El Sunny Day by José Andrés

El mayor restaurant solar de la historia


En las películas, Las Vegas, sus casinos y su cachondeo, llevan mucho tiempo siendo icono de una sociedad de consumo de artificios placenteros, y si una parte de la especie se pone con ello, pues se le monta una animada ciudad en medio del desierto. Aunque sus orígenes, según vi en la serie El Padrino, parece que tiene que ver con dar servicios de desahogo a militares de la zona, el devenir hacia el turismo de ocio de está ciudad es espectacular. Con problemas de suministro agua acechando, con millones de visitantes a diario, con hoteles de más de 3000 mil habitaciones que parecen terminales de aeropuerto en su recepción, la que conecta con vuelos directos de alto nivel ludópata en la misma planta baja, y es que tardas lo suyo en atravesar alguno de ellos entre tragaperras, blackjak, ruletas y gente poco feliz a simple vista, salvo cuando se gana a la banca.

El pasado octubre, algo más vinculado al negocio cultural, sector musical, con más felicidad ambiental y digo yo que por aprovechar infraestructuras y servicios de la colosal urbe del entretenimiento y disfrute para una parte de la familia humana, el festival “Live is Beatiful”, cuyo objetivo es que desde las artes, la gastronomía y el activismo cultural, motivar e inspirar a la gente hacia una vida mejor, reunió durante 3 días al mayor número de gente alegre y hispters que un menda podía imaginar en un solo lugar.

Claro, al lado de todo evento musical de calidad y como este, destinado a unos 50.000 ciudadanos, se cuenta con una programación cultural para dar suministro a las mentes inquietas que por allá pululan. Con una organización impecable, las conferencias de popes, las esculturas fascinantes, los grafitis de tamaño como muy americano y las performances fascinadoras, no fueron pocas. Por lo general en estos espacios, ya lo sabes, o te llevas el bocata o te nutres con la oferta gastro, y bueno, no me entretengo en sector cervezas artesanales, que abundaba, con éxito, más de lo que parecía lógico. Entre tanto mostrar, hubo un lugar peculiar e innovador, lo nunca visto¡. Pues, en un espacio donde el Sol llegaba desde las 11:00 hasta las 14.45 en punto el primer día (la puntualidad la marcó el rascacielos que nos cortaba el hilo dorado), allá se decidió llevar a cabo un acto de alta e intensa pasión que propuso un chef especial y una organización muy atenta. Lugar de paso entre los principales escenarios, quizás el que más servicio daba a la idea de José Andrés para que miles de personas vieran en acción a los más destacados chefs de The Think Food Group, su grupo de empresas desde donde se han marcao cambiar el mundo por la vía de los alimentos, procesando comida en artefactos no habituales para los artistas de la alquimía nutritiva, el proyecto fue mostrar las tecnologías más limpias en puntos de calor del mundo para el procesado de alimentos, que desde su fundación World Central Kitchen impulsa con proyectos en varios países en desarrollo y pobreza energética. Echaron mano de los colaboradores y se brindó la oportunidad de que se conociera la labor de varias microempresas dedicadas a fabricar y ofrecer cocinas y hornos solares, y también de combustibles más eficientes, junto a organizaciones que trabajan para que el procesado de alimentos sea, al fin, un placer para todos los miembros de la familia humana.


El chef Rodolfo Guzmán, jefe de cocina en el mítico Jaleo de Washington DC, el primer restaurant que abrió un jovenzuelo español salido del El Bulli hace ya más de 20 años, fue uno, junto con Terri Cutrino, la responsable de proyectos especiales (y este lo era a tope) y Rodrigo Pérez, chef de Oyamel, también en Washington DC, los tres salidos de sus fogones habituales, pero con la misma elegancia y buen hacer, se pusieron al tajo manejando la taquería Sunny Day by José Andrés. El mismo que es embajador culinario de la Alianza Global para las Cocinas Limpias impulsada desde los EEUU para llevar 100 millones de unidades donde más falta hacen, antes del 2020. Este fue un motivo eje para inaugurar el proyecto más solar de la historia de un reconocido cocinero creativo español, influyente en el mundo de la alimentación y la solidaridad. Y vamos si la armó¡


Rodolfo un día antes, yo creo que no se olvida en su vida de como montó 6 máquinas alSol 1.4 en un intensivo e improvisado taller callejero al ladico del chiringo que acogió una de los mayores instalaciones de cocinas solares en servicio público que se han montao en la historia de esta humilde, simple y pedagógica tecnología. Fue fascinante compartir con profesionales de la alta cocina sus visiones hacia el uso de las cocinas solares, y el rigor que utilizaron en lo referente a los tiempos, el manejo, las anotaciones, etc...

Al final, el espacio solar fue único, doce unidades de la innovadora parabólica SolSource, con reflector moldeado de plástico, de alto diseño y giro sobre eje vertical estuvieron dedicadas a los rellenos de los tacos; seis unidades de la, según opiniones, mítica “made in Spain” alSol 1.4 en servicio con las ollas express de los frijoles; tres fascinantes GoSun Sport, más portátil y potentes no se conoce nada y sus dos extraordinarios prototipos de la GoSun Industrial, del que salían patatas enormes cocidas, al poco rato..., 


todas las tecnologías en uso le sacaban al sol servicios energéticos para gozo del equipo de chefs, ayudantes e interesados directos por lo que allá se “cocía”. Acompañó el espacio un campo de tecno para sol concentrado, y las tres unidades de la innovadora cocina mejorada de pequeña leña Biolite Camp Stove (reducción del 95% del humo y que también te recarga la batería del móvil) y dos fogones EverClear de bioetanol para cuando es Sol ya no estaba, y que no pararon de preparar miles de tortitas de maíz para los vegetarianos tacos solares de la oferta. Mientras la espera en la cola se daba, no fueron durante los tres días de sol bondadoso, sino miles las preguntas de comensales que por primera vez en su vida sentían el más sabroso vinculo entre lo comido y la energía del Sol que los cocino, desde los artefactos que los envolvían.

Las mismas recetas para chefs avanzados o para los que preparan la comida en lugares necesitados, confluyen en algo simple y poderoso, la pasión por mejorar la calidad de vida de las personas a las que sirven, desde los más prestigioso restaurantes hasta la más alejada vivienda rural familiar donde la tecnología puede evitar enfermedades pulmonares al quemar biomasa con casi nada de humos, donde el Sol puede facilitar el ahorro de tiempo y dinero a mansalva cuando la perpendicular de la cocina u horno solar con la posición del sol en nuestro orbitar eterno se ajusta para como sentir que “la vida es hermosa” y más simple y que así pueda ser depende de lo que hagamos a partir de ya, sin dejar pasar más tiempo. El Sunny Day animó, hace unos meses, el camino de los que podrían ser, los años más nutritivos y decisivos en nuestra relación con Gaia, su clima ...y entre nosotros.