Entre tanto lio, avances hacia el mejor mundo

 

No me pierdo entrega de los premios Solar que entrega Eurosolar, y que cada año  reconoce buenas obras a favor de las limpias fuentes de energía y que ahora que ya está en marcha el cambio para el gran cambio, son como antídotos contra al desesperanza mientras las eléctricas mandan en este país pobre en tantas cosas, y uno de sus secuaces el gobierno que no manda bien lo nombra Secretario de Estado de la Energía, aquí paso a la ciberacción ¿Crees que ZP debe pagar el sueldo a un Secretario de Estado de Energía Contaminado?, o se aprueba el decreto ley que se cepilla la industria fotovoltaica dejando pillaos a muchas familias de vida responsable e inversión ética.
Mientras por la mañana del martes la manifestación pro defensa de la solar fotovoltaica a las puertas del Congreso no sirvió para parar el camino al precipicio, por la tarde Josep Puig, en la entrega de los premios, explicó con detalle y rabia contenida lo que explica también a sus estudiantes en la universidad,  el porque somos un país dominado por el electrocapitalismo salvaje y afinado que hace que las nucleares y el carbón ganen dinero llenando el mundo de mierda (esto lo digo yo) al mismo tiempo los bolsillos de los accionistas, y con ello impidiendo que se ayude a avanzar a los sueños reales energéticos de las mayorías, hacía la ya una realidad sin retorno, no hay futuro sin renovables, no hay futuro cercano en paz si no hay renovables 100% ya mismo. Dicen que para el 2030 no sólo Europa, sino todo el planeta podría estar en paz energética. La batalla va a ser dura, la lucha está garantizada. Y si extrapolo veo en la Ley Sinde una similitud tremenda entre cultura y energía, un mundo en expansión de la democracia participativa que pide al gobierno y a la industria cultural que legisle pero no para el pasado sino para el futuro que ya está aquí. Los fósiles no lo permiten, en el sector energía además de fósiles los tiranos de la energía atómica no entenderán nunca que su modelo ya ha matado demasiada vida, corrompido demasiada sociedad e hipotecado suficiente futuro como para atemorizarse. Preparaté porque nos va a tocar conseguir la Paz, puedo haber algo más loable?.


Este año, las estatuillas, los oscars solares de Eurosolar premiaron a las 5 universidades que llenaron junto a otras 12 del resto del mundo un pequeño espacio de Madrid en junio pasado, construyendo, ensayando y enseyándonos a todos que podemos cobijarnos y vivir mucho mejor con las mejores energías, e ir sobraos. Eurosolar premió indirectamente a esos 300 estudiantes que participes en el Solar Decathlon Europe llenaron de ilusión por un futuro energético solar un presente necesitado con urgencia de ilusión, compromiso y acción directa. Allá, en ese evento, muchos decathletas y los voluntarios de la organización tuvieron garantizado un plato de paella, donde ni el carbón, gas ni uranio tuvieron posibilidades. Por nuestra parte y en Integral pillamos a Teresa Blasco, decathleta y la nombramos ecoheroina, también simbolizando a todos sus colegas y a los que el año que viene volverán a llenar el mundo, por unos días, de inteligencia y buen hacer energético.

El año que viene los premios hacen 10 años en la sección Spain, y como no me los perderé si puedo, ya he pedido por si acaso que le den a livestreams y que avisaré a mis contactos, para que de esos sorbos de sabiduría energética, cada premiado explica su obra propia o en representación, y al hacerlo y enseñarlo, nos ilustre a todos de dosis de ilusión y realidades para conseguir la Paz de una vez por todas.

Y sigo avanzando, echo mano de la BBC y me encuentro un proyecto familiar compinchao con empresas verdes para vivir durante 6 meses con una tonelada de CO2/año, en Suecía. Ya ha comenzao, no es inspirador acaso.


Y brindo de alegría cuando a un científico energético de la región, que llevaba años presentado su idea para combatir el cambio climático y palmaditas consiguió no más, van los de The Economist y entre 700 proyectos del mundo le dan al suyo el primer premio. Va de bambúes, va de energía solar procesada va de fijación de carbono, de depuración de aguas residuales y de producción de un material de construcción de bajo costo. Chapó, enhorabuena Mario A. Rosato, por todo y por abrir puertas ya con tu creatividad y esfuerzo, al mejor futuro para todos.


Y menos mal que para Haiti, al canalla primo del canalla Preval le han pegao la patada para que no pueda ocupar el trono y robarle el futuro a ese pueblo extraordinario. Menos mal que a los dictadores 2.0 se les acaba el chollo porque los pueblos que oprimen están diciendo basta ya. Menos mal que rebosa esta sociedad de creatividad y activismo, millones de humanos están ahora pensando que ninguna fuerza del mal puede robarles a ellos, y a todos el mejor futuro que se merece todo lo vivo.
Para celebrar todo lo bueno que pasa cada minuto en este mundo donde interesa a pocos que lo veamos crudo, acabo de colocar en cocinalsol la receta de ayer del alSolChef René Bijloo, que como un ciudadano más le saca al sol o quizás intercambia con el, su sueños de mejor futuro, 101% renovable.Y desde alSol, aquí la nueva máquina a presentar en breve que convierte el alucinante viaje de los fotones (150 millones de km en tan solo 8 minutos) en el más sabroso y limpio de todos los servicios energéticos conocidos hasta el momento. Y es que 400 mil años cocinando con combustibles y seguimos y de golpe, cocinamos con tecnología y fotones... en fin, desde alSol, con modestia y con los mejores ingredientes.


Y ahora Equo, donde confluyen activismo, amor a la tierra y a sus ocupantes, compromiso político y
esta hoy de celebración en Madrid, se presenta bien arreglao al mundo. Las siguientes elecciones en este país de este mundo patas arriba las decidiremos todos y todas, de una forma algo distinta a lo conocido hasta ahora, siempre la buena gente ha sido mayoría, ahora la buena gente va a ser clave en la ruta a seguir hacia el futuro incierto pero de un emocionante tremendo.

Una recomendación, si puedes no te lo pierdas, para Equo es un día histórico y para la renovación política, para la nueva forma de gestionar los bienes comunes, un momento especial de arranque.
En livestream, a las 20 horas, puedes escuchar y ver a unos pocos de esos humanos de la grandiosa colectividad que ya ha comenzado a cambiar este mundo por completo.

