ESTO NO ES HOLLYWOOD

Bievenidos a la Ecoaldea de Los Angeles, un insospechado bálsamo urbano en el corazón de la ciudad motorizada

Bajando de Hollywood hacia Koreatown, allá donde estuvo en tiempos el balneario de Bimini, ha echado echado raíces la Ecoaldea de Los Angeles.

Si uno llega hasta allí un domingo cualquiera, creerá haber traspasado el espejo mágico de Alicia... Los cuarenta vecinos sacan sus sillas y sus mesas al asfalto, toman la fresca y comparten las viandas, celebran la buena vida y obligan a los pertinaces conductores a dar un incómodo rodeo. Algunos se cabrean y tocan el claxon, otros saludan con una sonrisa cómplice en español: “¡Que les aproveche a ustedes!”.

La Ecoaldea de Los Angeles es un insospechado bálsamo urbano en el corazón de la ciudad más motorizada del mundo, donde el 85% de la gente vive con el culo pegado al asiento del “carro” y la mitad de las aceras son sencillamente intransitables.

“El coche es sin duda la mayor adicción de los americanos, y aquí en Los Angeles alcanza unas proporciones enfermizas”, atestigua Lois Arkin, fundadora de la Ecoaldea angelina. “Pero más allá de las autopistas hay vida, mucha vida en esta ciudad. Y si nos planteamos redescubrirla desde lo más esencial, barrio a barrio, otro galló cantará”.

Los gallos, por cierto, despiertan todas las mañanas a las 40 vecinos que comparten la White House, una de las dependencias del antiguo balneario, reconvertida ahora en casa comunal. Las placas solares suministran gran parte de la energía. La basura orgánica se composta y el agua de lluvia y las aguas grises se aprovechan para regar el huerto orgánico, que da de comer durante gran parte del año a los vecinos.

Julio “Aché” Santizo, guatemalteco, asegura haber superado un cáncer “gracias al estilo de vida que aquí llevamos y al apoyo comunitario que tenemos”. “Todos nos ayudamos a todos”, asegura Santizo, volcado en la recuperación de sus tradiciones en la ciudad con más “inmigrantes mayas” del mundo.

Melba Thorn tiene establecida en la Ecoaldea la base de operaciones de Native Gardens, descubriendo las fascinantes posibilidades del chocolate biológico. Joe Linton, especialista en el agua, ha logado que la ciudad acceda a instalar aceras permeables y organiza excursiones en bici y canoa por el redivivo río de Los Angeles. Ron Milan anda preparando la próxima Cumbre de las Calles de Los Angeles, el 21 de marzo, y ayudando a decenas de angelinos a perderle el miedo a la bicicleta con la ayuda de Bike Sage.

La Ecoaldea, en fin, es un hervidero de camaradería y de ideas que empieza a dar sus jugosos frutos al cabo de 15 años... Porque hay muchas ciudades en Los Angeles, más allá de lo que vemos en las películas, y muy en la línea de lo que vislumbramos en aquella epopeya vecinal, candidata al Oscar al mejor documental, titulada “The Garden”... Seguiremos explorando.

Carlos Fresneda
Publicado en el blog En la Ruta Verde de ElMundo.es

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