Desnuda en la gran ciudad

 

Todo lo que necesitó fue un trípode, un disparador remoto y una dosis de adrenalina. Las primeras veces se le puso la piel de gallina, por culpa del frío y del pudor. Pero la experiencia fue al final muy gratificante y tremendamente “liberadora”, como bien puede comprobarse en la actitud festiva de la fotógrafa Erica Simone, exhibiéndose desnuda por todos los rincones de Nueva York.
Ahí la vemos tal cual, comprando un pretzel o un perrito de caliente, viajando como si nada en el metro o barriendo la nieve con el culo al aire en pleno Village. En la pose más provocativa, Erica se hace pasar por una “homeless” sin nada encima, pididendo cinco dólares para comprarse ropa. Aunque la imagen que más pasiones ha levantado de momento es la de la fotófraga haciendo “footing”, con la botella de agua en la mano y con el pubis de “diseño” a la vista de paseantes y ciclistas.

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Todas las imágenes forman parte de “Nue York: Self Portraits of a Bare Urban Citizen”. Aún faltan días para la apertura de la exposición (el 14 de abril, en la Dash Gallery de Tribeca), pero Erica ha saltado ya a los grandes titulares por méritos propios.
La fotógrafa de 25 años, nacida en París, vino a Nueva York con la idea de capturar el pulso de la gran ciudad. Se dejó influir, entre otros, por el trabajo de Miru Kim, pionera en esto de los desnudos neoyorquinos, con un trasfondo industrial. Erica quiso ir sin embargo más allá y poner la piel en “un contexto cotidiano”.

La idea la tuvo hace dos años, cuando cubría la Semana de la Moda y le asaltó repentinamente del pensamiento: “¿Que haríamos sin ropa? ¿Cómo nos miraríamos o nos compararíamos con otros? ¿Cómo mostraríamos nuestro estatus social?”.
Su pasión por la ciudad es tan solo comparable con el desdén que ha llegado a sentir por la obsesión de gran parte de los neoyorquinos por las apariencias... “Si tu bolso de Chanel no es de esta temporada o si tus Christian Louboutins están más gastados de lo que debieran, el mundo puede colapsar a tus pies”.

Ese el “mensaje” detrás de sus desnudos callejeros... Al principio pensó fotografiar a gente corriente, pero cada vez le intrigaba más saber qué se sentiría callejeando en cueros por Nueva York. “No soy exhibicionista y pensé que no tenía el nervio para hacer esto”, confiesa. Pero todo fue ponerse...
      
Aunque estaba haciendo algo “ilegal” y la policía llegó a merodear, nunca llegaron a detenerla. La gente reaccionaba sonriendo o con incredulidad cuando la vieron tirando la basura, sacando dinero del cajero automático o leyendo el periódico a la luz del día y sin nada que ocultar. Nunca le echaron en cara que estaba en pelotas y muchos pasaron a su lado con absoluta normalidad. Only in New York...
(Todas las fotografías reproducidas en este artículo son de Erica Simone y forman parte de la exposición “Nue York: Self Portraits of a Bare Urban Citizen”).

Carlos Fresneda, Nueva York

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