Manolo Vílchez

alSol cocinando: ARROZ CON ALCACHOFAS Y PASAS, por alSolChef René Bijloo

ENLACE: alSol cocinando: ARROZ CON ALCACHOFAS Y PASAS, por alSolChef René Bijloo

Hoy está lloviendo en Levante, y ya iba siendo hora, porque hace un mes que no cae una gota del cielo. El lado agradable del buen tiempo ha sido el poder cocinar con mi cocina solar alSol 1.4 casi todos los días y así poder comprobar que se puede guisar perfectamente incluso cuando el Sol está en su punto más bajo del año. Recordar que estamos en latitud 38º Norte. Benidorm.

alSol cocinando: Pizza con harina de garbanzos, por alSolChef Carles Duran

ENLACE; alSol cocinando: Pizza con harina de garbanzos, por alSolChef Carles Duran

Esta receta es ideal para elaborar pizzas en la cocina solar, por su fácil y rápida preparación. Además de sus sabores aromáticos, permite recibir los beneficios que aporta esta legumbre para una dieta sana.
No precisa horno, empleamos una sartén de 28 cm con recubrimiento cerámico y tapa de cristal.

Las rosas gigantes de Manhattan

 
 

Hay algo engañoso en las rosas gigantes de Will Ryman. Y no nos referimos al tamaño descomunal de los rosales (hasta ocho metros de alto), ni al hecho de que florezcan en medio del alfalto, entre montículos de nieve y en uno de los inviernos más crudos que se recuerdan en Manhattan.
“Las rosas se han convertido en un símbolo de consumo global”, sentencia el artista neoyorquino. “Es muy fácil vender algo si lo ofreces con una rosa: de un caramelo a un seguro médico. Es otro signo evidente del uso abusivo que el hombre hace de la naturaleza”.
Las rosas de Ryman se “venden” con espinas, escarabajos, abejorros, mariquitas y toda la fauna imaginable para hacerlas más verídicas, en el trasiego incesante de taxis, turistas y limusinas de Park Avenue.
    
Son en total 38 rosas distribuidas entre las calles 57 y 67, más los 20 pétalos repartidos por la mediana, para darle aún más autenticidad al insólito paisaje urbano, barrido por una de esas brisas mortíferas que congelan hasta el alma.
La instalación se llamaba originalmente “Un nuevo principio”, y en pleno enero puede interpretarse como una consagración anticipada de la primavera, con su estallido multicolor, sus alergias mútiples y la invasión de los insectos mutantes.
Will Ryman, hijo del pintor minimalista Robert Ryman, se ha empeñado en ponerle una lupa de varios aumentos a sus rosales de fibra, acero y cobre para causar el mayor impacto visual en plena calle. Sus esculturas –como las de Manolo Valdés recientemente en Broadway- le dan a Nueva York la vibración perdida durante estos meses de naturaleza muerta e ilusiones bajo cero.

Carlos Fresneda, Nueva York



La Tierra en una "botella"

 

Mucho se escribió en su día sobre el fiasco de Biosfera 2, el ecosistema artificial creado en el desierto de Arizona para reproducir la Tierra. Dos misiones de “terrícolas” se encerraron en los gigantescos invernaderos de las montañas de Santa Catalina y descubrieron que la vida en el planeta es mucho más compleja de lo que nunca imaginamos.

Al cabo de 20 años desde su construcción, una de las mayores estructura cubierta jamás creada por el hombre (equivalente a dos campos y medio de fútbol) sigue milagrosamente abierta como testimonio de aquel experimento fallido, en manos ahora de la Universidad de Arizona y volcada en experimentos sobre el clima, el agua y la energía.

Un temblor telúrico acompaña a los visitantes que se adentran en el desierto cercano a Tucson, donde los amaneceres y las puestas de sol parecen de otro planeta. Entre colinas áridas, chaparrales y cactus surgen de pronto las superficies acristaladas del legendario “habitat” terrestre: los invernaderos que contienen una selva amazónica, una sabana tropical, una laberinto de manglares y hasta un pequeño océano con playa y barreras coralinas.
Cualquiera diría que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina y que una mano lunática ha querido preservar lo mejor de la Tierra en una “botella”.

   

“De buenas a primeras, todo esto puede parecer absurdo, pero les aseguro que no existe un laboratorio donde poder estudiar mejor el presente y el futuro del planeta”, asegura George, nuestro guía en este auténtico viaje a las tripas de Gaia (incluida una visita huracanada a las dos cúpulas que hacen las veces de “pulmones” de aire y una inmersión submarina al sótano de hormigón y surcado de tuberías que hace posible el “milagro”).

En Biosfera 2, los científicos de la Univerisad de Arizona estudian ahora mismo la respuesta de los bosques tropicales al cambio climático, y los efectos de la temperatura y de la variación del agua en ciclo de nutrientes del ecosistema. Aunque el laboratorio “vivo” funciona con gas natural, las investigaciones en energía solar, eficiencia y tejados verdes han alumbrado el proyecto de la “ciudad modelo”.

A estas alturas de siglo, y pese a todas la vicisitudes del pasado, existe un “revisionismo” científico sobre lo conseguido por Biosfera 2. “El proyecto sirvió para crear una mayor conciencia sobre lo facilidad con la que los humanos podemos perturbar la vida en el planeta”, asegura Abigail Alling, autora de “La vida bajo el cristal.  “Hasta que construimos este espacio, la única “biosfera” conocida era la Tierra

.

Alling participó en la primera misión de ocho “biosferanos” que se encerraron entre septiembre del 91 y del 93 en el hábitat artificial (impulsado por el inventor John P. Allen y con un presupuesto de 200 millones de dólares). Los problemas no se hicieron esperar: los niveles de oxígeno cayeron alarmantemente en los primeros meses y pusieron en peligro la vida de los científicos, que también pasaron hambre por el escaso rendimiento de la huerta donde se producían los alimentos.

Con el tiempo se descubrió que el auténtico problema era el dióxido de carbono: los suelos del bosque tropical eran tan ricos en materia orgánica que acabaron “chupando” grandes cantidades de oxígeno y produciendo un exceso de dióxido de carbono. En vez de ser absorbido por las plantas, el CO2 reaccionó químicamente con el hidróxido de calcio usado en los cimientos de la
estructura.


   
De las 25 especies de vertebrados introducidas en Biosfera 2, tan sólo seis sobrevivieron. Casi todos los insectos murieron, incluidos aquellos cuya “misión” era polinizar las plantas. Otras especies, como las cucarachas y las hormigas, se fueron apoderando del “habitat” artificial, que llegó a la conclusión de experimento con un desequilibrio insostenible.

