Hablemos de la máquina verde por
excelencia, ésa que permite a un cuerpo humano activo desplazarse
por los senderos de la movilidad rodada y que no deja ni una pizca de
suciedad en el aire que respiramos, ni un suma y sigue en emisiones
de CO2 y otros gases chungos del clima cambiante, equivalentes por
distancia recorrida cuando lo desplazado es un coche. Y todo esto
aportando además al usuario saludables rendimientos.
Pero vamonos directamente al entorno
urbano, donde desde este año la mitad de los humanos (el 50% de la
familia humana ya vive en ciudades, urbes, megápolis…) nos movemos
y donde, como es el caso de nuestro país, una gran parte de los
fallecidos, 16.000 computables, dejan de existir antes de tiempo por
las condiciones de contaminación de la atmósfera donde respiraban.
Además, nos advierten que movernos quemando combustibles fósiles
cada vez más será menos barato, quizás por esto cada vez más urge
poner orden y cordura en ello, porque a todos los que respiramos nos
gusta hacerlo en buenas condiciones.
Por salud de los usuarios de la urbe y
la salud de todos los seres de la bondoda Biosfera que nos acoge, nos
proponen movernos de otro modo, y aquí las bicis están listas para
rejuvenecer forzadamente, de hecho ya en algunas ciudades van
quitando espacio a los sucios y contaminantes vehículos fósiles mal
usados, desde la esfera privada y, desde no hace mucho y con fuerza
inusitada, desde la esfera publica.
Las grandes multinacionales del
cacharrerío y mobiliario urbano va dejándose caer en las urbes, con
su oferta de sistemas de bicicleta pública, que han encontrado en la
promoción de la bici como medio de transporte urbano un esperanzador
sendero hacia el movimiento inteligente de muchos ciudadanos por
sus calles. Desde este espacio donde nos emocionamos con las
posibilidades y la potencia de los pequeños cambios con rumbo a los
globales, nos hemos encontrado estos días con el revolucionario
concepto de las Urbikes, unas bicis ideadas y hechas por amor
ambiental, aquí.
Edu Sentís es el ecodiseñador de
Modular BPS, la microempresa que ha dado a luz el concepto de
bicicleta de utilización publica sostenible, digamos como mobiliario
urbano móvil, y lo ha hecho desde Rubí, Barcelona. Edu siempre ha
soñado con bicis disponibles para cualquiera en cada esquina de la
ciudad, duraderas y cómodas, un bien publico que todos cuidamos.
Nada más entrar en su laboratorio de diseño, te encuentras con todo
en su sitio, la expo de una de sus especialidades: los sistemas de
seguridad/parkings para bicicletas, y en la pizarra colorida, los
desarrollos de lo último salido de su mente. Ahora anda entre los
accesorios, parkings y mejoras para la Urbikes, que, como comenta, es
una bicicleta sólo con lo que hace falta para desplazamientos de
unos pocos kilómetros, además cómoda, elegante, robusta, de mínimo
mantenimiento, avanzada tecnológicamente y de poca utilidad para el
hurto, y es que pesa lo suyo, 25 kg. Las piezas son específicas:
transmisión por cardán (la cadena, su grasa y su mantenimiento ya
son ya historia); sillín con suspensión hidráulica (como las
sillas de oficina); cambio interno de 8 velocidades (facilitador
del manejo simple de las velocidades), freno integrado contrapedal
(siempre a punto) y los leds luminosos para ver y ser vistos
(alimentados desde una dinamo en el buje de la rueda delantera); por
cierto, las ruedas son macizadas con un bicompuesto que permite
olvidarse de los pinchazos para siempre. Y eso sí, un cuadro sensual
y ergonómico, de una sola pieza, le aporta a la máquina un toque de
distinción y belleza mecánica ciertamente especial.
La clave en la gestión de la variable
de servicios ideados para el concepto Urbikes ha sido diseñar
creando sólo lo indispensable. El sistema de gestión y control
permite integrarse con facilidad en los ya existentes de las zonas
azules para coches –mira qué bien–, algo que ya está y que, con
sólo voluntad, ahorra recursos y complicaciones.
Urbikes está hecha aquí, la ha parido una microempresa española, está realizada con lo mejor de los materiales y desde la creación de un amante destacado, experto y conocedor de la máquina verde (mira por dónde, verde chillón es el color que ha elegido para el lustre de la bici, para que de más vida a los grises oscuros de nuestras ciudades). No sólo ha sido lo material, sino también lo sinérgico lo que ha sorprendido a la competencia y los múltiples sistemas implantados por todo el mundo, y ha animado ya a algún ayuntamiento que ha visto claro que mejor invertir en calidad, mínimo mantenimiento y excepcional servicio publico aprovechando lo que ya hay, sistemas de gestión de la zona azul para vehículos fósiles, y todo ello desde la perspectiva de uno de los pilares del ecodiseño y de la llamada sostenibilidad: no crear si no es estrictamente necesario.
La ciudad de Granollers lo ha visto
claro, las primeras 80 Urbikes comienzan a rodar durante este año.
Es ya el esperado proyecto piloto, y Modular BPS ha tenido que
defender que su propuesta es distinta, innovadora, creativa, práctica
y sostenible. Lo más simple, económico y eficiente para un concepto
de movilidad universal y que no contamina está a punto de salir
rodando, así lo ha entendido Granollers, la primera ciudad del mundo
urbikezada.
Manolo Vílchez
Publicado en la revista Integral
Pues parece que nada ha cambiado, este proyecto a sido un fracaso total en Granollers y ya se han retirado todas las Urbikes de la ciudad. Probablemente el problema a sido que no existen suficientes circuitos seguros ni carriles bici especificos en la ciudad para justificar este proyecto, han hecho una inversión millonaria en una ciudad que no estaba preparada para afrontar este reto. En definitiva han tirado el dinero a la basura.
ResponderEliminarEste tipo de propuestas son muy beneficiosas para nuestras ciudades y pueblos. El mobiliario público aumenta la accesibilidad y comodidad de los entornos, de igual manera que el mobiliario público/privado de los gimnasios, spas o duchas de un colegio.
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