financiación colectiva, la producción en código abierto, la cultura de los 'makers', los bancos de tiempo y las monedas virtuales… Todo eso son manifestaciones de una nueva economía en la que el hombre y el bien común vuelven a estar en el centro".
"Los cambios locales no son suficientes, hay que crear alianzas globales para transformar el sistema", proclamó bajo la carpa abarrotada del Cabaret Sauvage Michel Bauwens, fundador de la P2P Foundation y 'profeta' del movimiento. "Nuestras ciudades se llenarán de espacios en los que todos seremos productores en potencia", vaticinó el norteamericano Dale Dougherty, fundador del movimiento de los 'makers', echando raíces en Europa.

Puentes entre la vieja y nueva economía

La "avanzadilla" española abrió fuego con Javi Creus, de Ideas for Change, tendiendo puentes entre la vieja y la nueva economía y urdiendo estrategias para los "cambios radicales" que se avecinan en los tres frentes: el capital, el trabajo y la gestión de recursos. Frente al pesimismo rampante, Alfons Cornellá, de Infonomia, reiteró su fe en "un futuro con nuevos sistemas de colaboración entre la compañías" y esbozó su visión de la "co-society".
Tan intenso ha sido el intercambio de ideas e iniciativas del Ouishare Fest que casi se impone un descanso, antes de seguir las evoluciones del equipo español. Entre tanto, podemos reponer fuerzas (y bailar de paso) en el Disco Soupe montada por Slow Food, que ha ideado esta manera festiva y cien por cien "colaborativa" de recuperar la comida desechada en los mercados y convertirla en una celebración colectiva.
Podemos también participar en un taller de 'upcycling' (reciclar hacia arriba), meternos en una sesión de inteligencia colectiva, llevar a los chavales a un taller de "hackidemia" o ayudar a construir una casa de madera en cuatro horas con la gente de La Vie Share.
La 'confianza' se ve como nueva moneda de cuño en "una economía a la que todos podamos contribuir"
"De la misma manera que existen ya los espacios de 'co-working', en las ciudades están surgiendo espacios co-creativos y co-productivos que van a ser las bibliotecas del futuro", asegura Tomás Díez, del FabLab de Barcelona, que vaticina el advenimiento de los 'ciudadanos inteligentes'…
'Smart Citizens' se llama precisamente el sistema ideado por el FabLab de Barcelona, partiendo del 'hardware' libre de Arduino, para construir pequeños sensores inteligentes que podrán ser usados por los ciudadanos para medir la contaminación del aire y los niveles de ruido. El proyecto se está financiando a través de Goteo, fiel a su máxima de 'crowdfunding for crowd benefits'(financiación colectiva para el beneficio común).
Olivier Schulbaum, de Goteo, habló precisamente de su visión de una "crowd economy" en la que "todos podamos podamos contribuir". Del necesario cambio de nuestra mentalidad como consumidores y de la "confianza" como nueva moneda cuño se habló largo y tendido durante el Ouishare Fest.
"Yo misma tuve mis dudas a la hora de ceder en alquiler por primera vez mi propio coche a desconocidos", reconoce Mar Alarcón, cofundadora de Social Car, la empresa pionera de alquiler entre particulares en España, con más de 15.000 usuarios. «Al final lo acabas viendo como lo más normal, sabiendo que hay un seguro que te cubre los riesgos. Y es también una manera de hacer un dinero extra o de ahorrar, si eres tú quien lo alquila».

Tiempo para los que no tienen tiempo

La colaboración teje redes a todas las horas, y ahí tenemos a Social Cary a Etece, la compañía que ofrece "tiempo para los que los no tienen tiempo"… Los "solucionadores" de Etece se ofrecen a llevar los coches compartidos llave en mano, aunque las tareas más solicitadas siguen siendo los arreglos a domicilio o los montajes de muebles de Ikea. Ramón Blanco, que adaptó el modelo de Taskrabbit a las necesidades autóctonas, ha abierto brecha en Madrid, Barcelona y Valencia, y en junio llegará a Málaga y Sevilla, con Zaragoza y Bilbao a la vuelta del verano.
Los "solucionadores" llevan los coches compartidos llave en mano, aunque las tareas más solicitadas siguen siendo los arreglos a domicilio o los montajes de muebles
Tendiendo puentes entre la economía colaborativa y la precariedad laboral, la compañía Infojobs ha lanzado el banco de tiempo 'Prepárate', pensado para "mejorar la empleabilidad" de los españoles: yo te doy unas clases de alemán o francés, tú me enseñas a programar… Jaume Gurt y Anne-Cécile Ragot presentaron el proyecto en el Ouishare Fest, donde también estuvo Alberto González Pont, fundador de Workyland, que aspira a tender puentes entre profesionales de otros países ('workyhosts') dispuestos a recibir o acoger a profesionales que buscan experiencias o aspiran a trabajar en el extranjero ('wokyvisitors').
Llamamos finalmente a las puertas de Knok, la comunidad de intercambio de casas fundada por Juanjo Rodíguez y que en apenas dos años ha tendido sus redes por 159 países: "La nuestra es tal vez la forma más conocida de economía colaborativa que existe, aunque lo que faltaba era crear auténticas redes y un sistema con un seguro que protege la casa ante posibles daños. La gente ha descubierto que ésta en una forma más barata y más gratificante de viajar, con más espacio para ti y para tu familia y con un contacto que antes no teníamos con la gente local".
Cerramos este atropellado repaso al equipo español en el festival parisino con el gran 'conector', Albert Cañigueral, fundador de Consumo Colaborativo, desbordado por la intensidad y la rapidez con la que todo está pasando: "Estamos en una fase de experimentación total, y es muy difícil calibrar la auténtica dimensión y saber que lo que quedará. Alrededor de Ouishare orbitan muchas cosas, unas ya muy sólidas y otras aún no tanto. Pero una cosa es cierta: la economía colaborativa está aquí para quedarse".
Carlos Fresneda / París

1 comentario:

ignifugaciones dijo...

Ojalá el modelo económico vaya en la dirección de una economía colaborativa... en mi humilde opinión el ser humano avanza siempre cuando sustituimos competencia por colaboración.
Tal vez, si dejáramos de vernos el ombligo en un presente que nos esclaviza y empezamos a ver en un futuro más solidaria, podríamos vivir en un mundo más bonito.