Pese a los cambios en el diseño, la segunda misión de diez meses discurrió aún peor, con disputas entre los responsables del experimento, deserciones, sabotajes desde fuera y problemas económicos que pusieron en grave peligro la supervivencia de Biosfera 2.

La Universida de Columbia se hizo con el proyecto, pero la marabunta inmobiliaria amenazó con acabar de una vez por todas con el sueño de la “burbuja” terrestre. Fue entonces cuando entró en órbita la Universidad de Arizona, que lo ha convertido en el mayor reclamo científico de estos parajes absolutamente fascinantes, donde cualquiera puede alzar la mano y tocar literalmente las estrellas.


Carlos Fresneda
Publicado en el blog En La Ruta Verde de El Mundo

 

William McDonough, cómo ‘diseñar’ un mundo mejor


Fue el creador del concepto 'cradle to cradle', una nueva manera de pensar y producir las cosas para que no generen residuos.

No es fácil cambiar el mundo. Que se lo digan al arquitecto William McDonough, más de una década predicando el concepto de cradle to cradle junto a su socio y cómplice, el químico alemán Michael Braungart. Más de una década vaticinando la definitiva revolución tecnológica: un cambio radical en la manera de pensar, diseñar y hacer las cosas...

Siguiendo los principios de la naturaleza, donde no existe el concepto de residuo. Tratando los materiales como nutrientes. Creando un flujo continuo para reusar y reciclar todo lo que producimos. Generando una economía circular que sustituya este nefasto modelo en el que llevamos anclados desde hace más de un siglo: usar y tirar, quemar y enterrar, de la cuna a la tumba.

Escuchamos al visionario McDonough en aquellos primeros encuentros de los Bioneros, cuando la idea del cradle to cradle (de la cuna a la cuna) empezaba a levantar el vuelo. Coincidimos con él en la última conferencia de TED, y allí nos anunció la creación del Green Products Innovation Institute (GPII), la definitiva mutación del concepto, con la esperanza de convertir California en el gran laboratorio mundial de productos verdes.

A sus 59 Años, de vuelta de su experimento fallido en China (la ciudad ecológica de Huangbaiyu que nunca llegó a despegar), William McDonough ha perdido parte del viejo entusiasmo, pero no la fe en sus ideas. De acuerdo con sus cálculos, unos 30.000 productos deberían haber logrado la certificación cradle to cradle en el 2012. De momento son algo más de 300, suficientes (según él) para demostrar que el concepto no es una utopía, sino “un ideal alcanzable, beneficioso y rentable”.

Como arquitecto, sigue fiel a sus principios: un edificio debe aspirar a ser como un árbol y aportar lo más posible a su entorno. Lo demostró en su día con la regeneración de la planta de Ford en Dearborn, Michigan, con el tejado verde de 100.000 metros cuadrados. Lo intenta probar ahora con la Base de Sostenibilidad de la NASA en California, capaz de producir más energía (solar y geotérmica) que la que necesita y de consumir el 90% menos de agua que un edificio de sus características.

Michael McDonough se ha implicado también hasta el tuétano en el renacimiento de Nueva Orleans, con el diseño de la Flow House y la colaboración con Brad Pitt y la fundación Make it Right, que ha aplicado los principios del C2C (cradle to cradle) a las casas ecológicas que construye en el Noveno Distrito.
El arquitecto pondrá igualmente una pica en Hospitalet del Llobregat, con el centro de investigación y desarrollo de Ferrer, que aspira a ser un modelo de construcción biosostenible. 
Pero su niño mimado sigue siendo de la cuna a la cuna, y su sueño irrenunciable es “convertir el imperativo ecológico en el imperativo económico”. “Las emresas siguen creyendo que lo verde y sostenible no es rentable”, reconoce. “Muchos empresarios te escuchan con interés, pero acto seguido te preguntan: 'Me parece muy bien, ¿pero cuánto me va a costar?'. No me canso de decirles que la innovación no sólo es beneficiosa, sino que a medio plazo es muy rentable y convierte a las empresas en algo social y ecológicamente relevante. No podemos seguir funcionando como en la vieja revolución industrial; tenemos que cambiar radicalmente nuestros modelos mentales y productivos.”


“La eficiencia, por ejemplo, se ha convertido en una palabra sagrada. ¿Y si resulta que estamos haciendo las cosas mal aunque las hagamos de un modo eficiente? La eficiencia es un concepto vacío; tenemos que dotarle de un contenido. Fijémonos en la naturaleza, donde nada se desecha y todo forma parte de ciclos que periódicamente se regeneran. Eso es auténtica eficiencia al servicio de un claro propósito: mantener los ecosistemas y posibilitar la vida... En la naturaleza, todo son nutrientes. El residuo es un invento humano, acaso el más pernicioso.”

Le pedimos a McDonough que haga un esfuerzo didáctico y simplifique el concepto del cradle to cradle para profanos... “Hay que rediseñar las cosas pensando en el uso presente y futuro de los materiales. Una parte de ellos volverá a la biosfera, otra parte se quedará necesariamente en la tecnosfera. Los nutrientes tecnológicos, como el plástico, el cristal o lo metales se tienen que reutilizar. Los nutrientes biológicos, como la madera, el algodón o el corcho son compostables y pueden volver a la tierra.”
“El primer requisito es, pues, separar los materiales por su metabolismo. El segundo es lo que yo llamo un plan de gestión de nutrientes: determinar qué se va a hacer con ellos tras su uso. El tercer criterio es que estén fabricados con energías renovables. El cuarto es minimizar el uso del agua y que pueda ser reaprovechada. El quinto, y no menos importante: que los productos sean fabricados con criterios de responsabilidad social.”

El listón del C2C es bien alto, pero está técnicamente a nuestro alcance, sostiene McDonough. La silla Think de Steelcase, uno de los primeros productos en lograr la certificación, es un claro ejemplo: fabricada con el 37% de material reciclado, el 98% de sus materiales son reciclables. Edificios enteros, cubiertas exteriores, materiales de construcción, alfombras, césped artificial, tejidos, teclados reciclables, pañales compostables... El universo del cradle to cradle se ha expandido desde la publicación del emblemático libro, hace ocho años, aunque no todo lo rápido que sus impulsores habrían querido.

“El concepto está ya muy arraigado en países como Alemania y Estados Unidos, pero nos falta dar un salto cualitativo”, admite McDonough. “El terreno está muy abonado también en India (donde se identifica con la idea de la reencarnación) o en China (donde se traduce como economía circular). Cada país debe adaptar el concepto a su propia cultura, pero nuestro objetivo es lograr un estándar global. Y lograr que el cradle to cradle se eleve a la categoría de ley, que sea algo así como la certificación pública de la ecoeficiencia.”

A McDonough le acusan de un excesivo celo con su certificación. También le critican por el revés sufrido en China, donde sus planes se estrellaron con los deseos de los promotores y con problemas de comunicación, pero donde sus ideas de un urbanismo en simbiosis con la naturaleza ha echado raíces.
El C2C evoluciona entre tanto y da pie a tendencias como el upcycling (el reciclaje hacia arriba de los materiales más valiosos) en contraste con el downcycling o el reciclaje hacia abajo que ha sido hasta la ahora la moneda corriente. McDonough no se cansa de citar el ejemplo inmejorable del aluminio: “Reciclando el aluminio usamos el 95% de la energía y ahorramos el 95% de las emisiones que nos costaría fabricarlo por primera vez. No es de extrañar que sigamos usando el 75% del aluminio producido desde 1888...”
Sin renunciar a su pasión por la arquitectura, el artífice de cradle to cradle –hermanado en la distancia con Michael Braungart– sigue dándole vueltas por las noches a cómo diseñar un mundo mejor desde la cuna.

Carlos Fresneda


Integral práctica
Fundación Make it Right

El gavilán "viudo" de la Quinta Avenida



“Pale Male” se ha quedado sin “Lola”. El mítico gavilán de cola roja de la Quinta Avenida ha perdido a su pareja de los últimos ocho años y ha sido visto en compañía de una nueva hembra en Central Park.

A Lola no la vemos desde mediados de diciembre y por desgracia es posible que haya muerto”, escribe Bruce Youlton en Urban Hawks, el sitio web donde se dan cita los fans neoyorquinos de la singula pareja de “halcones urbanos” (también se pueden seguir sus andanzas en su grupo de amigos en Facebook).

Pese al contratiempo invernal, Pale Male no parece muy afectado por la pérdida. El ave rapaz más famosa de Nueva York, que asomó sus garras por primera vez en 1991, tuvo antes tres amantes más o menos efímeras: First Love, Chocolate y Blue.

Lola fue sin duda la que más tiempo le duró: su relación dio pie a un libro romántico como pocos, “Red Tails in love”, de Marie Winn. La mayoría de los 26 polluelos que se le atribuyen a Pale Male los tuvo precisamente con su fiel compañera, la misma con la que anidó en la cornisa del número 927 de la Quinta Avenida, de donde fueron expulsados como aves del paraíso (se consolaron merodeando la balconada de Woody Allen).

Una película, “La Leyenda de Pale Male”, recrea ahora la historia de amor entre los dos “ratoneros”, comparable sólo a la pasión que han provocado entre los neoyorquinos. El biólogo Robert DeCandido, más conocido como “Birding Bob”, organiza desde hace tiempo excursiones para el avistamiento de aves en Central Park y no deja de buscar afanosamente la cola roja de Pale Male, a petición de sus curiosos exploradores...

“Es poco habitual no ver una rapaz en más de dos semanas”, admite DeCandido, temiendo también lo peor en el caso de Lola. “No están atados a un nido en concreto, pero sí a un habitat para la caza y busca de alimento. Aunque si el alimento escasea, es probable que se muevan para asegurar la supervivencia”.

“Birding Bob” no ha perdido sin embargo aún la esperanza de volver a ver a Lola con vida: “Yo aguantaría aún unas pocas semanas, antes de que empiecen a anidar: entonces sabremos con seguridad cuál ha sido su destino”. Al ornitólogo de Central Park le asombra sin embargo la capacidad del gavilán “viudo” para cubrir su vacío: “Ya es un milagro que Pale Male lleve veinte años en la ciudad, y más aún que vaya por su quinta pareja, aunque la verdad es que ahora tiene dónde elegir”.

Desde la llegada de Pale Male, los gavilanes de cola roja le han perdido definitivamente el miedo a la ciudad y reclaman su espacio en lo que fue Mannahatta, la isla de “muchas colinas”. El último censo habla de 32 parejas, repartidas del Upper al Lower East Side, planeando majestuosamente por parques, patios traseros y escuelas.

Otro día hablaremos de Pepe y Justin, los dos castores que han desafiado a la “civilización” y han decidido afincarse nada menos que en el Bronx...

Carlos Fresneda, Nueva York
Publicado en blog Crónicas desde Nueva York de El Mundo.es

¡ Documentos, acción !

Hoy me han invitao a una sesión de mentalismo, ese arte de hacer trucos con la mente y la ilusión para entretener al personal y oye, sale uno indagando sobre lo conpinchao y lo mágico, y contento. Me viene a la mente una lección del maestro bufón, payaso y revolucionario Leo Bassi, donde a muchos de los 100 aprendices y eruditos en temas de la sostenibilidad y el combate social nos convenció de que era un extraordinario hipnotizador de dos de los asistentes elegidos a su azar. Al final, los hipnotizaos fuimos casi todos menos los presuntos y el maestro indicó y no lo olvidaré nunca, ¡ cuidado amigos, la humilde aportación al debate y la acción social de este humilde bufón es que ya habéis visto lo fácil que es entreteneros con una mentira, tener cuidado con las mentiras de afuera. ¡

A todos los negacionistas del cambio climático, primero y a todo ciudadano responsable, les recomiendo este extraordinario vídeo de animación para ver cuando, de que forma, y dónde el CO2 ha ido subiendo al cielo desde hace 800 mil años hasta hace casi nada. Como lo ha elaborado el gobierno americano desde su Oficina para la Investigación Oceánica y Atmosférica  NOAA y dentro de esta el Laboratorio de Investigación del Sistema Tierra ESRL desde su División de Monitoraje Global, el Seguidor de la Evolución del C02 atmosférico, que plasmado en la cinta se recomienda ver en la mayor resolución, pues se parecía verdad verdadera. Y es que los promotores no tienen pinta de engañar a nadie, aunque les duela a los ojos a todos los canallas climáticos que luchan para que las soluciones ante lo evidente y urgente se alarguen en el tiempo y sus empresas hagan caja. Ahora que el local de la fotos de la Azores, mentiroso climático destacado, chupa por vender información privilegiada mientras le pagamos todos un suplemento por sus labores realizadas por el bien de la patria. Vergonzoso, pero bueno, por lo menos no pasan desapercibidos.



Más documentación, el trailer de The Economics of Happiness un documental recién presentado que analiza un mundo que se mueve al mismo tiempo en dos direcciones opuestas. Por un lado, una perversa alianza de los gobiernos y las grandes empresas que promueve la globalización y la consolidación del poder corporativo. Y al mismo tiempo, expertos en la materia comentan como la gente en todo el mundo está resistiendo y exigiendo una nueva regulación de las relaciones comerciales y financieras. La gente se organiza lejos de las viejas instituciones de poder empezando a forjar un futuro muy diferente. Comunidades que se unen para reconstruir a escala más humana la economía respetando el medio ambiente a partir de un nuevo paradigma: La economía de la localización.
La civilización aprende sobre los residuos de lo obsceno. La economía de la felicidad (The Economics of Happiness) busca catalizar esa obscenidad planteándonos el desafío de restaurar nuestra fe en la humanidad, nos desafía a creer que es posible construir un mundo mejor.



Y como Leo Bassi me dejó hipnotizao, por si buscas ideas para el Belén del año que viene, aquí uno de los más actuales y realistas (web) y por supuesto su blog.


...mira atentamente la espiral, respira tranquilamente, despeja tu mente y déjala en blanco, notas como tu cuerpo se relaja, vas a entrar en un estado que te permitirá entender la realidad... si despiertas y pasas a la acción social, ambiental, le pegas un repaso a tu conciencia de especie y nos ponemos a resolver los problemas de este mundo real con la misma pasión y fuerza de los que se dejaron mucho para que nosotros seamos y otros sigan siendo.

Manolo Vilchez

Diez rayos de esperanza en Haití


Reuters

Es fácil, demasiado fácil, caer en las garras de resignación cuando se viven desde dentro las auténticas dimensiones de la destrucción y de la miseria que azotan Haití. "El terremoto hizo que todos los problemas salieran a flote en unas dimensiones mucho mayores de lo que nunca imaginamos", confiesa Jean Succar,de la organización Pure Water for the World. "Nuestro pueblo necesita tanto, tanto..."

Es muy cómodo también encongerse de hombros a este otro lado. Pensar que la ayuda nunca va a llegar. Dar por hecho que la corrupción lo puede todo y que, por tanto, podemos permitirnos el lujo de seguir ignorando a un pueblo donde tres de cuatro habitantes vivía ya bajo la línea de la pobreza antes del seísmo.

Un país donde el saneamiento no llega al 80% de sus habitantes y los arroyos son lodazales de excrementos, infecciones y basura. Donde el 40% de las familias no tiene acceso a agua potable y los niños tienen que caminar de tres a cinco kilómetros diarios con garrafones en la cabeza. Donde el 97% de la superficie está deforestada, y los árboles que quedan tienen los días contados como carbón vegetal, terreno abonado para la erosión, las inundaciones y demás desastres "naturales".
Pero los haitianos pese al 70% de paro 'oficial'- son hacendosos por naturaleza y no pueden quedarse de brazos cruzados. Desconfían del Gobierno y de las grandes organizaciones, pero tienen grandes lazos comunitarios y un espíritu luchador. Los puentes entre la ayuda exterior y los grupos locales mantienen al menos un rayo de esperanza en medio de la desolación...
  • Pure Water for the World. La organización internacional creó su filial haitiana en el 2008 y se ha volcado en el suministro de potable en cisternas a Cité Soleil. Ha lanzado campañas nacionales de higiene en escuelas, hospitales y orfanatos. Ha creado una innovadora fábrica de "biofiltros" en Cité Militaire que garantizan ya agua potable para 250.000 estudiantes en todo el país.
  • Zanmi Lasante. Desde 1978, esta oganización hermanada con la organización norteamericana Partners in Health, ha suplido las tremendas carencias del sistema sanitario haitiano, con clínicas locales y una atención especial a la salud infantil y de la mujer. Su presencia en Haití ha sido vital para combatir la tuberculosis y el sida y hacer frente a epidemias como la del cólera.
  • Handicap International. Más de 80.000 pacientes han pasado por las manos de los doctores y los expertos de este voluntarioso grupo, que ha fabricado gratuitamente prótesis a un millar de amputados y tiene otros tantos en lista de espera. Más de 25.000 pacientes han recibido asistencia psicosocial. Su trabajo se ha volcado últimamente en la formación de personal ortopédico. La asociación ha aportado 21 millones de dólares y 20.000 toneladas de ayuda humanitaria al desastre.
  • Fonkoze. El banco alternartivo de los microcréditos para los pobres organizados. Tiene 200.000 pequeños ahorradores y ha extendido préstamos a 45.000 mujeres. Su radio de acción llega hasta los lugares más recónditos de las áreas rurales a través de sus 41 ramas. Su labor ha sido vital para financiar la reconstrucción de miles de hogares tras el terremoto.
  • Favilek. El grupo creado en 1991 por un grupos de mujeres violadas y maltratadas durante el golpe de estado que derrocó a Aristide, ha pasado a la acción para combatir la violencia sexual en los campamentos. Se ha convertido también en grupo de referencia obligado para reclamar el poder y los derechos de las mujeres haitianas.
  • Konpay. Trabajando Juntos por Haití (la traducción del criollo) es una red de apoyo a grupos de derechos humanos y de defensa de medio ambiente, convencidos de que el deterioro ecológico del país está en la raíz de muchos de sus problemas sociales. Han organizado "encuentros de reconstrucción" en todas la zonas afectadas por el terremoto.


  • Trees for the Future. El grupo con ramificacion en el Caribe ha lanzado una campaña de reforestación en las montañas de Gonaives que pretende replicar en otras parte del país. Intentan poner en marcha planes de agroforestación y acabar con 'ciclo de destrucción' que ha acabado ya con el 97% de la superficie arbolada del país. A partir de mayo comienza una campaña para plantar 500.000 árboles.
  • Habitat para la Humanidad. Con la lección aprendida en el huracán Katrina, esta organización se ha propuesto realojar a 50.000 familias en 5 años (190.00 casas fueron destruidas por el terremoto). Más de 2.000 han abandonado ya las tiendas para un refugio de "transición". El arquitecto Shigeru Ban ha aportado sus diseños da casas de cartón. Arquitectura para la Humanidad ha contribuido por su parte al diseño de siete escuelas y centros comunitarios y ha propuesto una normativa de construcción antiterremotos.
  • Sun Oven y The Solar for Hope. En el ultimo año, Sun Oven, con sede en Illinois, ha enviado a Haití 500 hornos solares y seis "superhornos" de aldea, además de 270.894 raciones de Feed My Starving Children. Convencida del poder de las cocinas parabólica solares para reducir la dependencia del carbón vegetal, el proyecto español The Solar for Hope ha organizado dos expediciones con cocinas fabricadas por AlSol y con el patrocinio del chef Jose Andrés y World Central Kitchen.
  • La ayuda española. Las ONGs españolas han prestado asistencia a más de 140.000 damnificados por el terremoto, según la Agencia Española de Cooperación Internacional. Aparte de las más conocidas, como Médicos sin Fronteras, Cruz Roja, Oxfam o Acción contra el hambre, hay que destacar la labor en Cesal , que ha gestionado tres campamentos para 6.400 refugiados en Cité Militaire, o el trabajo de Solidaridad Internacional en la zona de Jacmel. En la Areguy, Ingeniería sin Fronteras del País Vasco realiza desde hace años un trabajo impagable y ambiciona construir un centro de salud en uno de los parajes más auténticos de la Haití rural.

Carlos Fresneda, Nueva York
Publicado en El Mundo

En el blog:
- Otro Haití es posible
- Haití es un jardín

Haití es un jardín

Los aniversarios son aprovechados para recordar alegrías y también shocks. Hace un año Haití se rompió por la actividad de una tierra que golpea de forma natural, casi siempre donde más duele. De todos es o hemos sabido que Haití estaba ya roto por varios sitios.
Los jardines son espacios donde la obra humana muestra casi siempre la belleza de una naturaleza manejada para combinar colores, olores, vida y armonía, generadores al fin de sosiego y alimento para los sentidos. En los vergeles, además nos nutrimos, todos.

Haití es un jardín descuidado, a pesar de que tiene más de 8 millones de jardineros, y quizás casi todos amen su espacio. Muchos no tienen opción a otro, en el que nacieron será el de la despedida final. Estoy convencido que muchos de los jardineros haitianos quieren cuidar con todo el amor y aprecio a su hábitat vital. Fue aquí donde sus ancestros dejaron atrás una época energética cruel y criminal, y ayudaron al mundo a limpiar aquella esclavitud que conocemos por novelas y películas.


Haití es un jardín descuidado porque convivir con los envites de la naturaleza, que en ocasiones causa estragos sobre la obra humana que ocupa su piel sobre la tierra, una convivencia que precisa de organización y coordinación y que los haitianos no han podido obtener todavía. Pero sobre todo Haití es un jardín descuidado por la justicia global y para todos, y lo es por la mala suerte de contar con familias de poder que han robado todo lo posible y siguen. Lo es por esas convivencias entre valores que elevan a alta rentabilidad a la miseria, en base al dominio, la explotación y la falta de responsabilidad hacía los bienes comunes.

Haití es uno de los jardines del mundo más necesitados, entre tantos. Haití necesita fertilidad en su tierra, y pone el resto, tiene agua, tiene sol abundante, tiene energía humana desbordante y una historia de héroes sociales, Haití y sus gentes tienen orgullo, a pesar de todo, de ser lo que son. En ese vergel posible se necesita fertilidad política, limpiarse, renovación, como cortando las plantas que ahogan a otras, sanearse de codiciosos y canallas dentro y fuera de sus fronteras, para que nuevas flores nutritivas tengan su oportunidad.

Pienso que son jardineros recién llegados todos los humanos que han volcado sus energías y conocimientos en ayudar a regar la ilusión de un pueblo dolido y roto. Como humanos, la razón nos impulsa a ayudar a los débiles y necesitados, para ello no hace ninguna falta credo alguno. Y aunque el modelo de cooperación sea el mejor que conocemos, no es el último. El jardín y las flores haitianas necesitan del más allá de sus lindes, consejos, ayuda y nutrientes para florecer.

He querido y he podido ser aprendiz de jardinero en algunos lugares de ese país que me ha enseñado tanto cuando creía saber bastante. A los cien días del temblor llegamos con un cargamento de útiles solares e ilusión por ayudar a regar como fuera. Carlos Fresneda me enseñó el loable trabajo del periodista de acción directa, que indaga, investiga y analiza sobre como explicar lo mejor posible lo que sus ojos ven y su interior siente. José Andrés, de profesión cocinero y de vocación creativo de vínculos entre alimento y humanidad, dejó los fogones para probar otros, y para aprender a sentir y hacer lo mejor que sus habilidades pudieran por el bien de los demás. Aprendí de él la fuerza y el valor del emprender ideas e ilusiones. Con ellos allá sentí como cruje el alma ante la miseria y como pasa de crujido a melodía cuando la resilencia y las ganas de vivir pese a todo, invaden los entornos. Se que no olvidaremos nunca a Haití, porque es su reflejo nos vemos, aunque lejos, actuando lo mejor que sabemos como fieles aprendices. Otro Haití es posible.

Haití debe ser, por justicia y deuda global, uno de los más hermosos jardines de humanidad, puedo ser uno de los más destacados en sociedad autosuficiente ya que dispone de agua, de tierra, de energía solar y de energía humana a raudales. Sólo necesita que de una vez por todas todos hagamos las cosas como nos pide nuestra humanidad y no algunas de sus taras genéticas, económicas y sociales.

Haití me aporto la belleza y el dolor de su jardín y sus flores tan especiales, y desde lejos llegué a donar para plantar 10 árboles frutales en esas escuelas donde sueño que también una cocina solar pueda preparar a los jóvenes aprendices a conocer el uso más sabroso de la energía clave en todo vergel, en su vergel.

Mirando Haití desde el recuerdo y la búsqueda de actualidad desde los medios de comunicación y colegas, y haciéndolo desde la acomodada ciudad donde pululo, que es un vergel de paz necesitado de mimos, según se valore y así lo creo, mirando Haití desde la tranquilidad, es una mirada a pesar de la crudeza de la realidad de una fiesta que se acaba al mismo tiempo que hermosos jardines se deben preparar y cuidar, allí y en todo este mundo patas arriba.

Miro en la wiki la descripción de vergel, pienso en mi hermano Julio y en su pasión por que todo el planeta sea un vergel fértil, cuidado y suficiente. El seguro se apuntaría a la brigada global para la creación de lugares sencillos, donde además de sembrar valores de humanidad, de la tierra brota el necesario árbol, que regala sus servicios y frutos y que sólo pide, ahora que la ciencia nos dice que las plantas sienten, seguir gozando de la oportunidad de ser agente alquímico que mezcla en sus entrañas los más valioso que la tierra provee y lo entrega a la vida para su mantenimiento.

Haití puede ser un vergel que nos eleve a todos los que no estamos cerca de él, los más loables sentimientos de justicia, de equidad y de paz. Todos y todas podemos ser jardineros donde estemos porque quizás la mejor ayuda para Haití es asumir nuestra responsabilidad como consumidores y ciudadanos responsables en un planeta finito, pero siempre Haití somos y seremos todos.

Manolo Vílchez

The Solar for Hope

    Sean Penn: 'Haití no puede esperar más tiempo'

     El actor Sean Penn. | Afp
    • El actor critica la falta de cooperación de EEUU
    • Vivirá en el campamento de Puerto Príncipe mientras no esté trabajando
    Sean Penn ha roto esta semana su "exilio" haitiano y se ha dejado caer por Washington. Entre la urgencia y frustración, el actor pasó revista al año vivido peligrosamente desde el terremoto, al frente del campamento de J/P Haitian Relief Organization: un enjambre de 11.000 tiendas en el barrizal del viejo campo de golf de Petionville...
    "Haití no puede esperar más tiempo", declaró Penn en el púlpito de la Brookings Institution. "El momento de la acción es ahora. Tenemos que volcarnos en esta lucha; se lo debemos al pueblo haitiano".
    "Hubo un tiempo en que Estados Unidos era conocido por su voluntad y por su capacidad de poner en marcha programas visionarios", recalcó el actor. "Un Haití reconstruido podría encender la chispa de una nueva generación de poder americano, con la dignidad como nuestra mejor arma".
    Penn no lo dijo, pero las guerras de Irak y Afganistán consumen en menos de una semana el dinero comprometido por la Administriación Obama para la reconstrucción de Haití en un año. El protagonista de 'Juego Limpio' no quiso sin embargo politizar en exceso su discurso, y prefirió ir a la raíz del problema...
    "Uno de los clichés que más me revientan es que a los países pobres no hay que darles los peces, sino enseñarles a usar la caña. Por su puesto que tenemos que ayudar a Haití a formar a su propia gente, pero las carencias siguen siendo tan básicas que todo dinero es poco... Quien no haya estado allí no sabe realmente lo que es la pobreza ¿Cómo puedes atender las necesidades de un millón de personas que viven entre escombros y a la intemperie?".
    Penn asegura haber encontrado en Haití el papel de su vida "nunca encajé bien en los cánones occidentales"- y acaba de confirmar al Hollywood Reporter que echará raíces en Puerto Príncipe mientras le queden energías: "Que me busquen allí mientras no esté trabajando, por el resto de mi vida".
    "Llegué allí sin experiencia, pero hasta cierto punto llevar un campamento es como dirigir una película", confesó. "Tienes mucha gente alrededor de ti y un presupuesto ajustado, mientras el dinero se quema a gran velocidad".
    Penn empezó como llanero solitario en el mundo las ONGs, pero pronto se dio cuenta de que necesitaba alianzas y ayuda, como la que recibe de OxFam. La educación y la salud de los niños y niñas son su prioridad, asegura. En su tiempo libre, y rompiendo esa fama de ogro que le acompaña, se le puede ver jugando al fútbol con los chavales o ayudándoles a fijar unos tablones en la escuela provisional del campamento en las colinas de Petionville, donde siguen hacinados al cabo de un año más de 50.000 personas.
    La razón última de su dedicación personal, en contraste con tantos famosos que vinieron a hacerse la foto y se fueron, habría que buscarla según él en los ojos llenos de vida de los haitianos: "Hay una fuerza en esta gente que puede contigo y se convierte en una obligación. Sabes lo que han sufrido y sabes que nunca han experimentado el mínimo comfort en su vida. Ves el abismo que nos separa y sin embargo agradeces todo lo que te aportan, culturalmente y a nivel humano. Te dan auténticas lecciones de vida".

    Carlos Fresneda, Nueva York
    Publicado en El Mundo.es América

    Talar y tirar

     

    Es el ritual con el que muchos neoyorquinos arrancan el año: arrastrar el decrépito árbol navideño por la calle como quien arrastra un animal muerto por los pelos, camino de la montaña de basura más cercana... y ahí te pudras.

    Quienes tienen un mínimo de conciencia “ecológica” esperan al menos la llegada de la “trituradora” de abetos al parque más cercano. Sobre la marcha, y en apenas diez segundos, la máquina convierte el pino en astillas que serán usadas como abono.
    La tristeza con la que los niños se despiden de su querido árbol es tan sólo comparable con el “bajón” de la  vuelta al cole. “Mi hijo quería un árbol de verdad, pero el próximo año vamos a comprar uno "artificial" y fabricado con materiales reciclables, para ahorrarnos este mal trago todas las navidades”, asegura Cynthia Rossenberg, tras despedirse del abeto en compañía del pequeño Richard, que parece que fuera a llorar en cualquier momento.
    Más de 25.000 árboles navideños han sido “reciclados” (o sea, triturados) durante el fin de semana en los 37 puntos de recogida del "MulchFest" de Nueva York. Pero cientos de abetos abandonados se acumulan estos días en las calles, moteados por los copos de la penúltima nevada y entre el mar de  basura y más basura desparramada por las aceras.
    Las calles de Nueva York se han convertido en el 2011 en una suerte de vertedero. El consumismo desaforado ha dado paso a la cochambre colectiva, como si alguien se empeñara en hacer visible las 12.000 toneladas de basura que producimos a diario sus ocho millones largos de habitantes.
    Nos guste o no, somos lo que desechamos. Y la máxima expresión de esta cultura de usar y tirar es sin duda la del árbol cortado sin raíces al cabo de seis años para servir como adorno durante diez días. En Nueva York hay granjas y viveros que te dan la opción de ir tú mismo al bosque y talar tu propio árbol...
    Shop and Chop”. Comprar y Cortar. Talar y Tirar... Se calcula que en España dos millones de árboles han pasado a peor vida estos días. Al menos el gigantesco abeto del Rockefeller Center ha sido cortado en tablones para fabricar una nueva casa.

     

    Carlos Fresneda
    Publicado en el blog En la Ruta Verde

    El Empire State se apunta a la energía eólica

    Vista del Empire State Building. | Carlos Fresneda

    Vista del Empire State Building. | Carlos Fresneda
    • 'Lo verde no es sólo deseable, sino también rentable', dice su propietario
    Primero fue la 'cura de eficiencia' para ahorrar hasta el 40% del consumo eléctrico. Y ahora, el cambio a la energía eólica que le permitirá iluminar, calentar y refrigerar sus 102 pisos (y evitar de paso 50.000 toneladas métricas de emisiones de CO2 al año).
    Hablamos del Empire State, el coloso eficiente, capitaneado por su propietario Tony Malkin, que suele llevar corbata verde como declaración de intenciones.

    "Lo más natural para nosotros era cambiar a la energía limpia, después de haber renovado el edificio y haber marcado el camino para todos los rascacielos en siglo XXI", aseguró Malkin en el momento de anticipar la noticia: la firma de un acuerdo con la compañía texana Green Mountain Energy para suministrar 55 millones de kilowatios/hora (la energía que comsume el gigante en un año).

    "Y lo hacemos no sólo por el bien del medio ambiente, sino porque es un buen negocio", aseguró el magnate inmobiliario. "Todo lo que estamos poniendo en marcha en el Empire State está basado en los precios del mercado. Queremos demostrar que la eficiencia y la energía limpia son rentables".
    El 'enganche' a la energía eólica se produce cuando el Empire State está a punto de concluir la 'cura de eficiencia', consistente en el recambio 'in situ' de sus 6.514 ventanas, reforzadas con película aislante y rellenas con gas argón.

    Los sistemas de refrigeración y calefacción han pasado también por una puesta al día, completada con la instalación de sensores y el rediseño de las oficinas para el máximo aprovechamiento de la luz solar.

    El interior 'art decó' del Empire State, construido hace 80 año y en apenas trece meses, ha adquirido de repente un brillo futurista. Las obras de renovación, calculadas en 550 millones de dólares, tardarán aún varios años en completarse, pero los resultados saltan ya a la vista de los 4 millones de turistas anuales.

    "Queremos aprovechar el poder simbólico de este maravilloso edificio para lanzar un mensaje al mundo", sostiene Malkin. "Y queremos hacer de paso una poderosa advertencia a los políticos y empresarios: Lo verde no es sólo deseable, sino también rentable".
    Carlos Fresneda, Nueva York

    2011, el año de la "transición"


    Visto lo visto en el 2010, es muy fácil caer en las garras del pesimismo y la resignación. Dejamos atrás el año de la “resistencia al cambio” y entramos –toquemos madera- en el año de la “transición”. De acuerdo con el calendario maya (y con el documental “2012: Time for Change”) la transformación total la tenemos a la vuelta de la esquina. Lejos de ponernos apocalípticos, vamos a explorar los senderos de ese otro futuro posible que despunta en el horizonte...

    Arranquemos con las predicciones de Sharon Astyk, autora de “Depletion and Abundance”, que desde su granja biológica en el estado de Nueva York lleva varios años mentalizando y preparando a su familia para enfrentarse a la triple crisis: económica, ecológica y energética.

    Astyk, en el papel de “pitonisa” ambiental, predice que el 2011 será el año en el que cuajará por fin la conciencia de una “crisis colectiva” y en el que irá tomando cuerpo un “movimiento” de alcance global desde lo local: “Esta será la consecuencia positiva de los tiempos duros que estamos viviendo”.

    La chispa del “movimiento” surgió hace cinco años en el suroeste de Gran Bretaña. Bajo la batuta del experto en permacultura Rob Hopkins, el apacible pueblo de Totnes (7.400 habitantes) inició la “transición” hacia un modelo de autosuficiencia, “descenso energético” y “soberanía alimentaria”. Sobre la marcha, y gracias al poder de las auténticas redes sociales y de la conexión con la naturaleza, los vecinos de Totnes destaparon el “genio colectivo” y descubrieron que hay vida, mucha vida, en un mundo adaptado para superar la dependencia absoluta del petróleo.

    Por “contagio” natural, la iniciativa se ha propagado por una larga decena de países y son ya 300 las ciudades, pueblos y barrios en “transición”. Sólo en Estados Unidos, y bajo los auspicios de Transition US, hay 77 comunidades que se han abonado a la idea, encabezada por ciudades como Boulder, Portland o Seattle.
    Seattle es también la cuna de otro movimiento, el de las ciudades “bright greens”, volcadas en la innovación verde. La labor del visionario Alex Steffen, artífice de la enciclopedia del mundo cambiante (“Worldchanging”), ha dado sus frutos en la cuna del “grunge”. Hasta el punto que el “alcalde en bicicleta” Mike McGinn ha decidido fijar la meta de Seattle, ciudad “carbono neutral”, para el 2030.

    Volviendo a los augurios de Sharon Astyk, la Casandra ecológica, el 2011 será posiblemente el año en que empiecen a ser visibles las respuestas locales al modelo económico dominante: del “post-crecimiento” al “consumo colaborativo”.

    La crisis económica ha marcado precisamente la transición del “hiperconsumismo” a esa nueva tendencia que Rachel Bostman y Roo Rogers han bautizado como “consumo colaborativo”, donde se funden las tradiciones del cooperativismo y del trueque con la innovaci'on social, la necesidad de compartir recursos y la complicidad de las nuevas tecnologías.

    El amplísimo abanico abarca desde los bancos de tiempo a los grupos de intercambio gratuito en Internet como Freecycle, pasando por compañías de coche compartido como Zipcar o de préstamos personales como Zopa… “En esta época se están sembrando las semillas de una nueva economía al servicio de las necesidades humanas y de la sostenibilidad ambiental”, sostienen Bostman y Rogers, autores de “What’s mine is yours”.

    “Con el tiempo miraremos hacia atrás y lo veremos como una auténtica revolución”, pronostican los profetas del “consumo colaborativo”. “Fue a principios del siglo XXI cuando la sociedad decidió afrontar sus grandes retos con un giro copernicano: del celo por la prosperidad individual al redescubrimiento de los bienes colectivos”.

    Carlos Fresneda
    Publicado en el blog En la Ruta Verde

    Notas:
    Coche compartido en Barcelona: Avancar